El Borussia Dortmund sigue vivo en todas las competiciones, pero en el caso de que llegue el verano y al cerrar el libro de la temporada no haya títulos para el conjunto amarillo, será imposible no asegurar que su entrenador, Thomas Tuchel, es uno de los grandes protagonistas del curso. Su Dortmund demuestra semana tras semana que es capaz de atacar a rivales replegados, de contragolpear con eficacia o de salir con soltura sea cual sea el sistema de presión rival. El duelo de ida frente al Tottenham de octavos de Europa League ha vuelto a demostrar la solidez del modelo de este Borussia Dortmund, y a pesar de que Mauricio Pochettino rotó algunos jugadores importantes para la disputa del encuentro de ida, no elogiar como se merece el juego desplegado por el equipo alemán sería, a todas luces, una injusticia.
El Dortmund volvió a salir con tres desde atrás.
El Dortmund repitió un concepto básico de su enfrentamiento contra el Bayern de Múnich el pasado fin de semana, y fue la salida desde atrás con tres hombres. Fue más bien una medida enfocada a sortear un rasgo básico en el juego del Tottenham de Mauricio Pochettino, su presión adelantada, que a una precaución defensiva contra los extremos rivales, como ocurrió frente al Bayern. Eriksen y Chadli arrancaban a apretar muy arriba, así que Hummels y Piszczek se abrían, con Bender como líbero, para comenzar a jugar.
Mkitharyan sí matizó el planLa variante más significativa, sin embargo, fue la posición de Henrikh Mkitharyan y el impacto que esta tuvo sobre Julian Weigl. En lugar de jugar en la última línea, el armenio actuó como interior derecho, con Gonzalo Castro en el perfil izquierdo y Weigl abriendo líneas de pase a cualquiera de los tres hombres del fondo gracias a su movilidad. El Borussia hizo absolutamente inútil cualquier intento de robo en campo contrario de los Spurs, y tanto hacia fuera -sobre Durm o Marcel Schmelzer- como hacia dentro -con esos tres centrocampistas-, los de Tuchel se saltaban a seis ingleses.
En ese penúltimo escalón apareció el hombre del partido: Aubameyang. Actuando como delantero centro, y comenzó a moverse por la horizontal de los tres cuartos para darle al ataque el penúltimo apoyo. En otros tiempos el gabonés fue un delantero -o extremo- puramente enfocado a atacar los espacios, pero su juego es ahora mucho más rico, y se menea entre las líneas rivales con la soltura de un especialista. A partir de é,l el Dortmund tenía la opción de saltarse la última línea del Tottenham, que era rajada por Schmelzer, Reus e incluso un Piszczek que cuando el balón se asentaba arriba se proyectaba hasta la línea de fondo.
Pochettino no pudo corregir la situación con los cambios.
Tal era el desaguisado que estaba organizándole Tuchel que Pochettino, a pesar de ir perdiendo, decidió recular. Mandó a Eriksen al interior derecho y formó en un 4-5-1 bastante más bajo, a lo que el entrenadísimo conjunto alemán respondió con soltura. Al no haber dos apretando la salida, la aportación de Piszczek en salida era prescindible, de modo que el polaco se abrió y comenzó a emerger la figura de Weigl. El Dortmund comenzó a salir con dos, y el prometedor mediocentro comenzó a tener más protagonismo en unas salidas que ya no eran presionadas. Con tanto espacio y frente a un Tottenham que dibujaba una línea de cinco sin un pivote puro en medio campo, Aubameyang, Mkitharyan y Marco Reus comenzaron a recibir a la espalda de esos tres centrocampistas con demasiada comodidad, y terminaron de darle al equipo inglés una estocada de la que, salvo milagro, no podrá recuperarse.
calameño 11 marzo, 2016
@Miguel, el juego de Tuchel lo merece, que los spurs aspiren a asaltar la cima en premier es otra cosa y aun así se vio un equipo con ideas asentadas, lo que podría dar lastima es que la eliminatoria quedare tan encaminada seguramente, sino que veriamos a la vuelta.