Eduardo Berizzo, el elegido de Marcelo Bielsa | Ecos del Balón

Eduardo Berizzo, el elegido de Marcelo Bielsa


“No hay técnico que se pueda disfrazar de algo que no es. La personalidad y el carácter influyen mucho, porque para convencer a tus jugadores de defender una idea primero debes creer tú en ella. Como futbolista competí conforme a mi carácter y ahora, entrenando, hago lo mismo”.

 

En 1982, Marcelo Bielsa tenía 27 años. Su carrera como futbolista había finalizado de forma prematura como consecuencia de una serie de decepciones que comenzaron el día que tuvo que salir de Newell’s, el club de su vida. “Estaba cada vez más serio. No se reía. Detestaba las bromas, aunque nadie se las hacía. Parecía como preparándose para otras cosas”, recordaba Luis Martarello, uno de sus últimos compañeros en el Argentino de Rosario (Primera C de Argentina). En efecto, Marcelo tenía la cabeza en otras historias. Colgó las botas, comenzó a estudiar para profesor de Educación Física y se asoció con Raúl Delpóntigo, otro de sus compañeros, para abrir un quiosco de diarios y revistas. “Salíamos en la bici y me pedía que yo voceara el diario porque a él le daba vergüenza”, reconoce Delpóntigo. No cuesta mucho imaginar a Bielsa convertido en el mejor quiosquero que haya dado la Argentina, y ha tenido unos cuantos espectaculares como Félix Roldán, uno de los padres de «La Máquina de River». Pero Marcelo amaba demasiado Newell’s y el fútbol como para renunciar tan pronto a ambos, así que tras pasar unos meses como técnico universitario se enroló en las divisiones inferiores del club rosarino.

En 1982, Eduardo Berizzo tenía 13 años. Su carrera como futbolista no había hecho si no comenzar, pero ésta ya se antojaba prometedora por sus excelentes condiciones físicas que le hacían perfecto para el puesto de central. Además, incluso ya por entonces demostraba una habilidad especial para leer el juego, cualidad que le definiría posteriormente en la élite. «Era un jugador que se destacaba mucho más por su lectura del juego, sus apreciaciones tácticas durante el partido, que por sus cualidades técnicas y físicas, que eran buenas», comentaba Luis Bonini, quien primero sería su preparador físico en varios equipos y más tarde su colega en el staff técnico de Chile. Un futuro éste que empezaría a ser tal a raíz de un torneo infantil disputado en la localidad de Casilda, hogar de Jorge Sampaoli, en el que se cruzarían el Newberton de Eduardo Berizzo y Dario Franco… con el Newell’s Sub-14 de Marcelo Bielsa.

En aquel partido nacería una relación que se ha prolongado durante los últimos treinta años.

Sería demasiado fácil aludir a lo casual, a lo circunstancial, de tal encuentro, pero es que en este caso además sería un error. Existan o no las casualidades, lo cierto es que por aquel entonces Bielsa se estaba recorriendo todo el país en busca de talento para las inferiores de «La Lepra». De ahí que resulte lógico pensar que, aún no coincidiendo en dicho torneo, Marcelo ya hubiera encontrado la forma de toparse con Berizzo, como ya hiciera con Gabriel Batistuta, Mauricio Pochettino o Ricardo Lunari.

Berizzo dejaría un gran recuerdo por todos los clubes por los que pasóTodos ellos primero fueron reclutados por el «Loco», después crecieron juntos en las inferiores de Newell’s y, finalmente, se proclamaron campeones de Argentina en 1990 dirigidos por el propio Bielsa, quien exultante gritaba aquello de «¡Newell’s carajo!». La pasión de aquel grito sirve para explicar todo lo que fue un equipo que trascendió a su propio momento. No sólo por las formas empleadas o por el simple hecho de ganar sin ser uno de los grandes, sino por el recorrido tan espectacular que tendrían la mayoría de sus futbolistas. No obstante, muchos estaban en los inicios de sus carreras deportivas. El armazón defensivo, por ejemplo, estaba compuesto por Mauricio Pochettino (19 años), Fernando Gamboa (20), Fabián Garfagnoli (20) y Eduardo Berizzo (21). Además, muchos de ellos prolongarían su relación con el fútbol una vez colgaron las botas. Porque de este este Newell’s campeón también nacerían los Gerardo Martino, Pochettino, Dario Franco, Berti, Lunari, Domizi o Berizzo entrenadores. «No es casualidad que muchos seamos ahora técnicos. Teníamos la marca de Bielsa, la pasión con que nos transmitía el oficio», reconocía Gamboa, al que también hay que sumar a esta larga lista de DTs.

