James Rodríguez e Isco Alarcón fueron dos de los futbolistas más brillantes del Real Madrid en la segunda temporada de Carlo Ancelotti en el club blanco. Sin embargo, en esta campaña ninguno de los dos está logrando dar espectáculo con la frecuencia de entonces. Albert Morén y Abel Rojas debaten sobre ello y sobre la compatibilidad de una pareja que, cuando toda la plantilla está sana, rara vez coincide en el once.
Albert Morén: […] Lo que pasa es eso, que tiene que faltar alguno. Pero es verdad, cuando están dan la impresión de que tanto James como Isco comparten un mismo idioma futbolístico y que, además, sus características, aunque diferentes, encajan bien. Isco seguramente más relacionado con el balón y con atraer rivales, mientras que James aprovechando los espacios y su movilidad. Pero ahí encajan bien tanto el colombiano como el malagueño.
Abel Rojas: Son dos tipos que están de moda. No en el Real Madrid en cuanto a espectáculo, pero sí en cuanto a análisis, porque está dando la impresión de que casi todas las decisiones tácticas que toma Rafa Benítez van en detrimento del brillo de estos dos futbolistas. Digamos que, para potenciar a la BBC, el Real Madrid está intercambiando mucho de posición arriba, ha elevado su ritmo… Pero claro, Benítez no quiere que, a costa de esto, haya solamente dos posiciones fijas en su sistema, que en este caso son el doble pivote Kroos – Modric o quien sustituya a ambos…
Albert Morén: Es lo que dices. Por un lado, Benítez ha dado mucha libertad de movimientos a una serie de futbolistas para potenciarlos. Pero, al mismo tiempo, desde el principio, también ha hablado de equilibrar más el sistema, sobre todo respecto a lo que venía haciendo el Real Madrid en las temporadas anteriores. Y en este sentido, sí, siempre ha fijado un futbolista más, que al final han terminado siendo James -o Isco- en la banda derecha del 4-2-3-1 o ahora el colombiano en posición de interior en el 4-3-3. Son los más sacrificados, y no lo agradecen. Sobre todo James, que es un futbolista muy dado a la movilidad y al aparecer por muchas zonas. En este rol más encorsetado, parece que lo está notando.
Abel Rojas: A mí me sorprendió que la última vez que coincidieron en la alineación, que fue el pasado martes ante el Malmo, Isco jugó arriba, formando parte del tridente, y James atrás en el triángulo de centrocampistas. Y la posición fija, en este caso, fue la del interior izquierdo, que como decimos fue el colombiano en esta ocasión. A mí esto me sorprende por lo siguiente, Albert: si uno de los dos puede rendir más en una posición fija, yo creo que es Isco. Me parece un jugador muy móvil, pero de menos movilidad que James y, sobre todo, de una movilidad menos determinante, porque la de James es una fábrica de soluciones.
A.M.: Exactamente.
A.R.: Encima, está la particularidad de que Isco, en perfil izquierdo, rinde más que en el derecho. Esto me hace pensar en que Isco no estaba jugando de extremo derecho porque fuese la posición sobrante, entre comillas, sino porque, pese a lo que digo, para Benítez, en el 4-2-3-1, Isco ha sido muy importante en la derecha. Isco en la derecha no puede verticalizar, está obligado a rebajar revoluciones porque no sale al interior de su pierna buena para dar el pase o para chutar, y él era el único futbolista del Real Madrid que permitía al equipo asentar la posesión arriba, lo cual se antojaba absolutamente crucial de cara a hacer lo único que en defensa tenía sentido con el 4-2-3-1, que era presionar. Si el Madrid no presionaba, se partía en seis abajo y cuatro arriba. ¿Qué ocurre? Que una vez James se ha recuperado y parece evidente que va a entrar en el once, porque sabemos o intuimos que es un futbolista de mayores prestaciones que las del malagueño, aparece el tema de que el colombiano no va a parar la pelota arriba. Con él el Real Madrid va a verticalizar más, no va a tener ese asentamiento en su zona de ataque y, por eso, Benítez piensa que hay que cambiar el sistema, porque si no lo hace sí que se está condenando a no poder presionar al no tener la pelota arriba. Y Rafa, lo que no quiere, es defender en 6+4.
