El Real Madrid goleó al Sporting de Gijón por cinco goles a uno. A los 18 minutos, los de Zinedine Zidane ya vencían por cuatro tantos de diferencia, y no sin explicación. El Real trazó jugadas de fantasía una tras otra, con la naturalidad que le permite la calidad de sus futbolistas, pero con una frecuencia muy superior a todo lo visto esta temporada. El Sporting, que recuperó a su mediocentro Sergio Álvarez, prácticamente no pudo constar en el partido mientras éste tuvo aspecto competitivo. Eso sí, el orgullo de los asturianos en la segunda mitad sirvió para que Zidane tomara notas de cómo seguir mejorando.
El Real jugó 45 minutos increíbles pero no un partido perfecto
El Madrid, dicho está, destrozó el 4-4-2 planteado por Abelardo. Más allá de que los blancos rozaron la perfección técnica, existieron dos patrones tácticos que explicaron el vendaval madridista enKroos y Modric, siempre libres el primer acto. Por un lado, el comportamiento de Kroos y Modric. Ambos jugaron muy juntos, con clara tendencia a buscar la pelota pronto y abajo, coloreando al Real como ese equipo de posesión y control que Zizou parece buscar. Se repartieron el peso en el arranque del juego. Eso sí, hay que apuntar que jugaron muy, muy cómodos. Halilovic, segundo punta del Sporting, defendió como el niño que es, dejando libres a Luka y Toni. No fue extraño que Abelardo sustituyera al croata al descanso.
A la zona de creación casi no se asomó Isco, pero eso no quiere decir que no jugase bien. Todo lo contrario, junto a Benzema (increíble en los apoyos) y Cristiano torturaron entre líneas al doble pivote gijonés, combinando con belleza extrema y enormes ganas de disfrutar. Apuntamos que el Madrid pudo lograr esta ventaja numérica en el centro porque Carvajal y Marcelo estaban siempre muy arriba.
Punto y aparte mereció Gareth Bale. Al mandato táctico de actuar por dentro añadió una determinación cerca de la banda que superó a la del resto de compañeros. Bale sumó cuatro regates acertados en una sola mitad y transmitió la mayor sensación de poder individual de todo el conjunto blanco. Y ayer había donde elegir.
El Madrid tiene por mejorar la calidad de su posesión defensiva
Pero los partidos duran 90 minutos, incluso cuando vences 5-0 en el intermedio. Con la salida de Dani Ndi por Halilovic y el traslado de Jony a la izquierda, el Sporting ganó intensidad para defender y salir a la contra, algo que hizo con relativa asiduidad. Y aunque es del todo comprensible la relajación del Madrid, existen factores futbolísticos para comprender el porqué de este cambio. Sin Isco –sustituido– y Bale –lesionado–, la posesión del Real Madrid perdió continuidad, siendo éste uno de los apartados en los que Zidane más debe trabajar. Tarde o temprano, el Madrid acaba recibiendo ocasiones. Para ganar la Champions, hay que cerrar el grifo atrás. Zidane, residente muchos años en el Calcio, seguro que lo sabe.
Peter Sword 18 enero, 2016
Tras ver el partido de ayer, llego a la conclusión de que el relevo más lógico de Bale sería James, aunque muchos pensarán que entre James e Isco se reparte un solo puesto….
No sé, es que este Madrid tan vertical, y tan suicida en cuanto a velocidades, necesita a alguien que dé algo de pausa a la acción, y parece ser que Isco es el ideal. Y no digo que James no pueda hacerlo, pero creo que el colombiano tiene una intencionalidad más marcada y tratará de dar el último pase en vez de ajustar el ritmo de la jugada.
Así, creo que cuando no esté Bale, James, aunque es un perfil distinto, sería el jugador que podría cubrir su posición. Bien es cierto que no tiene velocidad para el recorrido de banda, pero sí tiene el amago y la zurda diabólica para poner los pases en la cabeza de los rivales. El Madrid pasaría a jugar con un delantero menos, porque el cafetero no lo es, pero ganaría otras cosas.
En cualquier caso, es pura especulación, y ya se vio que Zidane prefiere un cambio de cromos "iguales", ya que ante la lesión del galés sacó a Jesé.
Curioso este Madrid, hay ganas de ver cómo evoluciona.