Sea como fuere, ninguno de ellos estaría tanto tiempo bajo las órdenes de Bielsa como Berizzo. En 1993, el «Toto» acudió a la llamada de su maestro para fichar por el Atlas mexicano, club en el que dejaría una huella tan potente que, al marcharse, su presidente anunció que mientras él siguiese en el cargo ningún jugador utilizaría su dorsal. Más tarde volvería a Argentina para formar parte del histórico River Plate del tricampeonato. Es decir, el equipo de Ramón Díaz por el que fueron pasando jugadores de la talla de Juan Pablo Sorín, el «Jefe» Astrada, Marcelo Gallardo, Marcelo Salas, Enzo Francescoli o Ariel Ortega. Durante estos años, Eduardo Berizzo se consolidaría como uno de los mejores zagueros del país, pero la brutal competencia que existía (Roberto Ayala, Diego Simeone, Walter Samuel…) limitó su presencia con la albiceleste de Bielsa a unos cuantos partidos. Un hecho que no fue obstáculo para dar el anhelado salto a Europa, primero al Olympique de Marsella y después al Celta de Vigo, con escala intermedia en un River de nuevo campeón. Fue precisamente tras ganar su quinto título como millonario cuando su compatriota Gustavo López le puso en contacto con la directiva del club celeste.

Eduardo Berizzo pasaría tres años aprendiendo al lado de Marcelo Bielsa en Chile.

Como futbolista, Eduardo Berizzo perteneció a esa estirpe de jugadores a los que se suele catalogar como «entrenadores en el campo» por su manera de proceder. No es simplemente una cuestión de mandar y liderar, sino sobre todo de la voluntad de ayudar a sus compañeros. De llevarlos hasta el objetivo final, que además de común es mayor. Circunstancia que no había pasado desapercibida, evidentemente, para un Marcelo Bielsa que lo volvió a llamar pocos meses después de que el «Toto» se retirara -amargamente- en Cádiz. El técnico rosarino estaba iniciando su gran obra en Chile, necesitaba a un hombre de confianza como ayudante y Berizzo, entre las muchas opciones, parecía la de más potencial pese a su inexperiencia. Y el «Loco» más cuerdo del fútbol, no se equivocó lo más mínimo.

Berizzo estuvo 3 años aprendiendo de Bielsa en la selección chilena«Como Berizzo tiene una capacidad de aprendizaje muy buena, rápidamente se convirtió prácticamente en la mano derecha de Marcelo Bielsa desde el punto de vista técnico-táctico. Tenía una gran capacidad de corrección, tanto de los driles de entrenamiento, como del trabajo individual para mejorar la técnica de los jugadores», contaba Luis Bonini a «La Voz de Galicia». Berizzo en estos tres años de vinculación hizo de todo. Mismamente, una de sus primeras labores fue la de «reclutar los famosos sparrings de Bielsa, jugadores Sub-20 que hacían los ejercicios que después harían los miembros del primer equipo de Chile» como nos cuenta Alfredo Martínez, periodista chileno. Fue entonces cuando el «Toto» comenzó a relacionarse con muchos de los técnicos de la Primera División de Chile, incluido un Jorge Sampaoli, en ese momento en O’Higgins, con el que seguía trazando una carrera extrañamente perpendicular. Pero más allá de hacerse un nombre en el país andino, que no es un asunto menor, pues posteriormente le daría la oportunidad de agarrar al propio O’Higgins, lo que Berizzo sacó de esta experiencia fue observar, conocer y comprender los métodos que llevarían a Marcelo Bielsa a cambiar ¿para siempre? el fútbol chileno. “Fue una gran oportunidad para mí poder trabajar a la par que un entrenador como Bielsa, un técnico de su nivel y de su conocimiento. Significó un gran aprendizaje. Lo conocía por haber sido futbolista a sus órdenes, pero no conocía sus ideas por dentro. El laboratorio de sus ideas. Y después de tres años puedo decir que fui un afortunado de haber vivido ese periodo de tiempo. Conmigo ha sido un especie de guía o de compañero, educándome sobre cómo empezar a dirigir”, reconocía el propio Berizzo. Más que un periodo de aprendizaje técnico o táctico, fue uno de reflexión futbolística y de crecimiento personal. “Me ha enseñado un montón de cosas acerca de hacer bien mi labor. La intención de la búsqueda permanente de la mejora del trabajo. Un gran rigor laboral. La enseñanza de que nada está aprendido y que todo está por descubrirse”, agregaba con admiración.