A.M.: Es que James, en esa posición de extremo derecho, queda muy, muy encarado a su rol de lanzador, porque ese guante que tiene en la pierna izquierda le da la posibilidad de habilitar la entrada de Cristiano Ronaldo en el segundo palo, por ejemplo. En cambio, Isco es lo que dices tú: está más relacionado con aglutinar un poco más de balón. Además, esto sucede en el carril de Luka Modric, que es el futbolista que está llamado a alargar y elaborar un poco más los ataques en campo rival. Y quizás juntar esto es lo que le puede dar al Real Madrid de Rafa Benítez ese poso y ese dilatar la jugada ofensiva.
A.R.: Además, con el 4-3-3, lo que sí ocurre es que el extremo derecho pasa a tener libertad. Creo que la tendría James Rodríguez si el interior izquierdo fuese Mateo Kovacic, junto a Toni Kroos y Luka Modric, y de hecho la tuvo Isco teniendo al colombiano en esa posición. Básicamente porque con ese triángulo, jugando con un interior izquierdo más posicional, el derecho se puede liberar más de lo que se puede liberar Modric cuando juega en doble pivote con Kroos, Casemiro o Kovacic. Y si el interior derecho tiene esa libertad, sí que va a subir más, sí que va a profundizar más, sí que se va a abrir más y, por ende, el extremo va a tener esa libertad extra.
A.M.: Sí, sí. Porque volvemos un poco a lo mismo. Con Rafa Benítez hay una pieza más que parece que tiene que estar sujeta que otros años, y en este 4-3-3 todo indica que puede ser ese interior izquierdo, en el que últimamente hemos visto a James. Es verdad que, de partida, es la misma posición que tenía con Carlo Ancelotti, pero después su desarrollo está siendo totalmente distinto por esto: está mucho más sujeto, más atrasado en el campo y con mucha menos libertad a la hora de aparecer por muchos espacios, que es lo que sucedía con italiano cuando veíamos a James partir del interior, casi de mediapunta, pero terminar en zona de extremo izquierdo, prácticamente de segunda punta o, incluso, en banda derecha.
A.R.: Fíjate, Albert, que al final todos los caminos conducen a Roma. Entendiendo por Roma el beneficiar a Gareth Bale. Parece que todo va enfocado a ello. Porque si vuelves al 4-3-3, que era el esquema de Carlo Ancelotti, pero el cambio táctico que agregas es fijar al interior izquierdo para que el interior derecho tenga más vuelo, lo que estás haciendo es que el extremo derecho titular, que va a volver a ser Gareth Bale, esté obligado a moverse, que es justo lo que necesita para entrar en juego y para ser ese Bale que, por ejemplo, vimos en el partido ante el Getafe. Ese día sí que vimos esa actividad por dentro. Por eso todo parece enfocado a ello.
A.M.: Es que es algo que, desde el primer día, se viene percibiendo en Benítez. Tanto cuando era 4-2-3-1, donde el galés tenía libertad total por detrás del punta para moverse muchísimo a ambos lados, como ahora con este 4-3-3. Este dibujo tiene el peligro de que pueda terminar sucediendo lo que pasó con Ancelotti, que a fin de cuentas es que la temporada anterior finalizó sin que la BBC tuviera un encaje perfecto, pues vimos a un Bale muy aislado y muy fijo en ese sector. Al final, la entente entre los tres no funcionaba. Y, claro, volver a ese sistema con los mismos parámetros tiene el riesgo de que se repita dicho problema. Benítez está buscando liberar un poco más al galés, agitar más el ataque para que no suceda eso y, a cambio, pues la pieza que parece salir perdiendo es ese interior izquierdo, parece que James […]
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Referencias:
«Pares o Nones»
https://twitter.com/ecosdelbalon
https://twitter.com/eumd
@DavidLeonRon 11 diciembre, 2015
Un resumen rápido de la situación podría ser el siguiente: Con Benítez, la BBC tiene el deber de moverse. Los interiores, por tanto, han de mantener una estructura algo más conservadora para no quedar malparados tras la pérdida de balón.
Con Ancelotti, Bale jugaba de manera más estática, lo que permitía a los de detrás gozar de mayor margen de libertad. Esto hacía del Madrid algo más creativo, ya que James en eso de moverse si no es el mejor queda cerca. En la mente de Benítez, sin embargo, ese Madrid es menos sólido que el que él sueña.