La zurda de Marco Asensio debería convertir al mallorquín en uno de los pilares sobre los que asentar la reestructuración del ataque del Real Madrid tras la salida de Cristiano Ronaldo. La contundencia de su golpeo sólo está al alcance de Gareth Bale dentro de la plantilla blanca, así que para Lopetegui haber dado continuidad en las alineaciones al ‘20’ blanco ha sido una prioridad en este arranque de curso. En pretemporada, incluso, Marco Asensio apareció como jugador encargado de dar profundidad sin pelota, probablemente buscando mayor posibilidad de darle situaciones de finalización. Parecía que la opción de comportarse más como un delantero era una elección totalmente lógica teniendo en cuenta que Bale, Benzema o Isco van a priorizar siempre acercarse al balón, de modo que la necesidad de compensar esa actitud era y es evidente.
La medida no ha tenido continuidad, y el Real Madrid ha mostrado bastantes dificultades para encontrar armonía a la hora de cargar el área. Finalmente hemos visto cómo desde la táctica el encargado de cumplir con ese papel es Gareth Bale, con un Asensio despegándose de forma constante de la izquierda y teniendo peso en unas circulaciones que están pecando, además de faltarles un elemento más profundo sin pelota, de no estar compensadas con una mayor capacidad de desborde en los metros finales.
El sistema del Real Madrid necesita que Marco Asensio asuma más riesgos
Una responsabilidad que probablemente recae sobre los hombros de un Asensio que no termina de asumir riesgos. El fútbol de Marco es de verdad desequilibrante en situaciones de campo abierto, pero su figura como parte de un ataque organizado acaba derivando sobre todo en conservar la pelota. Por supuesto, un jugador que reduce las pérdidas es un valor seguro en términos de control, pero también es cierto que en un once blanco justo para eliminar pares a través del desborde, él es uno de los que a priori está obligado a aportar soluciones.
En el arranque de la temporada, Asensio promedia 53 pases por partido con un 84,5 % de acierto, pero sólo 1,16 son envíos a la espalda de la línea defensiva, y 4,17 de ellos se producen en el último tercio. A nivel de regate, busca 4,29 por encuentro, con un 73% de acierto, mientras que en términos de finalización, dispara 2,66 veces de media por partido, y hace 3,36 desmarques de ruptura. Son cifras que, por un lado, dan la sensación de quedarse cortas, y que por otro, explican una realidad táctica del mallorquín.
Sus números, no sólo por sumar 1 gol y 2 asistencias, se están quedando cortos
Sobre el perfil izquierdo, Asensio tiene un valor indiscutible como apoyo adelantado a Marcelo. El brasileño combina bien con él gracias al talento del mediapunta no sólo para comprender la situación, sino, evidentemente, por su talento ejecutar. Además, en situaciones de transición representa una amenaza gracias a su buena velocidad a campo abierto y a conseguir mantenerla con la pelota pegada al pie. Sin embargo, su producción en los ataques posicionales se reduce, y es cierto que el perfil sobre el que desarrolla su juego tiene influencia.
También pesa el hecho de que Marco sea un jugador bastante cerebral cuando recibe el cuero. Aquí hay una evidente diferencia con respecto a la forma de entender el juego de Lucas Vázquez cuando recibe sobre la derecha. Mientras que Lucas se tira una y otra vez contra su defensor en busca del uno contra uno, Asensio se mueve a posiciones interiores para encontrar compañeros y juntar al equipo a través del pase. La diferencia entre el Asensio izquierda y el Asensio derecha tiene mucho que ver con la actitud.
No tener continuidad en la banda derecha está teniendo influencia
Sobre la banda derecha, Marco tiene tal confianza en la pegada de su zurda que sus pases y movimientos son mucho más agresivos. La intención de recibir una pared para quedar liberado en la corona del área es constante, y además suma a su repertorio un envío en profundidad sobre la ruptura de un compañero que busque el área tanto desde la izquierda como desde el carril central. El problema a nivel táctico para Marco Asensio es que la banda derecha está reservada para Gareth Bale, la gran apuesta del club blanco para la presente temporada.
El galés necesita también estar recostado sobre ese perfil por una razón evidente: es la forma más sencilla de que atacando portería, ya sea tras un movimiento sin balón como si es con pelota al pie, pueda activar su zurda para tener mayor ángulo de golpeo. Y Bale es en este momento la gran amenaza del Real Madrid. La respuesta a por qué aún sin el galés muchas veces Marco permanece arrancando en izquierda quizás esté en el hecho de compensar la amplitud de amas bandas, donde en la izquierda, salvo entrada de Reguilón, ni Marcelo ni por supuesto Nacho son jugadores de repetir movimientos verticales sobre la línea de cal, así que tener un zurdo allí lo compensa, aunque sea uno que no es puramente extremo como Asensio. Tiene sentido pensar que el mallorquín crecería sobre la derecha, pero también que en su rol actual el sistema le pide más agresividad en sus jugadas de ataque.
Redondo 6 octubre, 2018
Os dejo este enlace a mi blog con una entrada que hice en su dia precisamente sobre cómo aportaría mas Asensio al equipo y viceversa.
https://medium.com/en-buena-lid/asensio-en-b&uacu…