¿Un entrenador debe haber sido futbolista? | Ecos del Balón

¿Un entrenador debe haber sido futbolista?


«De donde yo vengo los generales no se esconden en sus oficinas. Están al lado de sus soldados. Mueren con sus soldados». Wonder Woman (2017)

Oliver Bierhoff, mánager de la selección alemana, ha considerado que el próximo objetivo de Alemania ha de ser fabricar técnicos a partir de grandes ex-jugadores. A pesar de que defiende que sus programas de formación han producido buenos entrenadores, Bierhoff considera «necesario» desarrollar sus propias versiones de Guardiola o Ancelotti. La entrevista no aclara qué aportan de diferencial los técnicos con buen currículo cómo jugador, pero vamos a suponer que se trata de un tema de autoridad. Lo técnico se puede aprender, pero adquirir el glamour es infinitamente más complicado que aprender la teoría. A priori, esta necesidad parece algo propio de la idiosincrasia del fútbol, porque por ejemplo en el cine no se espera que un gran director haya sido un gran actor. Si bien ha habido quienes desempeñaban ambas funciones con éxito, cómo Woody Allen o John Huston.

Otto Bumbel. La negación de la técnica y la desconfianza hacia el jugador.

Las relaciones entre jugadores y técnicos suelen ser bastante ambivalentes. Cuando Zidane empezó su carrera cómo entrenador dijo que lo que había aprendido en los cursos para técnico es que «un tercio de los jugadores te siguen por lealtad, sentido del deber y respeto a la jerarquía; otro tercio sólo te sigue si les aportas algo, gente a la que tienes que convencer; y otro tercio te complicará la vida siempre». El jugador cómo colectivo es suspicaz respecto al técnico, pero esto es algo bidireccional. Los técnicos pueden llegar a sentir rencor hacia el jugador. El tema aparece bien reflejado en un ensayo de los años ’80 escrito por el entrenador brasileño Otto Bumbel. Se trataba de un manual sobre la logística del fútbol en el que el autor se mostró tan ácido y beligerante respecto a la conducta del jugador de su época que hasta llegó a disculparse por ello con el lector.

Otto Bumbel denunciaba que el jugador, por su trato con los dirigentes, se había acabado contagiado de dos pésimas actitudes de estos: el trato deshonesto y el descuido del fútbol cómo espectáculo. A buena parte de los futbolistas les definía cómo primadictos e irresponsables; y lamentaba que entrenadores de nivel superior (Primera División) tuviesen que dedicar tiempo a la enseñanza de técnica aplicada. La cuestión para Bumbel es que las atribuciones de un técnico de Primera División deberían de ser «acoplar piezas en el aderezo del conjunto» y nunca la de «pulimentador de esas piezas».

Su enfoque de la organización del fútbol era eminentemente industrialista. Al jugador le consideraba «un instrumento técnico al servicio del club», y por tanto debía llegar a Primera División ya instruido en lo físico-atlético, en lo técnico, en lo táctico y en el comportamiento psico-moral-intelectual. Y si bien reconoce que los genios futbolísticos «nacen», estima que la clase media-alta de jugadores se debe fabricar siguiendo el modelo de los demás gremios profesionales, es decir, mediante un sistema de capacitación. Tal sistema, más de automatización que educativo, sería responsabilidad siempre a las divisiones inferiores, puesto que Otto Bumbel juzga que es en la niñez y en la pubertad cuando el futbolista asimila el «aprendizaje mecánico de la técnica», por lo que considera injusto que recaiga en los entrenadores de categorías superiores el realizar un trabajo técnico individual según las carencias de cada jugador.

A pesar de esta visión tan crítica sobre el futbolista de su época (1982), Otto Bumbel nunca duda en su ensayo de que el jugador es, para lo bueno y para lo malo, la base del juego. Lo indicó de innumerables maneras. Les considera la «principal unidad del fútbol». Y afirmaba que el jugador, «más que cualquier otra contribución» es quien tiene una influencia más radical en «la configuración de los equipos y en el valor del juego producido». Hasta el punto en que afirma que «sin el buen jugador, no hay buen fútbol». Si bien por otro lado considera que el jugador de los ochenta está lastrado por la «heterodoxia de su formación físico-técnica y su casi absoluta negación del estrato intelecto-moral».

Esto acaba provocando un dilema de difícil resolución. El entrenador no tiene tiempo para individualizar el trabajo, pero al mismo tiempo considera que el jugador es quien lógicamente da «estructura y potencialidad al juego de los conjuntos». «El acierto o desacierto de los jugadores es definitivo», concluye Otto Bumbel. Lo cual hasta cierto punto le importuna, porque el veterano entrenador llega a proclamar que le parece increíble que todo el andamiaje material de un estadio, funcionariado administrativo, directivos y masa social repose en cerebros a los que no siempre, más bien raramente, considera dotados de una mente, moral, intelectual y profesionalmente desarrollada, amén de con equilibrio psíquico. Su conclusión era lapidaria: «El jugador profesional, en términos generales, no está preparado para ofrecer unas garantías de actuación regular».

Renato Cesarini. La técnica cómo principio de autoridad.

Sin embargo, al ser esta una relación bidireccional, cómo ya hemos comentado, los jugadores también pueden poner a examen al técnico en cualquier momento, para determinar si este está cualificado para guiarlos. Otro entrenador latinoamercano, Yiyo Carniglia, ya advertía en su biografía sobre la necesidad de que los dirigidos fuesen persuadidos de que el trabajo de la semana les era beneficioso; y que el técnico debía ganarse su confianza y respeto dando ejemplo de su conducta en todos los órdenes de su relación profesional y humana. Ponía además el ejemplo de un técnico que tuvo en Boca Juniors, del que piadosamente escondía el nombre, quien según parece les impartía semanalmente una clase teórica que a los jugadores les aburría soberanamente. Ese técnico en los entrenamientos nunca tocaba la pelota con el pie, siempre daba indicaciones con la pelota en la mano, por lo que los jugadores empezaron a sospechar. Así que un día le tiraron una pelota con mucho efecto, la quiso parar con el pie, pero le dio con la punta. Hizo tal ridículo que al mes siguiente lo tuvieron que exonerar porque los jugadores no le respetaban.

Cuando al entrenador y futbolista Ángel Labruna le preguntaron que si era cierto que Renato Cesarini había sido el sumun cómo técnico, lo máximo, respondió que sí, que sin ninguna duda. Y que lo había sido «por lo que sabía y por el poder de convicción que tenía». Labruna le había conocido cuando tenía 37 o 38 años, y aun jugaba esporádicamente para el primer equipo, mientras que Labruna despuntaba en la cuarta de River. El veterano Cesarini le deslumbró porque parecía saberlo todo en todos los sentidos, tenía un gran carisma. Según Labruna convencía, lo que él consideraba una de las grandes condiciones que tiene que tener un técnico. Pero ese respeto no sólo se sustentaba en sus habilidades retóricas, no. Lo que impactaba a los jugadores es que lo qué Cesarini pedía, primero lo hacía, lo demostraba. Según Labruna, el jugador se fija mucho en si el técnico sabe pegarle a la pelota. Él ponía el ejemplo de que a ellos, cuando les hablaban de los jugadores del mítico Alumni (1908) les daba la risa, porque «cómo iban a jugar esos tipos con esos pantalones». Al conocerlos sólo por las referencias y fotografías no les respetaban. Sin embargo la técnica que ejecutaba con maestría Cesarini sí que era una prueba tangible de su autoridad. A Labruna el tema le debía parecer tan significativo, que en aquel momento de la entrevista (1983) se disculpó por no poder correr ya en los entrenamientos, debido a una vieja fractura, aunque aclaró que él aun pateaba los córners y que la ponía con facilidad en el segundo palo. Cómo si no pudiese concebir que alguien bajase al campo, incluso para entrenar, sin saber tocar convenientemente la pelota.