Éste es un aspecto fundamental para entender el obvio impacto que tuvo Marcelo Bielsa en Eduardo Berizzo. El bielsismo se puede interpretar desde una manera táctica en base a varios parámetros: intensidad en cada acción, presión al hombre a toda cancha, verticalidad ofensiva… Y, a buen seguro, se puede determinar que hay muchos entrenadores que han cogido varios de estos detalles y, con sus matices, los han ido replicando en sus respectivos equipos. Pero lo que diferencia a Berizzo del resto es que él, desde que era un chaval, ha vivido en primera persona y desde distintos puntos de vista absolutamente todo el proceso. Una oportunidad que en sí no garantizaba nada, pero que suponía un inmejorable punto de partida para la inminente carrera en solitario de Eduardo Berizzo en los banquillos.

En O’Higgins se ganaría todo el crédito posible al hacer historia en un club que no había ganado nada.

Berizzo vivió la vida que con un poco de suerte habría vivido Sampaoli“Responsable, preocupado, apasionado… Luego uno va encontrando sus métodos, pero todo parte de sentir pasión por lo que haces y de la ilusión por hacer algo cada vez mejor. Mi rasgo distintivo es que siento mucha pasión por el fútbol y quiero hacer cada vez mejor lo que hago”, explicaba el «Toto» al poco de llegar a Vigo. Pero no nos saltemos pasos. Su debut como entrenador en jefe se produce en el Clausura 2011 con Estudiantes de la Plata, equipo al que llegó con el torneo empezado y del que renunció tras 23 partidos. Un primer intento fallido del que pronto se rehacería a lo grande. Fue en Chile y en O’Higgins donde Eduardo Berizzo demostró que nada de lo que había vivido con Bielsa iba a ser en balde. Además, lo haría compitiendo de tú a tú con uno de los considerados herederos del bielsismo, Jorge Sampaoli. Lo curioso es que sus vidas, como comentábamos antes, forman dos rectas que de momento sólo se han unido en un único punto: la final del Apertura 2012 entre la Universidad de Chile de Sampaoli y el O’Higgins de Berizzo. Hasta entonces, el fútbol les había obligado a tomar caminos distintos. El ahora seleccionador chileno también había estado en la cantera de Newell’s, como Berizzo o Bielsa, pero una lesión de tibia y peroné le hizo abandonar el fútbol con sólo 19 años. Desde entonces, se había tenido que labrar su futuro por su cuenta. Argentina, Perú, Ecuador, Chile… Desde las categorías más bajas hasta las más altas. Admiraba a Bielsa, a quien considera “un modelo a seguir y una inspiración”, pero nunca había tenido un contacto directo con él. Ni como jugador, ni por supuesto como entrenador. Sólo podía verle y aprender de sus métodos desde la distancia, todo lo contrario de un Berizzo que compartía vestuario, campo, banquillo, mesa y mantel con Marcelo.

Esto nunca llegó a propiciar un enfrentamiento entre ambos técnicos, quienes se respetan y mantienen una relación cordial, pero por suerte si desembocó en una final espectacular a doble partido que tomó tintes históricos. La mayor de las alegrías se la llevó Sampaoli tras una tensa y agónica tanda de penaltis (¡2-0!), pero tampoco se puede decir que el «Toto» saliera derrotado. En su primer año había llevado a O’Higgins a un espectacular subcampeonato, algo difícilmente mejorable y que no habían conseguido ni el propio Sampaoli ni tampoco Pellegrini. Y aun así, lo mejoró. Con un equipo intenso que dibujaba el mismo 4-3-3 que el Newell’s campeón de 1990 y que hacía esa presión al hombre que al mismo tiempo disfrutaba San Mamés, el O’Higgins de Berizzo salió campeón del Apertura 2013. «Su solidez defensiva dejó huella, su rápida transición de la última línea a la ofensiva evidenció un trabajo aplicado», comentaba la prensa chilena. Lo cierto es que, más allá de lo táctico, Berizzo cambió el ritmo vital del club rancagüino. Impuso su estilo de juego, canalizó las emociones del vestuario, aprovechó el talento de la cantera y se fue, tras dos años y medio, con la Supercopa de Chile como gran broche final.

