Decíamos que Portugal era de Gomes, de Carvalho, de Guerreiro. Fue un espejismo. Superada la fase de grupos, Fernando Santos ha pegado un volantazo y ha recuperado la identidad de la selección de Scolari y Paulo Bento, la rocosa, la angustiosa, la que se fija como objetivo que el rival no haga nada cueste lo que cueste. ¿Es lo correcto? En el fútbol, las respuestas a preguntas así no existen. Sí se puede afirmar que tres días después de un encuentro exhaustivo contra los húngaros, ayer eliminó a Croacia, que venía a superar en juego y goles a una de las dos grandes favoritas para ganar esta Eurocopa.
Portugal se posicionó sobre un 4-4-2 y esperó en su campo. No obstante, no se trató de un 4-4-2 cualquiera, sino de uno que mostrabaAdrien Silva, la sombra de Luka cierta flexibilidad para adaptarse a las circunstancias: Adrien Silva, el acompañante de William Carvalho en el doble pivote luso, se soltaba del círculo e iba a encimar a Modric. Entre esa eficaz presión -que llevaba a Modric a recibir demasiado abajo– y un magnífico achique de espacios comandado por la tripleta de centrales conformada por Pepe (notable), Fonte y (aunque él no quería) Mandzukic, Fernando Santos expulsó el juego de ataque croata prácticamente hacia su propia mitad de terreno.
Para Portugal fue demasiado fácil desconectar a Rakitic.
Con el paso de los minutos, los de Cacic encontraron una pequeña ranura a partir de sus laterales. Srna estaba vigilado por Gomes pero le superaba a veces, y Strinic ganó la línea de fondo en dos ocasiones seguidas. Sus centros eran relativamente inútiles, pero si se paraban y miraban atrás, podían encontrar a Rakitic. Aunque no lo aparentara, eso suponía una amenaza, y Portugal tomó cartas en el asunto: Nani a tapar una banda y mudanza táctica hacia un 4-5-1. Con ese hombre extra por dentro que protegía a William cuando Silva salía a por Modric, Fernando Santos vio cumplida su principal voluntad y Croacia no hizo absolutamente nada.
El problema luso radicaba en que ellos tampoco creaban ningún peligro. Antaño, este plan cobraba un valor especial por contar con uno de los mejoresLa contra lusa no crea peligro futbolistas de la historia en el arte de contraatacar, Cristiano Ronaldo, pero en estos momentos, el madridista es un delantero sin velocidad diferencial que todavía no acaba de asimilar su nueva realidad en situaciones de transición. O quizá sí lo ha asimilado pero no ha encontrado un remedio para el problema. Puede que de ahí llegue la tremenda impotencia que exhibió anoche en lo que fue, con claridad, uno de los envites menos productivos de su larga carrera deportiva. 1 chut en 120 minutos. De no creer.
Pjaca y Modric hicieron que Croacia fuese mejor en la prórroga.
Como viene sucediendo a lo largo de esta Eurocopa, las sustituciones tuvieron importancia. El primer recambio en entrar fue Renato Sanches, cuya hiperactividad y energía se sintieron para bien. Renato Sanches es el futbolista más autosuficiente de los portugueses, toda vez que Quaresma y Nani no están más rápidos que Cristiano. Dicho lo cual, la sustitución con mayor impacto fue la que protagonizó Pjaca, que entró en el minuto 110 (qué tarde) para dinamitar el partido.
Es verdad que Modric ya había iniciado el punto de inflexión. El desgaste físico de Adrien Silva comenzó a abrirle la puerta y por fin pasó a tener presencia en la mitad de los portugueses, sobre todo entrando por banda derecha. Tan visible fue que Santos retiró del campo al propio Silva para introducir al pivote Danilo, en un intento de refrescar esa capacidad defensiva. Pero el ingreso del pivote luso coincidió con el de Pjaca, que se destacó como el único hombre que siempre superaba a su par. Croacia mantuvo una corta pero intensa racha de juego que pareció destinarle a la victoria. Quizá se la creyó demasiado. En su único contragolpe de calidad, en la única jugada en juego en la que tuvo posibilidad de lograr un resultado superior al empate a cero, Portugal marcó su tanto. Le espera Polonia en cuartos de final.
Foto: PHILIPPE HUGUEN/AFP/Getty Images
roumagg 26 junio, 2016
Dejo algunas notas:
Quaresma lleva un mes en modo clutch. Historia bonita la de suya. Al igual que la de Nani, ambos ante la oportunidad de redimirse de una carrera inferior sus espectativas. Pepe aterrizó oficialmente en el torneo, quitando algún fallo de colocación por salir demasiado a alguna presión. Y Renato Sanches a mí me encanta: tiene un físico diferencial, no le quema el balón (todo lo contrario) y no huye de las labores defensivas. Mucho potencial. En cuanto al tema Cristiano, participó muy poco, sí. Que no hubiera un 9 fijo no le permitía descolgarse atrás para pedir la pelota (pues nadie amenazaría y la defensa achicaría) ni quedarse él de 9 fijo (pues el equipo no saldría de atrás), aunque la mayor causa de sus pocas participaciones fue el planteamiento adoptado por Portugal. Pero las veces que participó me gustó mucho: muy preciso en los toques, rapidez en las descargas, frescura para arrancar y con inteligencia en la toma de decisiones, dando continuidad siempre y permitiendo al equipo avanzar. De hecho, tengo la impresión de que la baja cifra de remates se debió en gran medida a que Cedric no puso un centro bueno en 120 minutos, pese a que posiciones francas de centro tuvo muchas, con bastantes portugueses esperando para el remate. Muchos ataques murieron ahí (y en un horrible André Gomes, que sigue renqueante). La jugada del gol, con Ronaldo y Quaresma recuperando atrás y terminándolo arriba, es back to 2003. Mucho carisma ahí.