Renato Cesarini era conocido por dar muchas indicaciones técnicas a sus jugadores, invertía mucho tiempo en eso. Cuando Patricio Hernández estuvo entrenando técnica individual en River cómo ayudante del cuerpo técnico del Tolo Gallego, uno de los dirigentes le dijo que así trabajaba Renato Cesarini, y eso para él fue un gran orgullo. El Puma Morete también explicó en una entrevista cómo a él le vino a ver Cesarini, entonces técnico del primer equipo, cuando el Puma aun estaba en la novena de River, y Cesarini se dedicó a aconsejarle sobre cómo arrancar mejor en carrera, para ganarle tiempo al defensor, o cómo perfilar el cuerpo según quisiese pared o pelotazo en una jugada.

Johan Cruyff. La técnica cómo principio metodológico integral.

Unos años después de que Labruna concediese esta entrevista, Johan Cruyff llegó al FC Barcelona cómo técnico (1988). Según el entonces presidente, Josep Lluís Núñez, llegaba avalado por su prestigio, se entiende que cómo futbolista, y por conocer como pocos el vestuario azulgrana, ya que había sido un gran jugador del Barcelona. Los primeros años de su magisterio, Cruyff recibió pingües críticas por su metodología. Si tomamos la hemerotéca del diario «El País», encontramos que había críticas tanto a su modelo de juego cómo a su metodología de entreno, así cómo a su proyecto de fútbol base. El secretario técnico saliente, Ramón Martínez, escribió un informe que decía que «El equipo tiene una visible inmadurez debido a la peculiar personalidad de su técnico [Cruyff]». Cruyff por su parte pidió que se exonerara a Ramón Martínez por discrepar de su filosofía, y también porque nunca confió en un entrenador que antes no hubiera sido futbolista.

Las críticas también arreciaron en el fútbol base. Según un artículo del diario «El País» (1990), los técnicos del filial se quejaban de que el lenguaje de Cruyff «delataba a menudo las lagunas de su formación, especialmente en el aspecto técnico». Y parece ser que sus comentarios provocaban «reiteradamente el sonrojo de la mayoría de los técnicos que trabajan a sus órdenes cuando ha celebrado reuniones para darles doctrina». Uno de los aspectos que el artículo tildaba de «paridas», siguiendo la peculiar expresión que utilizaba el propio Cruyff, fue el concepto de entrenamientos con rondos, en los que tanto él como Charly Rexach tomaban parte activa, y que Cruyff recomendaba que no durasen más de una hora, porque «con una hora basta, porque con una hora me canso yo y todos».

Apenas dos años después el mismo diario escribía una oda a la metodología del rondo titulada «Instruir deleitando» (1992). Lo que antes causaba sonrojo o estupor ahora era loado, pues el nuevo lema era «divertirse entrenando». Lo mismo que había sido censurado tres años antes por la comisión delegada del club, que había descalificado a Cruyff diciendo que era un técnico «carente de criterio, que ve el fútbol desde una perspectiva muy especial, que no es un auténtico profesional porque entiende el cargo como una mera diversión» (1989). No obstante, ahora esto era visto cómo el factor clave, de hecho, apenas un mes después de la publicación de este artículo, Cruyff le diría a sus jugadores en la previa de la final de Copa de Europa «en la medida que podáis, disfrutadlo», y la memoria popular lo convirtió en el lema «salid y disfrutad».

Y que decir de aquella «parida» criticada por prensa y técnicos del filial, lo de que en el entreno «lo fundamental es trabajar para saber coger la posición en el campo». Ahora se destacaba que a través de esta metodología el holandés volador había sintetizado «todas las necesidades físicas, tácticas, estratégicas y psicológicas para una buena puesta a punto en una sola pieza: el rondo«. E impartía su magisterio, del modo que más resaltaba sus puntos fuertes, es decir, jugando. Aún sorprendía a todos con su «maravilloso toque», mientras aleccionaba a los jugadores con correcciones técnicas individuales. Y si algún jugador dudaba de su autoridad, aduciendo que Cruyff «lo tiene más fácil, [porque] no se mueve», entonces podía plantearse aceptar el desafío de retar a ese jugador por el trono, inventando alguna apuesta, cómo por ejemplo, ver quien tiraba más veces seguidas el balón al poste. Al búlgaro Hristo Stoichkov le humilló de ese modo en un entreno, ganándole fácilmente 5.000 pesetas, en un improvisado concurso que acabó con fallo del búlgaro en su primer intento a 15 metros y siete aciertos seguidos del técnico holandés, el último tirado con la izquierda, su pierna mala, por recochineo. Lo que les quería transmitir es que quizás ellos eran buenos jugadores, pero que él era Johan Cruyff. Y que por eso les podía corregir.

Zinedine Zidane. La técnica cómo vínculo relacional.

La ventaja estratégica que supone para un entrenador saber jugar bien al balón funciona a dos niveles. Por una parte le autoriza ante los jugadores y por otra le permite enseñar «haciendo», que según numerosos expertos en educación es la experiencia de aprendizaje más eficiente. Ya el médico y pensador Albert Schweitzer decía que dar ejemplo no es que sea la principal manera de influir; es que es la única. Y si alguno se pregunta si este tipo de enfoque sigue teniendo vigencia en el fútbol «moderno», quizás cabría recordar las dificultades que tuvo Rafael Benítez cuando intentó asesorar en gestos técnicos a los jugadores del Real Madrid. El propio Cristiano Ronaldo confirmó en una entrevista que hubo discrepancias por el tema y también justificó su postura: “Hay cosas que nadie te puede enseñar, que tienes o no. [Benítez] Me decía como patear el balón o como hacer el dribling, tienes que respetarlo. Yo pensaba, vale, porque hay cosas que no puedes tener un debate con una persona que piensa tan diferente de ti. Es preferible decir gracias y ya está”. Los psicólogos ya avisan de que el consejo es una mala medida preventiva ante conductas de riesgo.

Zidane en cambio hizo cómo Cruyff, retó amistosamente a Cristiano Ronaldo a un concurso de lanzamiento de tiros libres y le superó. El portugués lo encajó con deportividad, y posteriormente ha destacado que Zidane les transmite más empatía que Benítez. La empatía en este caso sería la ventaja comunicativa directa de que el jugador asuma que cuando le hablas lo haces desde una experiencia común. Lo cual tiene efectos positivos incuestionables a la hora de elaborar la relación jugador-entrenador. De este modo el magisterio con balón deviene en el facilitador ideal para alcanzar el objetivo que marcaban técnicos cómo Carniglia o Labruna, esto es, convencer al jugador de que el trabajo que le propones les será beneficioso.

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60 comentarios

  • Luther Blissett 28 julio, 2017

    Estos artículos son una pasada, es una pena que los tengamos que disfrutarlos en una frecuencia tan baja.:'(
    Respecto a la anécdota de Carniglia, cuando Stefan Kovacs fichó x el Ajax para sustituir a Michels su fichaje generó dudas pues no era muy conocido, a pesar de su experiencia en Rumanía, y en su primer entrenamiento lo pusieron a prueba. Primero le preguntaron que longitud debía tener el pelo de los jugadores y el contestó que era entrenador y no peluquero. Minutos después voló hacia él un balón, a la altura de su rodilla, él ( que había sido jugador profesional entre otros equipos del Charleroi) controló el balón y lo devolvió con facilidad. Aprobó el examen, aunque a la larga no supo imponer su autoridad en un vestuario muy difícil con personalidades (y egos) como los de Cruyff, Rep o Keizer.
    Aún así en 1972 poco después de un empate sin goles ante el Benfica, los miembros del consejo de Ajax celebraron una reunión de emergencia y decidieron despedirlo. En ese momento, el Ajax tenía cinco puntos de ventaja en la liga, acababa de martillar al Feyenoord por 5-1 en Rotterdam y había llegado a la final de la Copa de Holanda. El problema era que había continuos rumores de indisciplina, con el asistente del entrenador Han Grijzenhout y el médico John Rollink sugiriendo a la junta que Kovacs había perdido el control.
    Sin embargo los jugadores se rebelaron en favor Kovacs y se quedó. "Los resultados muestran que Kovacs no estaba equivocado", dijo Cruyff.