En Vigo ha aprovechado todo el trabajo que lleva tiempo haciendo el club. Y lo está potenciando.

Es entonces cuando el Celta de Vigo, entre otros muchos equipos, llama a su puerta. Del «Toto» Berizzo se conocí su buen trabajo en Chile, pero sobre todo se le reconocó por ser uno de los herederos de Bielsa. Es un gran slogan y ademas también es una cuestión que a priori resulta innegable, pero ésta tiene muchos matices que son necesarios resaltar. Eduardo Berizzo no es el heredero de Marcelo, es su elegido. Parece lo mismo, pero no lo es. Y esto es algo que, por ejemplo, en el plano táctico sí que tiene una influencia directa. Resulta obvio señalar que a Berizzo le convence la idea que lleva propugnando su maestro muchos años. Simplemente hay que atender a sus propias palabras cuando define su propuesta futbolística: «Me gusta ser protagonista de los partidos. Llevar el control del partido. No me gusta ser dominado. Me gusta asumir el protagonismo, y esto lo entiendo a partir de poseer el balón todo el tiempo posible. Cuando no lo tengo, quiero robárselo al adversario para volver a tenerlo. Y en cuanto lo recupero, imprimirle frescura al juego, movilidad, dinámica, criterio en el uso de la pelota”.

Sin embargo, son muchos los giros de tuerca que Berizzo le ha ido dando al manual táctico de Bielsa, que viene a ser el mismo desde hace años. Para comenzar, es menos rígido en sus ideas. En O’Higgins, por ejemplo, su salida de balón era muy directa, evitando cualquier riesgo en corto debido a la falta de calidad de sus zagueros. Una vez llegó a Vigo esto cambió, pero la simple adaptación a un contexto diferente ya marca una distancia entre ambos técnicos. Otra es la moderación de ciertos conceptos: la presión al hombre de Berizzo no es a todo campo, el ritmo no es tan alto, con el balón sus equipos no son tan verticales, concede algo de más libertad posicional… En definitiva, una serie de matices que convierten su estilo en una vertiente moderada del bielsismo y que provoca que, mismamente, la prensa chilena siga considerando a la Universidad de Chile de Sampaoli como el equipo más afín a Bielsa.

En el Celta ha creado una estructura táctica que potencia las virtudes de sus futbolistas.

Berizzo asume un Celta maduro y ya competitivo“El Celta es un equipo diferente para mí. No sólo jugué, sino que allí conecté de una forma muy fuerte con la ciudad y con el celtismo. Viví momentos extremos, fuimos a Champions, descendimos, volvimos a subir… En cuatro o cinco años que jugué aquí viví todas las experiencias de la profesión”, comentaba Eduardo Berizzo al poco de firmar con los gallegos. También reconocía en varias entrevistas que muchas veces había regresado de vacaciones a Vigo, que sigue manteniendo un gran trato con muchos ex-futbolistas y que contaba con la ventaja de que, asiduamente, había visto al Celta, con lo que conocía el trabajo que se estaba haciendo en el club. Éste es un punto importante porque el proyecto vigués comienza años atrás, en Segunda División. Es a partir de entonces cuando el Celta vive una especie de refundación en la que recobra valores perdidos y afianza su identidad. Generalizando, en Balaídos se quiere ver a chicos de la casa y a jugadores comprometidos jugando un buen fútbol. Un «fútbol de salón» como se dice allí. Ese es el hilo conductor que une a Eusebio, Paco Herrera, Luis Enrique y Eduardo Berizzo. “Me da la sensación de que el Celta de hoy es más club. Antes era más equipo. Ahora institucionalmente el club ha crecido, ha instalado bases sólidas de crecimiento”, reflexionaba en una de sus primeras entrevistas.

En base a esto, desde que llega, Eduardo Berizzo traza como objetivo «ganar el próximo partido». Un lema que no negocia bajo ninguna condición, pues además cree que el equipo está preparado para ello. “Hay que ganar todos los partidos. No hay rival, no hay circunstancia y no hay semana donde uno pueda bajar la guarda», se anima a decir. El mensaje, estudiado, básicamente pretende incidir en el clima de positivismo con el que acabó la era Luis Enrique, que si bien no había contado con una gran estructura si había sacado lo mejor de muchos de sus futbolistas a base de pura excitación emocional. “El objetivo es terminar lo más arriba que podamos. Inclusive, arriba de todos”, sigue diciendo. Berizzo no frena.

