Que Alves tuviera que detener dos penaltis y su equipo cayera por 0-2 fue una de las maneras más sencillas de explicar las realidades tan diferentes que atraviesan valencianistas y colchoneros. En una nueva muestra de cómo Griezmann ha construido un equipo a imagen y semejanza de su momento futbolístico, el Atlético de Madrid se fue hasta el 59% de posesión en un encuentro jugado fuera de casa, apoyándose de nuevo, en su primera mitad, en el carril central como fuente de pase y profundidad. El Valencia fue cediendo ritmo y terreno y terminó claudicando con cada cambio rojiblanco. La línea de cuatro centrocampistas -Cancelo, Enzo, Mario y Nani- no pudo con la movilidad inabarcable del francés, aunque fue en la segunda parte cuando encontró más dificultad para detener la velocidad de su rival.
En el arranque, un duelo de medios. El Valencia repitió ‘XI’, con Cancelo por delante de Montoya y Parejo más adelantado, mientras que Simeone sorprendía colocando a Saúl en la izquierda y Correa en la derecha. Con espíritu en sus intenciones, los locales encontraron en el duelo Correa brilló entre líneasGayá-Correa la primera puerta por la que colarse. El argentino se movía continuamente hacia la recepción del lateral valencianista, lo que alteraba el orden defensivo de los suyos. El zurdo español, recuperando esta temporada parte de su decisiva ofensividad, se antojaba fundamental en el encuentro, sin calidad para dominar por el centro con Suárez, Pérez y un Parejo desubicado e irregular. Compartida la posesión en los primeros minutos, con la concentración y las vigilancias aseguradas en ambos equipos, apareció Griezmann.
La entrada de Carrasco abrió por completo al Valencia
Entre Antoine y Correa, el Atlético comenzó a encontrar situaciones entre líneas, dominio de la segunda jugada y control del posible contragolpe che. El Valencia sólo pudo responder con la positiva atención de sus centrales en cada ajuste, negando opciones a Gameiro. En esta ocasión, Saúl y Filipe no hicieron natural aquel costado, mientras Juanfran recogía el testigo de Correa pero chocaba con un Gayá notable atrás. Entonces llegó el formidable paradón de Diego Alves. La acción pudo tener efectos decisivos en el encuentro, pues la afición lo celebró como un acontecimiento que realza aún más el valor de este campeonato. Mestalla vitoreó la acción con el ánimo de reengancharse al partido, como un plus de motivación que golpeara y dejara tocado a un Atlético que respondió sin desmayos, con Lucas Hernández imponente en cada intento de contra de su rival.
Acto seguido, Carrasco y Torres cambiaron el encuentro. El belga realizó sus mejores minutos de la temporada jugando a lo que rara vez suele, a pocos toques, siendo muy preciso con el tiempo que la pelota pasaba en sus pies y encontrando a compañeros una vez hallaba el espacio, fuese muy abierto o moviéndose por dentro. Con su entrada, él, Fernando, Griezmann y Gameiro, coincidentes en campo, atacaron sin mirar atrás en cada transición, con un Valencia sin la pausa para elaborar y cuidar su balance defensivo. Voro acertó con Bakkali y Mina como respuesta, después de que Alves parara otro penalti a Gabi. Con cada minuto que el encuentro fue sumando la sensación de superioridad del Atlético impidió cualquier reacción.
Foto: JOSE JORDAN/AFP/Getty Images
Andrés 2 octubre, 2016
Estoy seguro que no soy el unico al que se le ha venido a la cabeza Diego Costa con Gameiro cuando marcó su gol.Kevin está dejando muy muy buenas sensaciones, y contrario a lo que yo pensaba, pues se esta entendiendo muy bien con Griezmann.
Si explota totalmente, el Atletico ganará algo con lo que Simeone aun no ha contado:Tener dos referencias que te den garantia de gol, tuvo a Falcao,tuvo a Diego Costa y a Griezmann, pero nunca dos a la vez.Kevin Gameiro seria un plus para esta plantilla