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  • cordobeh 28 julio, 2017

    Mantengo y mantendré que David es único a la hora de documentar e insertar bibliografía de todo el periodismo deportivo. Es un titán.

    De la temática del artículo: un entrenador gana, dirige, prepara partidos y competiciones, y su carrera es más longeva que la del futbolista. Pero nunca será el que pare un penalti, despeje un balón en la línea, anote o pase el balón ganador, perder o ganar partidos o títulos sobre el césped. Y si nunca has vivido eso sobre el césped a nivel profesional creo que unido al tema de saber qué se siente al ser dirigido por un entrenador (saberte titular o suplente, etc) es un handicap a la hora de gestionar un vestuario. Y ni así, porque aún habiendo jugado en primeras divisiones hay casos de entrenadores que necesitan a 11 peones, sin casi ninguna figura del tablero que se pueda convertir en díscola y hacerte caer.

    A los Ferguson, Guardiola, Zidane, Carletto, Klop, Blanc, etc. no se les hace una cama. Como dice David en el último párrafo con la empatía, hace falta saber comunicar para que el míster parezca padre, hermano mayor, profesor, ex compañero de profesión, todo en uno.

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  • H.. 28 julio, 2017

    Como siempre magnífico artículo, me hizo pensar en lo increíblemente admirable de los entrenadores que han triunfado sin haber sido jugadores profesionales, como Mourinho y Sampaoli… No son muchos. Creo recordar una entrevista de Sampaoli en la que decía que requería muchísima más energía y esfuerzo dirigir para él por no haber sido jugador y cómo todo ello le exigía un carácter y una insistencia muy fuerte para lograr convencer.

    Acabo de buscar entrenadores que no fueron futbolistas y descubrí que Arrigo Sacchi nunca jugó profesionalmente, sorprendente.

    También me hace reflexionar que ser ex futbolista tampoco te garantiza ningún mérito como D.T. y creo que ya se han visto muchos casos de fracasos de ex futbolistas en la dirección técnica, después de todo la dirección de grupos de personas exige no sólo carácter sino habilidades especiales que no todos los futbolistas tienen, ni necesitan.

    Viene el paralelismo a mi mente entre los directores técnicos y los directores de orquesta, que no pueden tocar todos los instrumentos pero con sólo las nociones básicas sobre cómo funcionan deben construir una interpretación musical que sólo se puede lograr desde el convencimiento puro de los intérpretes, es un tema complicado y que también exige conocimientos especiales que el intérprete individual tal vez nunca tenga o necesite, en este caso el director sí forma una parte integral y es protagonista de cómo suena la música sin que su cuerpo sea el que directamente produce el sonido, pero sus gestos son indispensables para construir una cohesión y un carácter que unifica a un grupo enorme de personas.

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @Luther Blissett

    Grande ahí Luther, aportando una anécdota que engarza perfectamente. Cultura circular. Personalmente interpreto que Kovacs era un entrenador adecuado para un grupo de futbolistas que sabía jugar muy bien. No necesitaban un técnico autoritario ni personalista. Pero lógicamente había que testarlo de alguna manera. No podían dejar entrar en ese vestuario a cualquiera.

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @cordobeh

    Justo acabo de leer en un periódico a Danilo decir que Zidane es cómo un padre para él.
    http://www.mundodeportivo.com/futbol/20170727/431

    Así que esto que dices es literal.

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  • Javier Cordero 28 julio, 2017

    Enhorabuena David, un articulazo.

    Yo estuve investigando sobre el Milan de Sacchi y nada más empezar las primeras líneas me acordé de su frase: "no sabía que para ser jinete había que ser antes caballo".

    Os dejo por aquí otra clasificación interesantísima de los técnicos que tuvo durante su carrera Santiago Solari. También da gusto leerle http://blogs.elpais.com/el-charco/2011/03/sobre-i

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @H..

    Di Stefano decía que ser entrenador era trazar una línea en el suelo. En un lado estabas tú y en el otro todos los demás. Jugadores, aficionados, presidente, directivos… Se necesita un carácter especial. No es para todos

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  • SergioMartin91 28 julio, 2017

    Que maravilla de articulo de @David_Mata_Ecos y lo que aprendemos los más jóvenes con este tipo de ensayos. Y coincido con lo que dice @cordobeh sobre que David es el mejor aportando información documentada sobre fútbol. Así da gusto.

    Yendo al tema del artículo y tratando de responder a la pregunta sobre si es necesario que un entrenador haya sido jugador antes, yo hago una separación entre los entrenadores que desarrollan su profesión en clubes grandes y los que lo hacen en clubes con menos historia. O mejor dicho, quizás la separación más precisa sería, entre entrenadores que manejan vestuarios con estrellas y aquellos que no lo hacen, y me explico: a una estrella, bajo mi punto de vista, hay que saber como tratarla y que te escuche en las directrices que le vas dando, para esto, yo veo fundamental haber sido ex jugador sobre todo para que crea más en aquello que le estás contando. Como señala la ultima parte del artículo, no es lo mismo, con todo el respeto, que te diga Rafa Benitez que tienes que mejorar a la hora de tirar las faltas que si te lo dice Zinedine Zidane. Sobre todo si, como se comenta en el artículo, luego te reta el entrenador a tirar faltas entre el y tú y el lo hace mejor. Es más fácil que te escuche y que te convenza si sabes que es bueno tirando faltas. Porque al final una labor fundamental del entrenador es esa: convencer a sus futbolistas de tu idea. Hacerles que crean. Y si creen, la victoria está más cerca. Siguiendo con el ejemplo de Zizou, que es el que tengo más cercano y más conozco, otra labor fundamental del entrenador, como comentaba, es la de gestionar los egos y minutos, y creo que eso es más fácil hacerlo de una manera equilibrada cuando has sido ex jugador, porque conoces lo que se siente siendo suplente en un determinado partido, y es más fácil que empatices con los 24-25 futbolistas que tienes a tu cargo. En cierta manera, a través de ese conocimiento que te da la experiencia, será más justo o al menos intentará serlo.

    Por el contrario, en vestuarios sin estrellas, sin egos tan destacados como los que puede manejar Zidane en la actualidad o Kovacs en su día, si es más fácil convencerles de tu manera de entender el fútbol, y probablemente no tengas tantos problemas a la hora de exigir determinados comportamientos a determinados jugadores, ya que si piensan que tu método les acerca a la victoria te harán caso aunque solo sea por una mera cuestión de que ganar hace que aumente su status como futbolista.

    Espero haber estado a la altura.

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @Javier Cordero

    Muchas gracias, Javier. Solari sin duda escribe mejor que yo. No se si por mérito del sistema escolar argentino o por demérito mío.

    Sobre lo que dices de Sacchi, para mí es un entrenador bajo sospecha. Jamás pudo replicar su éxito milanés. Por otro lado él pone el ejemplo de los caballos, pero yo el de los directores. Es curioso que varios de los considerados grandes directores de actores cómo Huston o Allen sean también actores. Y que De Niro o Brando hayan realizado magníficas películas cuando se arremangaron e hicieron de directores. Brando tiene El rostro impenetrable, que es un western magnífico y De Niro la excelente Una historia del Bronx.

    Respond
  • DSCH 28 julio, 2017

    Perdón por utilizar los comentarios para resaltar esto, pero cuidado con tildar indistintamente la palabra "como". Admiro profundamente los textos de @David_Mata_Ecos y este detalle, por insignificante que sea, siempre llama mi atención y me deja un regusto amargo.
    http://www.fundeu.es/recomendacion/como-cuando-y-http://www.fundeu.es/recomendacion/como-con-sin-t

    Por lo demás, enhorabuena una vez más a David Mata por esta interesantísima y documentada reflexión. Lamento que mi comentario no aporte nada al debate y espero no haber molestado al autor.

