Aunque su figura haya quedado algo olvidada tras su complicado paso por el Santiago Bernabéu, Asier Illarramendi sigue siendo uno de los mediocentros más académicos, interesantes y valiosos del fútbol español. Ahora, acompañado por David Zurutuza y una idea colectiva más provechosa, el de Mutriku está destacando sobremanera en todo lo que hace. Sobre este hecho en sí, el cambio colectivo y las muchas consecuencias de su bien nivel dialogaron Miguel Quintana y Albert Morén.
Miguel Quintana: […] Aunque es verdad que Asier Illarramendi fue uno de los mejores futbolistas de la Real Sociedad durante la pasada temporada, en realidad no debió ser un año fácil para él, ¿no? Primero por regresar a Donosti después de esos problemas que vivió en el Real Madrid, ese vértigo que pudo sentir en el Santiago Bernabéu, y luego porque estaba en el centro de un equipo, tanto con David Moyes como con Eusebio, que salvo en una pequeña racha de partidos exigía muchísimo de su mediocentro y a cambio no le daba prácticamente nada.
Albert Morén: Sí. A nivel mental, psicológico, evidentemente fue un salto importante. No deja de ser abandonar el Real Madrid, un club de la más absoluta élite. Y, como dices tú, a nivel futbolístico… ¡Es que Illarramendi es un jugador que se define desde la colectividad y desde lo que sucede a su alrededor! Pero esa Real, con ambos técnicos, era un equipo por momentos muy indefinido que a un jugador como él que, como digo, tiene mucho que ver con lo que sucede a su alrededor, tanto para dársela como para recibirlo, le generaba muchos problemas.
Miguel Quintana: Fue una mezcla de todo. De hecho, en este inicio de curso, incluso antes de que Eusebio pareciese dar con la tecla al poner a Zurutuza en la base de la jugada, yo ya estaba viendo a Illarra ofrecer unas constantes mejores, tener muchísima presencia en el juego, ejercer de director de la Real… Una serie de cosas que, en realidad, ni siquiera lo era del todo en el equipo de Montanier. Ahí jugaba muchísimo como interior, y se podría decir que fue en la Sub-21 cuando fue cogiendo peso y se hizo mediocentro de forma definitiva. El caso es que, una vez Eusebio apuesta por alinear a los máximos pasadores en el once titular, todo se ha hecho un poquito más coherente. Asier no tiene que defender tan atrás, puede ir más hacia adelante y, además, tiene un montón de líneas de pases para lucir ese talento asociativo que tiene.
Albert Morén: Digamos que Illarramendi llegó antes que el fútbol de la Real.
M.Q: Eso es.
A.M: Y ahora que se han encontrado la mezcla es muy poderosa. Sobre todo porque encaja muy bien con las virtudes que tiene Asier. Él le da a la Real esa línea continúa de estabilidad en el juego desde el pase, desde el ritmo que le conviene al equipo de Eusebio… Y, al mismo tiempo, recibe un ecosistema muy afín para él. Es un sistema en el que puede tocar, en el que puede jugar arriba, en el que puede juntarse alrededor del balón y del resto de compañeros…
M.Q: Por ir al detalle, podemos decir que Asier contribuye, sobre todo, en tres momentos del juego. El primero es el de la salida de balón, por supuesto. En este sentido es verdad que en San Mamés la Real sufrió mucho ante la presión del Athletic, pues quizás faltan piezas de más calidad más allá de Rulli, Íñigo e Illarra, caso de los laterales o de Navas, pero si los de Eusebio no se encuentran una presión tan feroz sí que logran solventar estos primeros pases de forma genial. Lo hacen de forma muy aseada, casi sin cometer errores y, por ende, se plantan en campo rival de forma muy fácil y rápida.
A.M: Esto es fundamental para Illarramendi. Desde el inicio comienza a marcar lo que es el ritmo, lo que es el tipo de juego que le va bien. Seguramente una Real que de inicio tuviera menos seguridad en esos primeros pases, que dividiera un poco más el balón en ese tipo de situaciones, sería una Real que abrazaría un ritmo y un tipo de partido que a Asier le encaja peor. Que desde el inicio Illarra, Íñigo y la Real en su conjunto esté dominando el circuito asociativo les hace mucho bien.
M.Q: De hecho, no sé si hablar de un ritmo bajo o de un ritmo alto, porque se van mezclando esos momentos, con lo que la Real no peca ni de esa excesiva espesura de años anteriores ni tampoco cae en la precipitación. El caso es que una vez se planta en campo rival, con el apoyo de Zurutuza siempre cerca, Illarramendi está encontrando muy fácil, sobre todo, a Carlos Vela. Plantado en la banda derecha, el mexicano está siendo de nuevo ese centro neurálgico de la posesión txuri-urdin que sirve para ordenar todo, ¿no? Una vez pasas al mexicano, Carlos Martínez puede subir, Oyarzabal puede hacer ese desmarque hacia fuera, William José ocupa el área… La Real gana más tiempo y, al estar el balón en las botas de Vela, también gana más calidad.
A.M: Es que tiene muchas opciones por delante. Esa figura de Zurutuza es fundamental porque es la que pasa a aportar un jugador más que puede recibir el pase de Illarra, con lo que para la defensa rival es más complicado, pues el de Mutriku tiene tanto las opciones de banda como las opciones interiores con Oyarzabal o Zuru, que le están dando mucha altura a la Real. Y, además, cuando la Real llega arriba no se beneficia ya sólo ofensivamente, que por supuesto que sí, sino que incluso a la hora de defender todo es mucho más sencillo con el tipo de piezas que tiene.
M.Q: Esa es la tercera clave del juego de Illarramendi, Albert. La Real está pudiendo presionar hacia adelante. Lo vimos el otro día de forma muy evidente ante el Alavés, que es uno de los equipos que ha mostrado un contragolpe más eficaz en las nueve primeras jornadas. Ahí se juntan Carlos Martínez, David Zurutuza, Íñigo Martínez… E Illarra, claro, que ahí es un absoluto prodigio porque cierra muy bien las líneas de pase. Es decir, en su mediocentro, la Real vuelve a encontrar la forma de jugar más natural. Porque yo creo que si les preguntas al resto de jugadores cómo prefieren defender, te terminan diciendo eso: presionando en campo rival.
A.M: Incluso se da la paradoja de que cuando Eusebio quita esa pieza por delante de Illara para darle un refuerzo en la posición más defensivo, la Real defiende peor porque, justamente, no ha podido llegar arriba, no se ha podido juntar y, por lo tanto, no puede presionar igual de bien […]
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Referencias:
«Pares o Nones»
https://twitter.com/migquintana
https://twitter.com/eumd
Lucas 27 octubre, 2016
Mi sensación con Illarra , es muy parecida a lo que me ocurría con Gago , creo que son dos futbolistas con cabeza de medios centro pero ni su físico ni su técnica dan para ello . La Real , para mi, ha mejorado cuando él deja de tener responsabilidades de cierre en defensa, ya que ni gana duelos físicos , ni gana balones aereos , ni tiene velocidad para corregir , por eso actúa mejor por delante o al lado de un medio centro y le dan labores de asociación , lo que ocurre es que eso le lleva a posiciones donde en un grande le exigiria más presencia ofensiva en 3/4 y ahi es un muy buen jugador para la Real , pero lejos de ser un buen jugador para Madrid , Barça , Atleti o la misma Roja .