Más que entrenadores, Ole Gunnar Solskjaer y Frank Lampard son dos hombres de club que han decidido acudir a la llamada de sus hogares, sin pedir nada a cambio, sin apenas experiencia, conocedores de las particularidades de un momento que ha dejado a Manchester United y Chelsea FC en el sótano de la estancia; dos clubes que antes de ayer se sabían parte de la cúpula del fútbol continental y que hoy están por descubrir lo que pueden construir, sabiendo que no aspiran ni seguramente compitan por títulos de máximo nivel. Más allá de la escasa calidad de un encuentro que enfrentó dos realidades parejas, alejadas de las partidas más multitudinarias y orgullosas que están viviendo vecinos de su ciudad, lo que se abre en el horizonte es un terreno en el que el aficionado podrá valorar la capacidad de sus entrenadores para levantar el ánimo de la grada y elaborar un hilo conductor que permita al jugador luchar por el día a día.
Solskjaer tendrá que seguir apostando por la velocidad
Noruego e inglés seguramente ya sepan qué tipo de equipo pueden hacer, y en ninguno de los casos serán aspirantes a dominar por calidad o a crecer desde sistemas sofisticados. Lo que dejó entrever Solskjaer a mitad de la temporada pasada cuando cogió las riendas del ‘ManU’ pareció responder en todo momento a la precaria situación circunstancial entendida como periodo de contingencias. Sin embargo, el verano del tricampeón de Europa no va a conceder a su técnico la oportunidad de confirmar que los planes utilizados, enfocados en la depuración mental de sus jugadores, eran fruto de un momento concreto. En esa primera etapa, Solskjaer cumplió, pero el plazo ahora ya es medio y no corto, y las posibilidades se han reducido. Es por ello que para hacer jugadas y potenciar las áreas, el Manchester United tendrá que basar casi todos sus encuentros en garantizar a su juego varios tramos caracterizados por asegurarse un espacio ofensivo derivado de un orden defensivo premeditado, con tal de que Lingard, Rushford, Martial y compañía no le den mucho al coco, pues por fuera y en la medular tampoco dispone de demasiada retórica para conquistar. Será muy difícil que el Manchester United no se mueva entre nieblas y chispazos, pues la naturaleza de sus jugadores es conocida y compartida y la idea global, que en lo idílico pueda recoger todas esas sensibilidades, que no son demasiadas ni profundas, no parece sencilla para lograr la tan ansiada continuidad y solidez estructural que le permita al jugador fallar.
¿Qué mensaje construirá Frank Lampard en su día a día?
Si el análisis previo de la situación es bien parecido entre ambos, en lo que concierne a Frank Lampard, como analizamos en el ‘Pares o Nones’ más reciente, contiene matices diferentes. Sobre todo porque no hay paso previo y lleva muy poco tiempo conviviendo con el talento que dispone para seleccionarlo, alinearlo, formarlo y complementarlo. Quizás lo más interesante en el caso de Frankie será lo que no se ve. Porque más allá de comenzar a construir su historia como entrenador y compartir con los otros 19 equipos su pizarra y su método, la delgada línea entre oportunidad y dificultad estará en saber qué mensaje va a mandarle a sus futbolistas. En lo táctico, Lampard parece un poco más necesitado de ventajas más derivadas de su posesión, pues su contragolpe o su ataque más directo dista mucho del potencial que atesora su rival de ayer, pero seguramente trate de darle espacio y aclarados a sus atacantes con ataques posicionales menos elaborados, con Jorginho eligiendo cuándo acelerar y Kanté cuándo presionar. Por delante, un reto mayúsculo, que no parece tener un gran botín como recompensa pero puede que sí una oportunidad para transformar en ilusión la lejanía que hoy les separa de la nobleza del continente al completo.
Juantelar 12 agosto, 2019
Del partido de ayer me resultó curioso que Pogba partía desde muy atrás, lo cual es alejarle de su zona ideal y de donde es más determinante. Imagino que Solksjaer lo hizo para tener alguien que pudiese armar las jugadas desde atrás con algo de sentido y precisión, y así lanzar a los atacantes. Porque en la medular no tiene a nadie que pueda hacer eso.
Esa medida también conllevó que el Chelsea le ganase muy fácilmente la espalda a los centrocampistas del Manchester. Pero bueno, su línea de mediapuntas no estuvo demasiado productiva. El único que dejó cositas positivas fue Mount. Aunque insuficiente para hacer daño.
De todos modos en ocasiones me gustó la propuesta del Chelsea, buscando veloces combinaciones. A ver cómo va desarrollando el modelo de juego Lampard.