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @SergioMartin91

    De hecho cuando empecé a escribir el artículo, que además no se parecía a lo que al final ha salido, lo titulaba provisionalmente cómo "La autoridad", porque trataba de ver cómo los procesos se engrasan o no según la autoridad que confiramos a quien nos dirige o con quien interactuamos.

    Luego le cambiamos el nombre porque la serie Espresso siempre parte de una pregunta, pero ahí queda cual es la premisa de partida.

    Respond
  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @DSCH

    Pido perdón. Soy un analfabeto funcional. Si no hay más faltas es porque me lo repasa Miguel Quintana. Los comentarios por desgracia no me los modera, así que os vais a encontrar de todo. Tened paciencia. La investigación está hecha con el rigor que no tienen ni mi ortografía ni mi gramática. Eso si os lo aseguro.

    Un abrazo

    Respond
  • Lucas 28 julio, 2017

    Gran articulo .

    Mi opinión es que el futbol se ha fragmentado muchisimo y no se puede hablar de él de forma general , quiero decir que nada de lo que se diga de un Madrid , un Bayern o un Barça se puede extrapolar a un 2ª división por ejemplo . Al Madrid o al Barça de hoy solo les pueden entrenar superstar , nadie se imagina que el Benito Floro de turno , alguien que lo hace muy bien en un equipito de provincias pueda entrenar a uno de estos clubes

    Zizu entrena al Madrid porque es Zizu ,una superestrella ,porque su paso por el Castilla le daba cero opciones , hoy tiene más posibilidades de entrenar al Barça Xavi , que ni siquiera es entrenador , que José Bordalás …

    Un entrenador que no haya sido jugador de futbol de 1ª división apenas si tiene opciones de entrenar , la tercera de Madrid la copan exfutbolistas , al igual que la 2ªB , un caso como el de Gregorio Manzano es practicamente imposible en la actualidad …

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  • Lucas 28 julio, 2017

    @ SergioMartin 91

    Hace unos dias veia en tv una entrevista a Cristiano donde tanto él como el periodista que le entrevistaba se reian ante lo que consideraban una anecdota "ridicula" el hecho de que Benitez intentase convencer a Cristiano de mejorar su tecnica de disparo en los tiros libres y recordé como Nadal agradecia no hacía mucho a un exjugador frances el merito de su mejora en el saque ,por curiosidad miré quien era ese exjugador y su mayor logro fue ser 121 del mundo …

    Un 121 del mundo puede mejorar el saque de Nadal y este se lo agradece en público , Nadal es modesto e intenta aprender , un gran entrenador como Benitez no le puede enseñar nada a Cristiano …ese es el problema del futbol .

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @Lucas

    También creo que hay un evidente corporativismo. Los jugadores entienden que esos puestos son suyos y de los suyos. Por eso cuesta más que acepten a uno que no haya sido jugador.

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  • SergioMartin91 28 julio, 2017

    @Lucas

    No a ver, centrándonos en el tema del saque de Rafa es evidente que Nadal ahí tiene margen de mejora, por lo que establecer una relación entre el ranking que ocupa en la atp un determinado jugador y su nivel en todas las facetas que tiene el juego me parece un error, ya que, como comentas, no hace falta ser el numero 3 para sacar mejor que Rafa ni, a su vez, ser el numero 1,2,3 o el que sea te garantiza ser mejor en todas las fases del juego que el numero 121.

    Y volviendo al tema del fútbol, no creo que sea una cuestión de soberbia como dejas entrever (o así lo entiendo yo, perdona sino es así) el hecho de que Cristiano se tomara a mofa lo que le decía Benitez, en otras cosas sobre el juego estoy convencido de que le escuchaba, pero en el tema de tirar las faltas, que es algo eminentemente técnico, entiendo que alguien que no se ha desarrollado con éxito en el fútbol tenga mucho que aportar a Cristiano. Si bien es cierto que probablemente, tampoco lo sabemos, cuando Benitez le llevó a CR7 el famoso dossier sobre como mejorar sus lanzamientos de falta, la relación ya estaba viciada por otra serie de motivos, probablemente relacionados con la libertad que otorga Benitez a sus futbolistas sobre el campo, y eso hiciera que se lo tomase de esa manera.

    Respond
  • Federico 28 julio, 2017

    Por acá en Argentina el tema del artículo está siempre en la "palestra". El futbol en mi país es un ambiente muy cerrado, es muy difícil que alguien que no sea ex jugador llegue a tener renombre como entrenador. El caso nuevo y paradigmático es el de Holan, un loco lindo que primero fue técnico de hockey sobre césped y después de luchar contra corriente es ahora el dt de uno de los grandes de mi país, independiente. Le criticaban por el uso de tecnología como los drones. A propósito de Arrigo Sacchi, llego a la final del mundo del 94. Quizás el peor mundial, pero el estuvo ahí.

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  • MigQuintana 28 julio, 2017

    Me parece un repaso maravillosa de una idea muy difícil de manejar. Grande Profesor Mata.

    Para mí el artículo deja dos lecturas:

    1) Muestra la evidencia: haber sido jugador es un plus, haber sido estrella dos pluses y haber sido la estrella del equipo que ahora entrenas ya, directamente, te convierten en un técnico insuperable a poco que el resto acompañe. Lo de Pep, Cholo o Zidane me parece paradigmático. Es obvio que los tres son muy buenos técnicos. Pero… ¿a quién le sorprendería que dentro de 20 años no hayan vuelto a repetir lo que hicieron en Barcelona, Atlético o Real Madrid? Tendrán grandes trabajos, pero al final esa ventaja competitiva se evaporará en otros contextos.

    2) Nos permite valorar todavía más a los técnicos que no han seguido ese camino. Ya sabéis todos que me encanta seguir la historia de los entrenadores para poder comprenderles un poco mejor… y las historias más atractivas siempre se encuentran en el otro lado. Lo de Bielsa, lo de Mourinho, lo de Sampaoli… incluso lo de Unai Emery, que a pesar de haber sido futbolista no contaba con esa gran ventaja. Es de un mérito tremendo, la verdad. Y no sólo por su conocimiento.

    Respond
  • federico 28 julio, 2017

    Pep tuvo el plus de ser ídolo y emblema de su club, cuando fue técnico eso le dio un ayuda enorme en el respeto del vestuario, que de primeras ya lo tenia ganado. Ahora bien, Mou consiguió, habiendo sido un jugador semi profesional y de dudosa calidad, competir de tu a tu con el mejor equipo de este siglo que ademas contaba con el mejor jugador desde Maradona. Al final con trabajo e inteligencia se puede lograr competir habiendo sido jugador o no. Hay grandes jugadores que son tecnicos no muy dotados y otros ex jugadores que son los mejores tecnicos de la actualidad. Creo que hay para todo los gustos.

    Respond
  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @Federico

    Sí, con la defensa del Milan, que entonces la organizaba Fabio Capello, y con Roberto Baggio al que Sacchi le hizo mil perrerías. Recomiendo leer a mi amigo Eduardo José Ustaritz hablando sobre los problemas de Roberto y sus técnicos.
    http://www.ecosdelbalon.com/2017/03/roberto-baggi

    Muy interesante lo que cuentas de Ariel Holan.

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @MigQuintana

    De hecho quizás los técnicos más exitosos en esos equipos suelen ser ex-jugadores. Luís Aragonés y el Cholo en el Atlético de Madrid. Muñoz, Molowny, Del Bosque o Zidane en el Real Madrid. Cruyff, Guardiola o Luis Enrique en el Barcelona.

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @federico

    Mourinho también es el único entrenador que no ha sido campeón de Europa ni finalista teniendo a Cristiano Ronaldo en su equipo. Alex Ferguson (2 finales), Carlo Ancelotti (1 final), Benítez-Zidane (2 finales) sí lo consiguieron. Incluso Fernando Santos con la selección. Me parece muy curioso.

