Como costumbre arraigada en esta Eurocopa, un gol en los últimos diez minutos del encuentro, obra de Ivan Perisic, dio la victoria a la Croacia de Ante Cacic ante la España de Del Bosque, mandándola a la parte baja del cuadro, donde podría ir enfrentando a todas las campeonas del mundo que pueblan el continente europeo camino a la final. Fue el partido que ha terminado de consagrar a Croacia como una selección capaz de todo en esta Eurocopa. España, que arrancó bien y con el marcador a favor, chocó con un conjunto que lejos de alinear rotaciones y de añorar a su estrella, saltó al Matmut Atlantique de Burdeos con un plan específico. Cada jugador dio forma a la estrategia, sabiendo desactivar la circulación española y castigar su inestable transición ataque-defensa.
Seguramente el hombre más inspirado de la noche fue Ante Cacic, que leyó con maestría las fortalezas de España, una selección que alcanza su mayor nivel competitivo cuando puede empujar contra su portería a su rival de manera constante. Para ello, Croacia plantó sus dos líneas más arribala altura de Iniesta y los tres últimos hombres -Pique, Busi y Ramos- marca la calidad de su posesión, de su pérdida y sus opciones de victorias en cada choque. Croacia, consciente desde el pítido inicial de todo ello, trató de restar altura a cada una de esos cuatro valores, los más importantes del combinado español. Como el reto requiere de muchas cosas, la valoración va en consonancia. Los croatas trabajaron con lucidez la posición de Iniesta, Ramos y Piqué y en ningún momento replegaron intensivamente regalando su propio campo.
Iniesta jugó muy atrás. Cacic lo tenía todo planeado
La posición del bloque balcánico en sus momentos de menor altura defensiva ya exigía a España soluciones diferentes; fijado a una altura idílica para poder separar a las piezas españolas y generar un contragolpe sostenible. Kalinic y Rakitic defendían al ladito de la divisoria y los otros ocho jugadores croatas aceptaban el reto de cerrar espacios con anticipación en sus laterales y centrales y una basculación más marcada hacia el sector de Iniesta y Nolito. Para salir de ahí, el primer gol fue una prueba. Croacia, que mezcló ese bloque medio con presión más alta, fue superada por un primer toque finísimo de Iniesta, que desembocó en la obligada verticalidad que coronó Cesc tras un movimiento clásico horizontal de Silva. Una sincronía perfecta en cruz que dio a España tranquilidad.
En los minutos inmediatamente posteriores, la posesión española fue de calidad, no sin varios sustos en salida que hicieron creer a Croacia. Sin embargo, la ilusión fue transitoria. La defensa de Croacia ganó en agresividad y fue negándose a que Srna, brillante anticipandoIniesta regateara o que su altura marcase su destino. Rog mordiendo a su espalda, Srna persiguiendo los arrastres de Nolito y la doble punta amenazando y distrayendo el trío defensivo, se encargaron de modificar el encuentro paulatinamente. La trampa estaba colocada y España fue cayendo en ella porque de sus hombres más adelantados no estaba sacando apoyos ganadores. Por dentro Croacia iba tirando manos y ganando a los puntos. Al ganar los duelos y subiendo sus zonas de presión, España decidió bajar a Busquets entre centrales y abrir los dos laterales a todas las alturas que necesitase la línea de la pelota, que fue lo que terminó de separar a España y de activar al Rakitic más lanzador, el verdadero Rakitic.
La defensa croata fue la dominadora del segundo tiempo
Cuando Piqué y Ramos suman más de 70 pases cada uno en posición de interiores de facto, España agarra los partidos y el foco alumbra a Iniesta, que con libertad va encontando apoyos, socios, sobrecargas y desmarques a portería. Croacia, ya con 1-1, dejó a España sin ese plan ganador, sin iniciativa. Cada respuesta a la defensa croata no entrañaba una intención ofensiva, sino reactiva a la intensidad y daño que Croacia mostraba. España la tenía pero ya no era capaz de mandar ni desordenar, y sus cracks quedaban alejados entre sí. Kalinic, Pjaca y Perisic habían clavado sus tacos en posición de escapatoria, esperando una transición en igualdad numérica que hizo ver que Ramos está por conectar. Del Bosque dio entrada a Aduriz y Bruno, éste último para sujetar todo lo que España necesitaba de Juanfran y Alba. El ritmo de la circulación fue bajando, tanto como la posición de Andrés, muy retrasada en toda la segunda mitad. Rakitic, en posición ganadora, volvió a ser demasiado para el solitario Busquets. Croacia ganó porque así lo imaginó.
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Foto: GEORGES GOBET/AFP/Getty Images
Locomuycuerdo 22 junio, 2016
Mi primera pregunta: ¿Porque jugo Ramos estando tan condicionado? La amarilla del partido anterior.
Ni ha sido agresivo para tocar a Kalinic cuando salían hacia el, con balon estuvo calamitoso, no expuso nada para que no le amonesten. …, un central inseguro y miedoso, más si es el capitán arrastra al resto.
Hay más pero esa es la primera.
La segunda ¿Porque con 1-1 se recibe un gol de contragolpe?
Hay más preguntas pero cuando no se compite bien no se puede ganar, España jugo 10 para 11 90 minutos y regalo un gol increíble en el minuto 88.