El Deportivo de la Coruña suma ocho puntos de doce posibles -habiendo jugado ante Atlético y Barça- desde que Pepe Mel es entrenador del cuadro gallego, y han sido estos tres últimos, logrados ante el vigente campeón, los que han confirmado con fútbol la dinámica positiva que atraviesa el equipo. Repasando lo que fue el encuentro, el Dépor clavó el plan que imaginó antes de comenzar. Le salió todo, pues aunque quizás debió presionar más arriba tal y como se desarrolló el choque, la jugada de esperar y salir le salió perfecta. Mel aceptó un partido de control, basado en un repliegue, que no facilitara un ida y vuelta a los de Luis Enrique. Desde ese punto de partida, y sabidas las ausencias de Sidnei, Mosquera y Andone, más la de Colak, en el banquillo, la victoria deportivista cumplió con todo lo que un modesto debe asumir y producir para ello desde un bajo porcentaje de posesión y una baja altura defensiva.
En frente, una ausencia fundamental: Neymar. El brasileño viene siendo el jugador que quiere cada pelota que cruza la divisoria, pues su energía y proactividad, casi febriles viendo lo que en práctica soledad realizó ante el PSG, historia del club blaugrana, no están siendo compensadas por el otro capaz de ello. Con Messi tan apagado, las bandas sin regate y la medular sin pases, el técnico asturiano optó por dos conductores en el costado izquierdo, Gomes de interior y Arda de extremo, con tal de paliar dicho déficit.
Luis Enrique optó por Arda y Denis en los extremos del 3-4-3
En consecuencia, para transformar la altura ofensiva -defensa rival de cara- en profundidad -defensa rival girada-, el Barça usó su banda izquierda para fijar y al interior o el ‘9’ para romper por dentro para después poblar el área en primera y segunda línea. En la primera media hora, los culés fueron ligeramente superiores. Su salida de balón, poco comprometida, pudo iniciarse muy arriba y desde ahí intentar actuar desde la posesión.
Por su parte, el Dépor quería ser igual o superior por el carril central y esperar su momento. Mel optó por reducir espacios y confiar en que Messi no tomara el mando, como así fue. Con capacidad para salvar los posibles ‘0-1′, el pasó de los minutos, principalmente en la segunda parte, sirvieron para ver el plan ofensivo de Mel. Con velocidad por fuera -Juanfran vs Alba, Gil vs Mascherano-, la ventaja no fue sino de Gama y Joselu y la posterior llegada de Borges. Con las alas más frenadas y Andone ausente, el Dépor transformó, poco a poco, y con momentos de mucha calidad, su transición defensa-ataque, a priori lenta, en un ataque más organizado.
La labor de Gama fue fundamental en campo contrario
Los blanquiazules fueron sumando tiempo en campo contrario cuando lograban robar, incorporando a Fajr en la derecha para construir una sociedad con Gama y Juanfran que castigara el retorno culé para una vez asentadas las primeras piezas, llamar a las demás y obligar a su rival a formar líneas defensivas. Aunque no se concretara en grandes ocasiones, la idea daba aire al Dépor, conectaba a la grada, que veía a su equipo ir protagonizando más ataques, cumpliendo así con una parte más del plan.
Marcar el 1-0 fue el siguiente punto, muy necesario, para que el Dépor cosechara momentáneos frutos y estímulo para continuar con su esfuerzo sin balón. Precisamente fue el 1-1 de Luis Suárez lo que activó la salida de los de Mel, que cuajaron notables transiciones, siempre escapando de la presión culé, defectuosa ante cada pérdida de un Messi muy impreciso. El 2-1, también a balón parado, crucial para seguir cumpliendo con el guion, hizo maniobrar a Luis Enrique, que llamó a Iniesta y Rakitic. Con las bandas culés sin desborde ni productividad, el Barça se encomendó al gesto concreto y el toque inspirado en el espacio más corto. Con un Dépor replegadísimo desde el 75′, todo el Barça fue para arriba conformando una defensa gallega por acumulación y un posible contragolpe –entrada de Kakuta mediante– que Fajr no pudo concretar en el 1-3.
Foto: Octavio Passos/Getty Images
Xisco_Rincon 13 marzo, 2017
Evidentemente el no estar Neymar fue el mayor de los problemas, aunque bajo mi punto de vista para mí el problema es que LE tiene demasiados jugadores que si no están el equipo da un bajón de juego. Ya lo comentamos en anteriores partidos, cada vez que faltan 2 titulares, el equipo da un bajón. Evidentemente si es Neymar mucho peor, era el que mejor estaba. Pero vamos que yo creo que si hay baja de Suarez y otro titular, también habría bajón de juego.