    Respond
  • Faetón 28 julio, 2017

    Al hilo de la anécdota que comparte David Mata sobre Di Stefano y cómo ser entrenador exige trazar una línea en el suelo; esto es lo que el Jabo Irureta contaba del primer día de don Luis Aragonés como entrenador; en un artículo publicado en El País (https://elpais.com/deportes/2014/02/01/actualidad/1391284814_567252.html):

    "Era un lunes o un martes de noviembre de 1974. El presidente, Vicente Calderón, había decidido prescindir de los servicios de Juan Carlos Lorenzo como entrenador tras disputarse la novena jornada de Liga […] se reunió con los capitanes del equipo. Adelardo y Luis eran los primeros capitanes […] el presidente lanzó una pregunta: "¿Y qué os parece Luis?". "Claro, Luis es el que mejor nos conoce", respondimos casi al unísono.
    Al día siguiente, Luis se presentó en el vestuario con una cartera en la mano. Nos sorprendió que nos hablara a todos de usted, a gente que como Adelardo había estado con él de jugador durante 13 temporadas, Gárate, nueve, yo ocho. Enseguida lo entendimos: "Hasta ahora he sido vuestro compañero, ahora soy vuestro jefe". […] como entrenador marcó el territorio desde el primer día. Fue una sensación extraña, pero no inesperada para nosotros. Luis había disputado como futbolista seis partidos de esa temporada 1974-75 y en la jornada 10 había cambiado la camiseta de futbolista por el chándal de entrenador aunque el escudo seguía siendo el mismo"

    Leer artículos como el de David, en Ecos, un auténtico lujazo

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  • David_Mata_Ecos 28 julio, 2017

    @Faetón

    Es impresionante lo que "sabía" Luís. Es una técnica del entreno aplicada desde el minuto uno y presente en cada detalle. Supercoherente y superbien integrado porque no es sólo una manera de hacer si no de ser. Era auténtico y se percibía cómo genuino, de ahí que fuera tan potente. Magnífica aportación.

    Respond
  • Luther Blissett 28 julio, 2017

    Yo creo que la mayor diferencia entre los entrenadores que han sido jugadores o no (y hablo de élite) es el manejo de los egos y códigos. El haber estado a la otra línea es lo que da una experiencia que ayuda a comprender lo que el jugador necesita o como solucionar las crisis que van surgiendo (creo que existe bastante consenso en que esto ha sido una de las claves del éxito de Zidane). En reiteradas ocasiones no sucede lo mismo con entrenadores sin experiencia como jugadores y ahí están los ejemplos de entrenadores que son unos genios tácticos pero cuyo vestuario terminó explotando (Sacchi, Mourinho, Benítez, Bielsa,…).
    Habló melón, si tiene aspectos positivos que un entrenador haya sido antes jugador ¿los mejores son los que fueron centrocampistas? ¿Por que los grandes jugadores no son buenos entrenadores (excluyo evidentemente de aquí a Cruyff y Di Stefano que es el único en ganar liga con River y Boca e hizo gran trabajo en Valencia)

    Respond
  • Luther Blissett 28 julio, 2017

    Por último que mérito tiene el trabajo de Nagelsmann que tan joven y sin experiencia como entrenador ha conseguido convencer a jugadores que estaban al borde del descenso y sin grandes fichajes lo ha llevado a Champions.

    Respond
  • Sebastián 28 julio, 2017

    Lo siento, pero no estoy de acuerdo.
    Es innegable la utilidad de haber sido cocinero antes que fraile. Pero no debemos olvidar que ambas siguen siendo dos cosas distintas. En comentarios anteriores ya han sido citados casos de grandes entrenadores sin experiencia previa al más alto nivel (Mourinho, Sachi o el tan denostado Benítez que, no lo olvidemos, ha ganado Champions, Europa league/Uefa y La Liga)… pero se ha hecho poco hincapié en estrepitosos batacazos por parte de grandes jugadores cuando han cogido el silbato. El más sonoro, para mí, Diego Armando Maradona.
    Me viene a la memoria un documental en el que un periodista argentino se refería a las carencias del Pelusa como técnico, resumiéndolas en que "Maradona no tiene qué enseñar porque nunca tuvo que aprender".
    Por otro lado, si bien es cierto que grandes actores han triunfado también como directores (podría incluso añadir a Robert Redford con "Gente Corriente" o Warren Beaty con "Rojos"); también lo es que son más los premios y éxitos de taquilla conducidos por directores sin previa experiencia interpretativa. Esta situación, que se da en absolutamente cualquier ámbito profesional, no lo hace sin embargo en el fútbol de élite, y ello es debido a que tanto desde el gremio como desde los medios de comunicación se fomenta este corporativismo.
    El estado de opinión generalizado está alumbrando una verdadera "aristocracia" que hace que el nivel más alto tan sólo pueda estar ocupado por una casta de intocables ("guapos, ricos y buenos jugadores) con derecho perpetuo a riqueza y reconocimiento social. Por cada Cruyff, Guardiola o Zidane, hay cientos de técnicos con igual o superior capacitación que también saben controlar un balón.

    PD: Disfruto como un enano con los artículos del Sr. Mata y particularmente de esta sección, así como el olvidado "Código Cambridge". Un saludo.

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  • SinqueRGZ 28 julio, 2017

    Pellegrini tampoco lo consiguió.

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  • JOSE CUBILLAN 28 julio, 2017

    @David_Mata_Ecos David muchas gracias por alegrarme la tarde, una cosa magnifica este artículo. Lo leí con autentico amor por el fútbol. Eres un crack.
    Al final las bestias logran sobreponerse a su origen, pero en la mayoría de los casos el haber practicado anteriormente un deporte a nivel élite te genera mayor empatía con los jugadores. En los deportes norteamericanos esto es más evidente. En la NBA la gran mayoría de los técnicos fueron jugadores de la misma liga, al igual que la MLB. El fútbol me parece el deporte que tiene más exotismos en este sentido, por los Bielsa, Maturana o Mourinho que hacen grandes cosas sin haber sido cracks o tan siquiera jugadores destacados.

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  • David_Mata_Ecos 29 julio, 2017

    @Luther Blissett

    Franz Beckenbauer conquistó cómo seleccionador el Mundial de 1990 y con el Bayern siempre ganó algo. También Liedholm hizo una gran carrera en Italia.

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  • David_Mata_Ecos 29 julio, 2017

    @Sebastián

    Me parece sensacional que discrepéis y que no haya consenso. De hecho cuando lo escribía ya daba por hecho que generaría polémica. Simplemente transcribiré lo que me decía Marc Roca. El artículo no es una tesis de nada. Aporta argumentos sobre algo. No establece una conclusión sobre el debate total. Se trata de dar altavoz a una postura, no de inhabilitar a las personas que ejerzan el rol de técnico sin haber sido futbolistas. Aun así yo mantengo mi postura de considerar que los técnicos sin pedigrí siempre van a tener handicap, puesto que los futbolistas, generalmente, conceptualizan ese puesto cómo "suyo". Para más info:
    http://www.ecosdelbalon.com/2016/12/origen-evoluc

    Respond
  • David_Mata_Ecos 29 julio, 2017

    @JOSE CUBILLAN

    Me alegro mucho de que te haya gustado tanto. Un abrazo

    Respond
  • Roberticus 29 julio, 2017

    @David Mata Ecos

    Hablaste de Sacchi, y de su efimeridad. Pues no creo que los jugadores de aquél Milán lo sintiesen como un fraude, o un blef no supiera bajar un balón. Pero está ahí lo contado por Maldini: que al final de la temporada 1990-91 los jug se adores perdieron la paciencia con la intensidad con que Sacchi vivía (y que exigía que sus adeptos viviesen) su ideología. Que un día en la cantina en Milanello, Sacchi no paraba de platicar con el Van Basten sobre su posicionamiento en campo o algo así, y el ariete holandés se hartó, diciéndole basta, que lo único que queria era terminar su almuerzo y en paz.