¿Pero cómo pretende sustentar todo esto? ¿Qué hay detrás de su filosofía? Más allá de su idea de juego, lo que define a Berizzo es su capacidad para involucrar a los futbolistas en el día a día del equipo. “No quiero ser un entrenador verticalista que de órdenes y exija a los jugadores que le sigan sin creer en esa idea. […] A partir de mis ideas, pero el equipo lo van a construir el jugadores. Cuando se involucren definitivamente con el equipo, van a notar mi respaldo […] Creo en ser todo los amateurs que se pueda dentro del profesionalismo que te exige la competición de hoy. Pero conectándonos con mucho de lo que nos hizo futbolistas”, comenta. En cierta medida, esta posición es un nuevo giro de tuerca al manual bielsista. Por naturaleza humana, Bielsa es un entrenador que centra en él todas las miradas y cuyo éxito depende de, entre comillas, la disposición a escucharle que tengan sus futbolistas. Para seguirle, hay que confiar. Creer. Sin embargo, Berizzo les involucra en el proceso. Les hace parte Abandona el rol de profesor para tomar el de tutor. Habla muchísimo, pero escucha todavía más.

El Toto estuvo bastante cerca de abandonar el Celta a mitad de añoY no tarda ni un par de meses en conseguir que el equipo sea totalmente suyo, lo que provoca que el Celta comience la temporada 2014/2015 como un verdadero ciclón gracias a la capacidad para desbordar de Nolito, Fabián Orellana y Krohn-Dehli. El equipo presiona arriba, roba muy rápido y ataca a toda velocidad. El 4-3-3 gusta, compite y vence. La dinámica es tan positiva que el celtismo se lleva de forma inesperada una victoria del Camp Nou en la que no fue superior al Barcelona de Messi, lo que viene a ser una epopeya mayúscula que, claro, tenía trampa. A partir de esa victoria, el Celta de Eduardo Berizzo vive una crisis de resultados anómala. El equipo sigue jugando bien, produce ocasiones de gol y es superior en muchas fases a sus rivales, pero es incapaz de ver puerta y comienza a tambalearse. «Sabemos cómo es esto. Es lógico que tras una mala racha de resultados los dirigentes piensen en tomar decisiones. […] Nadie ha hablado conmigo, pero entendería cualquier decisión. Diez partidos sin ganar son demasiados», comenta en rueda de prensa. Es dura la reflexión, pero no supone ninguna rendición. Berizzo comienza a tocar cosas. Primero cambia de esquema, pasa al 3-5-2 y prueba a Augusto Fernández de mediocentro. Así marca el primer gol tras 737 minutos de sequía. El dibujo no tiene mucha continuidad, pero sí la posición de Augusto y Berizzo decide redoblar la apuesta: 4-2-3-1 con Augusto-Krohn en la base, Nolito en izquierda, Orellana en el centro, Santi Mina en derecha y Larrivey en punta. Es decir, seis jugadores de tres cuartos de campo hacia adelante. Y el equipo no sólo logra ganar, sino que crece y termina rompiendo a jugar hasta quedarse a 4 puntos de Europa.

Hoy día, el Celta de Eduardo Berizzo es una de las grandes joyas del fútbol europeo.

«Eduardo tiene la capacidad de no volverse loco. No permite que el momento difícil por el que puede pasar su equipo condicione lo que él cree que puede desarrollar el grupo. Separa, tiene la capacidad y la tranquilidad para distanciar el momento del equipo de lo que él busca y pretende desarrollar. […] Es un tipo paciente, y en este mundo la paciencia y la continuidad son elementos muy importante. Hay que entender que nosotros trabajamos con seres humanos, y no todos los días se despiertan de la misma manera», explica Bonini. Resulta imposible medir cuánto de intencionado es ese «tiene la capacidad de no volverse loco», pero las palabras del preparador argentino dibujan a un Berizzo más reflexivo de lo esperado. Una lectura en la que también inciden la mayoría de sus futbolistas y que, de esta manera, termina por dibujar el perfil de un entrenador que ha creado un equipo que es capaz de pensar mientras corre, de defender cuando está atancando y de permanecer cuerdo cuando su ritmo incita a la locura.