    Luego, cuando asumió Capello, y a pesar de la fama de mandón que se le tildaba, éste preferió hablarles a los jugadores sobre sus hijos, o una comida favorita o aquella película que fulanito hubiera visto el otro día, porque Capello al haber sido jugador sabía que habría momentos en que el juego era lo último en que el futbolista quería deparar.

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  • Juan Plaza 30 julio, 2017

    Si un entrenador no puede ser top sin haber sido antes jugador de cierto renombre no es un problema del entrenador, sino del fútbol. Eso demuestra que el futbolista es el más inmaduro de los deportistas profesionales. Imaginaos a Tyson diciéndole a D'Amato que no le puede enseñar nada porque no le aguantaría medio asalto

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  • David_Mata_Ecos 30 julio, 2017

    @Roberticus

    Hablé de Sacchi pero en lo comentarios, no en el artículo. Y hablé porque Javier Cordero sacó a relucir la disculpa que daba él cuando le recordaban que no había sido futbolista de élite: "no sabía que para ser jinete había que ser antes caballo".

    Dado que con esa frase Sacchi parece querer minimizar la importancia de la experiencia de un ex-futbolista a la hora de entrenar, aproveché para responder aportando dos datos distintos.

    Por un lado recordar que en otros ámbitos, cómo en el cine, los actores-directores han tenido prestigio cómo "directores de actores". Por el otro aproveché para señalar que Sacchi jamás replicó su éxito en Milán.

    De hecho me gustaría señalar que los otros dos grandes técnicos de Milán, Fabio Capello y Carlo Ancelotti, que si han sido ambos jugadores de gran nivel, si pudieron replicar en otros equipos y paises sus éxitos con el Milán.

    Un saludo

    Respond
  • David_Mata_Ecos 30 julio, 2017

    @Juan Plaza

    Bueno, realmente si que ha habido entrenadores top que no habían sido jugadores de prestigio, así que creo que podremos considerar que si ese es el criterio ya les podemos dar a los futbolistas el título de "madurados".

    Saludos

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  • Soprano_23 30 julio, 2017

    @Lucas

    ¿Cristiano no intenta aprender? Cristiano es el paradigma de la evolución del futbolista mediante entrenamiento, esfuerzo y aprendizaje.

    Respond
  • Juan Plaza 30 julio, 2017

    @David_Mata_Ecos
    Bueno, de tu excelente artículo se extrae a la primera que es justo hoy en día cuando el entrenador-no-jugador se pone más en duda que nunca. O sea, que se está involucionando

    Respond
  • Chema 30 julio, 2017

    @David_Mata_Ecos

    Hombre, Sacchi luego entreno 5 años a Italia llegando a la final del Mundial del 94 y perdiendo en penaltis. Yo no diria que Sacchi fue incapaz de replicar el exito del Milan jamas, sino que no lo replico en rodas sus experiencias

    Respond
  • Larios84 30 julio, 2017

    Sobre Benítez, vale que no haya sido profesional, pero si formó parte de las categorías inferiores blancas, y en la antesala del Castilla, sufrío una grave lesión de rodilla, que le hizo tener que terminar en clubes de categorías menores como Parla y Linares.

    Es curioso que se tenga en cuenta, el haber sido profesional, pero al fin y al cabo muchos lo dicen como que deben ser estrellas de sus equipos para poder llegar luego a poder entrenarlos, si son equipos de nivel medio alto.

    En esa tesitura luego esta el jugador, que fue grande en su club, que se dedicó a ser entrenador después, hasta pasando por Castilla, y que actualmente se ha labrado un buen CV como técnico de alto nivel pero que con 54 ve lejos el poder entrenar al equipo de su vida, no hablo de otro que Michel, caso paradigmático, de futbolista profesional de los más grandes de su época, luego haciéndose entrenador en diferentes clubes de Primera y supongo que con casi ninguna esperanza de recibir una oportunidad en su club.

    PD: Otro tema interesante sobre los entrenadores que antes fueron futbolistas profesionales, sería ¿Los futbolistas con carácter más defensivo suelen ser entrenadores que priorizan más el orden y la defensa y los ofensivos el libre albedrío y fútbol más de ataque? Zizou siendo un jugador imaginativo, siempre se ha guardado mucho la ropa, fruto de su períoddo en Juventus, y de ver que para el lucirse antes había un esquema, sistema y jugadores que le facilitaban sus labores creativas

    Respond
  • Ruqueyo 30 julio, 2017

    Un grandísimo artículo, mi enhorabuena. Yo opino que no es condición necesaria ser un gran jugador previamente para ser un buen entrenador, hay casos para decir y contradecir cualquiera de las dos posturas, pues algunos de los mejores entrenadores y más innovadores no han sido jugadores relevantes previamente, y algunos de los más grandes jugadores han sido pésimos entrenadores. Ahora bien, es innegable que un buen jugador, con una cabeza bien amueblada y un carisma potente, es un gran valor añadido a esa figura del entrenador. Casos como los citados de Cruyff, Guardiola y el más reciente de Zidane, son ejemplos de que además de tener una idea futbolística de gran valor, también se han visto respaldados por el potente carisma de su figura como jugadores de altísimo nivel. Por poner un contrapunto intermedio, tenemos ahora mismo el caso de Valverde al frente del Barcelona, nadie duda de sus dotes de entrenador, de que va a imprimir un sello de intensidad y lucha en el juego del equipo, como ya ha dejado previamente en su paso por el Athlétic de Bilbao, pero la duda es el peso del entrenador en un vestuario como el del Barcelona con vacas sagradas como Messi, Neymar, Suárez, Piqué, Iniesta, Busquets,…… Valverde no fue un jugador relevante, aunque sí fue un buen jugador de su época, pero no fue un jugador TOP, dudo mucho de que jugadores como Neymar, por su edad y su nacionalidad brasileña, hayan tenido conocimiento de quien fue Valverde como jugador, y tampoco es que su trayectoria como entrenador, aunque meritoria, sea especialmente candorosa para el gran público. Por lo pronto me ha gustado lo que he visto en los primeros amistosos, y cómo resolvió el envite de Neymar y Semedo, con el brasileño expulsado del entrenamiento.

    Zidane por contra es un hombre que causa admiración en el vestuario, y ha sido increíble cómo ha invertido el rendimiento de una plantilla que prácticamente es idéntica a la que dirigió Benítez.

    Las palabras de Bierhoff tienen su sentido, pero no hay que tomarlas como un dogma, Alemania desde hace unos años está diseñando una estrategia futbolística muy inteligente que ya la ha puesto en el cima del fútbol y que le va a garantizar aun más resultados en los próximos años, pero sí es cierto que no hay entrenadores alemanes con el carisma de un Guardiola o un Zidane. Low o Klopp no generan ese efecto de admiración. Yo en su día esperaba que Matthaus fuera un gran entrenador, y se ha quedado en nada. Es sorprendente que por ejemplo de la Alemania campeona del mundo de 1990, casi ningún jugador haya llegado a ser entrenador y casi ninguno relevante, quizás se salva de la quema Klinsmann, aunque no a un nivel TOP, y ahí había nombre como Illgner, Aumann, Reuter, Brehme, Kohler, Littbarski, Hassler, Thon, Moeller, Voeller, o Riedle, ahí es nada

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  • Ruqueyo 30 julio, 2017

    Y leyendo a algunos compañeros, me mojo de cara al futuro. De los dos grandes cracks del momento, Messi y Cristiano, no veo a ninguno de ellos como un gran entrenador, de hecho, apostaría a que ninguno va a llegar ni siquiera a entrenador. A ambos los veo más de empresarios, al portugués mucho más que al argentino. Messi es evidente que va a ser siempre respetado como el mejor futbolista de la historia allá donde vaya, pero no tiene carisma para ser entrenador, no es nada comunicador y tampoco transmite que sea inteligente desde el punto de vista táctico, yo lo veo un jugador que es puro talento técnico, pero no táctico. A Cristiano, aunque algo más comunicador que Messi, no lo veo tampoco dirigiendo un vestuario, tiene un perfil muy dominante y chocaría con los pesos pesados de turno en su equipo, y tampoco destaca por ser especialmente inteligente desde el punto de vista táctico, es un portento físico.

    Por contra, tengo muchas esperanzas de ver a Xavi Hernández como entrenador, es un personaje con un carisma bestial, dotes de comunicador y tiene un conocimiento táctico bestial. Otro que veo en breve en banquillo es a Xabi Alonso. Iniesta creo que será entrenador, pero no de perfil TOP. Sergio Ramos en la línea de Iniesta.

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  • gansus 31 julio, 2017

    Para mí el que es obvio que era entrenador antes de retirarse es Xabi Alonso, no creéis?

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  • David_Mata_Ecos 31 julio, 2017

    @Chema

    Bueno, cogió una selección que fue 3ª en 1990 y quedó 2º en 1994. Si no recuerdo mal por el camino fue tan criticado que se debatió sobre él hasta en el Parlamento italiano. Posterioremente entrenó a 3 equipos. AC Milán, Atlético de Madrid y Parma. Ninguna de esas 3 experiencias puede calificarse de exitosa. Creo que el curriculo post-Milán de Capello y Ancelotti es significativamente superior.

    Respond
  • David_Mata_Ecos 31 julio, 2017

    @Larios84

    O el de Ronald Koeman en el FCB. Holandés de la etapa Cruyff. Perfecto conocedor de la cultura del club. Ganador de la Champions League. Su curriculo diría que es superior al de Michel ya que este no ganó la Champions y cómo jugador era mucho más conflictivo que Koeman. Sin embargo no parece que el holandés tenga chance de entrenar próximamente al Barcelona.

    Respond
  • David_Mata_Ecos 31 julio, 2017

    @Ruqueyo

    Claro que hay casos para todo. De hecho aprovecho para remarcar que la intención del artículo nunca fue juzgar que no hay sitio para los entrenadores que no han sido jugadores de élite, si no explorar que ventajas tienen los que si lo han sido, a través del relato de algunos casos que me parecían significativos en cuanto a representativos.

    Respond
  • David_Mata_Ecos 31 julio, 2017

    @gansus

    Veo imposible poder prever el futuro desarrollo de una carrera cómo técnico, puesto que dependerán de muchísimos factores que no controla. Ya digo que el caso más claro para mí era Koeman en el Barcelona y nunca se ha dado.

    Cabe añadir que me impresionó en su día descubrir que le habían dedicado un libro a los "141 Días Como Entrenador" de Juan Gómez, Juanito. El mítico atacante de Fuengirola. Por más que intento imaginar que hubiese pasado si no llega a fallecer, no me atrevo a opinar si hubiese llegado o no a entrenar al Real Madrid.

    Respond
  • gansus 31 julio, 2017

    @David_Mata_Ecos
    Me refería no a predecir una evolución, sino a que siempre tuve la impresión, sobre todo en partidos importantes, de que Xabi Alonso tenía una enorme facilidad para detectar fortalezas y debilidades. Es decir, no sólo que tácticamente fuera muy bueno, sino a que tenía la capacidad de modificar su comportamiento táctico según las necesidades de su equipo. Y darse cuenta de ese desde fuera y viendo todo el campo no es fácil: desde dentro me parece más difícil aún. Y él lo tuvo siempre.

    Y me parece fundamental para un técnico.

    Respond
  • Veneziano 31 julio, 2017

    Muy bueno el articulo , muy interesante el argumento y muy enriquecedor el debate .

    Creo que en resumen se puede decir que : 1) Haber sido un jugador profesional de buen nivel (si gran estrella aùn mejor) ayuda muchisimo , es importantisimo por motivos obvios (conocimientos a traves de la piel , acumulacion de experiencias que alguien que no jugò no posee ) y por motivos menos obvios como la predesposicion del jugador a escuchar mejor y respetar al ex- jugador ahora tecnico .

    2) Se puede ser un excelente entrenador sin haber jugado al futbol en modo profesional . Y podemos decir esto porque hay varios ejemplos a diferentes niveles . Mourinho es la icona actual , pero tambien Sarri creo que entraria en esta categoria ( trabajaba como empleado de un banco ) . Claro ….es mas raro que suceda porque es muchisimo mas dificil , es una desventaja mostruosa respecto a un jugador profesional que decide dirigir , es menos probable sin duda , pero es posible y los resultados pueden ser tan buenos como quien ha jugado al futbol a alto nivel .

    Soy mas de la idea de razonar desde una perspectiva no-bipolar , es decir ponerse la pregunta : es mejor haber sido jugador o no haber sido jugador ? reduce mucho la comprension porque ese solo aspecto no es decisivo ……como demuestra la rica realidad historica .

    Con respecto a Sacchi creo que su aporte al futbol ha sido excepcional , cambiò en su momento la idea de futbol del pais que dominaba el futbol internacional a todos los niveles ….sin haber jugado nunca . El Milan no era su casa , èl era un desconocido en una ciudad y un Club que no habìan sido nunca suyo por ningùn motivo .
    Tambien llegar a la final con Italia en el mundial '94 creo que se le deba reconocer como merito , luego de èl Italia debiò esperar tres mundiales para jugar otra final , por mas Italia que sea no es facil hacer jugar finales a una seleccion .
    Sus trofeos no son tantos (Capello mismo tiene muchos mas ) pero su aporte al futbol ha sido casi inigualable …..como se mide eso ?

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  • @esejulioeduardo 31 julio, 2017

    ¿Existe espacio para otra pregunta?, Ya todos hablaron sobre la ventaja que supone haber sido un jugador TOP para tener éxito como entrenador de un equipo TOP. Pero, ¿Un ex-jugador TOP, puede tener éxito en un equipo de medio vuelo? .. Es decir, independientemente de la autoridad que le da a Zidane su palmarés como jugador para poder trabajar una plantilla como la del Real Madrid; ¿podría Zizou haber conseguido una Champions como la del Porto en 2004 o la del Inter en 2010, con ese nivel de plantilla?

    Respond
  • Veneziano 31 julio, 2017

    @esejulioeduardo

    ….yo creo que posible es posible , pero de una grandisima dificultad para lograrlo . Igual dificultad que tuvo Mourinho para lograr esos dos grandisimos exitos .
    Un ex-jugador top puede ser un muy buen entrenador y si eres un muy buen entrenador puedes demostrarlo en cualquier contexto ….por eso es posible lograrlo .

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  • Restituyo98 31 julio, 2017

    Nunca habia estado tan entusiasmado leyendo algo como lo estuve mientras veia esto …. tengo que felicitar tanto a @david_mata_ecos como a todos los que comentan aqui … super nivelazo … y traer a colación una comparativa (actor y director de cine / jugador-entrenador) me parece sumamente interesante.

    Me gustaria ver al escritor ponerse del otro lado de la moneda… desde el entrenador que no ha sido jugador, seria un desafio despues de haberse esforzado tanto en el otro punto del tema

    Respond
  • Chema 31 julio, 2017

    @David_Mata_Ecos

    Italia en el 90 fue 3, pero hay que recordar que ese Mundial se jugo en su pais, con la ventaja que ello conlleva (Inglaterra o Francia, mismamente, solo han ganado en su pais, y hasta Sudafrica 2010, todos los anfitriones pasaron de primera fase -incluyendo paises como Corea, Japon, Chile, Suiza o Suecia, que algunos en su momento no eran potencia y otros no lo han sido nunca-, y como ha indicado otro forista, despues tardo 3 mundiales en llegar a la final. Ademas, Sacchi tuvo previamente otro exito, ascender al Parma a la Serie B (que quiza ahora sabe a poco visto lo que hizo el Parma despues, pero no supo a poco en su momento). En el Atleti no lo hizo mal, dimitio, pero ese no era el deseo de nadie en el club, ni jugadores, ni aficion ni directiva (presidida por un autentico tritura entrenadores como Jesus Gil). En lo del Parma y Milan en sus segundas experiencias llevas razon, eso es por lo que, como he afirmado antes, Sacchi tuvo un grandisimo exito en 3 de sus equipos (primeros Parma y Milan e Italia), en uno revolucino el futbol (primer Milan), en otro no lo hizo mal (Atletico) y en los otros paso sin pena ni gloria (sus segundas etapas)

    Respond
  • David_Mata_Ecos 31 julio, 2017

    @Veneziano

    Gracias Veneziano. Imagino que la revolución más importante atribuida a Sacchi es poner de moda la zona. Personalmente creo que el mérito en todo eso de Franco Baresi (and company) es muy superior. Para mí resulta muy revelador que Baresi haya triunfado internacionalmente con Sacchi y sin Sacchi, pero en cambio el técnico de Fusignano no pudo hacerlo sin el libero. Personalmente sigo jerarquizando a los jugadores muy por encima de los técnicos. ¿Se podía hacer eso de triunfar sin la defensa del Milan? Bueno, Fabio Capello y Carlo Ancelotti lo consiguieron. ¿Quizás porque ambos si tenían experiencia cómo jugadores y mayores habilidades relacionales (Sacchi es muy pesado)? Pues quizás sea una parte. Yo apostaría porque si era parte de la mezcla.

    Un saludo

    Respond
  • David_Mata_Ecos 31 julio, 2017

    @esejulioeduardo

    Es que una cosa es el teórico nivel de los jugadores y otra el rendimiento cómo equipo. Un bloque puede rendir por encima de su valor teórico cómo ya sucedido varias veces estos últimos años. Se trata de algo multifactorial en lo que el entrenador es una parte de la mezcla, claro. Sobre el caso específico que preguntas, sería hacer fútbol-ficción. No tengo ninguna reflexión que aportar para ratificar o descartar esa posibilidad. Si alguno la tiene pues está invitado a desarrollarlo.

    Un saludo

    Respond
  • David_Mata_Ecos 31 julio, 2017

    @Restituyo98

    Me alegro de que te haya gustado. La comparación con los actores/directores viene a colación de que yo conceptualizo el fútbol cómo un arte. Obviamente tiene una parte técnica, pero eso es conatural al arte. Lo que me llama la atención es que para Sacchi la comparación sea imaginarse a él como un jinete y al jugador como un caballo. Me parece grotesco.

    Vas a permitirme que por ahora rechace tu desafio. Creo que los entrenadores nos lo agradeceran.

    Un abrazo

    Respond
  • David_Mata_Ecos 1 agosto, 2017

    @Chema

    Ni España ni México llegaron a semifinales en los anteriores mundiales. Italia había realizado buenas performances en 1978 y 1982. Lo de 1990 era un resultado lógico a su tradición y potencial. De hecho sobre el papel la selección de 1990 es potentísima. Podría perfectamente haber llegado a la final sin el error de Zenga. A mí me gustó más que la de 1994 por más que quedara por debajo.

    Por acotar lo de Sacchi -que si no un personaje como él se comerá todo el debate- en lo relativo al tema que nos ocupa, diré que siempre me ha molestado su metáfora sobre "caballos y jinetes", porque creo que ilustra una concepción de la relación mister-jugador que me parece terrible. Ya me diréis si vosotros consideráis equiparable la relación entre un jinete y una montura con técnicos y jugadores. Me parece terrible a nivel ideológico. Por otro lado, creo que su famoso perfeccionismo no es para nada un valor tan positivo cómo se nos ha querido vender. Mi amigo @Postmoe hizo una crítica sobre el workalcoholismo de Guardiola que a mí entender va al pelo (ja!) para el caso de Sacchi.
    https://twitter.com/Postmoe/status/77638597943953

    "Me dejan muy frío las descripciones de Guardiola como enfermo del fútbol que trabaja 130 horas a la semana. El mito del workaholic. Se sabe que ese tipo de perfil es terriblemente problemático en un entorno de trabajo, se sabe que es sub-óptimo y que no explica el éxito. Lo que explica el éxito de Pep es su motivación y ganas de aprender. Probablemente su método esté bastante contaminado por sus manías. Pero cuando una persona no puede concebir la derrota tiene mucho ganado, se auto-condiciona. Pero que siempre piense en fútbol… meh. A nivel de método y rutinas de trabajo sería mucho mejor que no pensara siempre en fútbol. Pensar siempre en fútbol es malo, sin más. Pero la narrativa actual está tan llena de mierda: emprendeduría, desaparición del tiempo libre, disponibilidad total y el resto de basura."

    Esto mismo lo escribes cambiando Guardiola por Sacchi y funciona perfectamente.

    Un abrazo, Chema

    Respond
  • Luciana 1 agosto, 2017

    Belleza! Siempre incitando a estudiar, además.
    Un artículo profundo David, que invita a seguir proyectando el dilema…la EMPATÍA, como marcaste en el último párrafo, una cuestión ineludible.

    ¡¡Beso grande, David!!

    Respond
  • Sebastián 1 agosto, 2017

    Gran artículo y mejor debate: !!enhorabuena, David!!

    Hay un par de cosas que dejé en el tintero en mi anterior comentario y alguna otra suscitada por los comentarios posteriores. Es cierto que un técnico carente de experiencia al más alto nivel no tiene ejemplo con el que predicar a sus jugadores. Sin embargo, también lo es que el sentimiento, las sensaciones, las dudas, certezas y, en definitiva, todo aquello susceptible de pasar por la cabeza del futbolista, es algo que un técnico, capacitado y con dotes humanas, puede comprender basándose en aquellas de entre sus propias experiencias personales que le hayan suscitado emociones semejantes… eso, claro, a poco que el susodicho futbolista otorgue al técnico "advenedizo" el beneficio de la duda.

    Lo que me conduce al caso de Rafa Benítez y Cristiano Ronaldo. Considero que el técnico llevaba toda la razón del mundo al tratar de corregir las evidentes carencias de golpeo del portugués, cuya paupérrima efectividad a balón parado es tan sorprendente como poco comentada. En cambio, Cristiano no tan sólo hizo caso omiso, sino que se permitió reírse, con la complacencia de su entrevistador, de quien "osó" mostrarle una de sus carencias. Asimismo, la prensa "especializada" también criticó su insistencia en alinear a un, por entonces, no tan conocido Casemiro, de mucho menos relumbrón que el actualmente defenestrado James. En cambio, fue llegar Zidane y las críticas se tornaron alabanzas cuando el francés aplicó idénticas soluciones a ambos problemas.
    Por cierto, me parece tan sintomático como preocupante que, la misma plantilla que había triunfado con Ancelotti y después con Zidane, no lo hiciese con Benítez. ¿vestuario o camerino?.
    Por último, tanto Capello como Ancelotti triunfaron fuera del Milan, sí, pero dirigiendo auténticos portaaviones (Real Madrid, PSG, Chelsea…). Mientras que Sacchi entrenó a un Atlético de Madrid bastante convulso y al Parma, todo hay que decirlo. De hecho, me gustaría ver a Carletto degustar algo que no fuera el néctar y ambrosía del Olimpo… "gestores de egos", los llaman.

    Respond
  • Christian Leo 13 marzo, 2021

    Sin duda es un plus, pero tienen la ventaja de ser mayoría, incluso hay países donde debes haber jugado profesionalmente un par de años para poder hacer la carrera y posterior acreditación, y creo que en esos países es la razón de que haya muy pocos buenos porque son puros ex futbolistas, y el fútbol es mediocre, llegan de afuera a hacer mejores campañas, de hecho los más exitosos han sido extranjeros y sin pasado futbolístico, así que creo que el éxito es producto de que son mayoría y tienen ventaja si son referentes, pero creo que debes gustar mucho del fútbol para meterte si te dejan, a esta profesión, y además ser muy inteligente, y lo inteligente es que si no fuiste futbolista profesional, será un difícil camino, acá, no hay camino.

    Respond

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