Porque el Celta es un trabajo de entrenador como no hay tantos en la actualidad. Berizzo fomentó una dinámica positiva, mandó un mensaje ambicioso, se ganó al vestuario, lo involucró en su construcción y le dio una identidad apropiada al gusto de Balaidos. Después construyó un sistema coherente, riesgoso pero sostenible, que potenciaba las muchas cualidades de sus futbolistas y escondían limitaciones de las que hace mucho tiempo que no se habla. Y cuando los problemas llegaron, mantuvo la tranquilidad hasta dar con los ajustes pertinentes para reconducir la situación. Siempre apoyado por los jugadores, siempre a partir de su labor y de su convicción. Una voluntad que a su vez permitió a Berizzo dejar su huella en ellos. El «Toto» asentó a Krohn-Dehli como un interior virtuoso, apostó por Augusto Fernández en el mediocentro obviando que él había nacido extremo, confió definitivamente en el Fabián Orellana jugador -y no regateador- y consiguió que Nolito fuera mejorando su toma de decisiones para ser todavía más peligroso. Por todo esto, ahora, quince meses después de regresar a Vigo, su Celta es uno de los equipos con más personalidad de todo el continente. Saben perfectamente el qué, el cómo y los porqués de su existencia. No dudan, juegan. No preguntan, responden. No tienen miedo a mirar hacia arriba, ni tampoco de mirar hacia abajo. Con Berizzo simplemente tienen que ganar el próximo partido.

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33 comentarios

  • andraujo 29 octubre, 2015

    Buah.

    Respond
  • @RicardoPinilla4 29 octubre, 2015

    Voy a redundar: los reportajes de Quintana son espectaculares. Unai, Fernando, etc.

    Respond
  • @DavidLeonRon 29 octubre, 2015

    Me quedo con la frase "me da la sensación de que el Celta ahora es más club que antes". Es muy importante. Berizzo vivió un gran Celta ahí, con jugadorazos por todos conocidos, y sin embargo siente que ahora la entidad es más fuerte estructuralmente, lo que significa que en Vigo están trabajando bien.

    No cabe duda de que este proyecto es precioso. Yo, como aficionado, me gusta sentarme a ver al Celta cada semana, esa es la verdad.

    Respond
  • hola1 29 octubre, 2015

    Otra maravilla de Quintana.

    Respond
  • A.S. 29 octubre, 2015

    Excelente texto, Quintana, sí señor.

    Tengo la sensación de que el cóctel formado por Toto + jugadores + estructura de club es muchísimo más que cada uno de los elementos que forman parte del Celta, considerados de forma aislada. Francamente, y no sé qué opinaréis vosotros, creo que Berizzo necesita a sus chicos y a su club para triunfar, el Celta necesita al Toto y a su club para ganar, y los jugadores célticos necesitan a su entrenador-tutor y la estructura del club gallego para alcanzar su cénit.

    Parece una obviedad pero no simpre es así. Ojalá de verdad que el tiempo no confirme esta sensación, pero me da que cuando se vayan -si es que se van- Berizzo, Nolito, Orellana, les va a costar mucho cambiar de contexto, pues el Celta les "sobredimensiona"… Pero bueno, mientras tanto, a disfrutar de este sensacional Celta (y de este especial que sacáis desde Ecos, claro).

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  • antón 29 octubre, 2015

    Brutal. "Periodismo de salón", como se dice por aquí.

    😉

    Respond
  • @migquintana 29 octubre, 2015

    Muchas gracias, chicos. Disfruté mucho con el texto. Tanto que incluso superó mis expectativas iniciales de longitud, pero claro… cuando metes a Marcelo Bielsa, Eduardo Berizzo y Jorge Sampaoli en una misma historia pasa lo que pasa. 😀

    @David León

    Es que de aquellos polvos vinieron dichos lodos. El Celta se paseó varios años consecutivos por Europa, pero a costa de una inversión que, a poco que fallara, pondría en riesgo la entidad. Algo común en la mayoría de clubes españoles, por otra parte, pero que en su caso, de no mediar Iago Aspas, les hubiera llevado al pozo de la Segunda B y quien sabe si a la desaparición. Ahora el Celta es otra cosa como entidad. Les podrá ir mejor o peor, podrán sacar más o menos jugadores de A Madroa, pero dependerán simplemente de sí mismos, lo que ya es mucho en estos casos.

    @A.S.

    Totalmente.

    Ambos se conocieron en el momento que tenían que conocerse. Lo que no quiere decir que Eduardo Berizzo sea un entrenador de "one-hit wonder". Su idea es particular y eso requerirá siempre ciertos contextos especiales, pero ha demostrado saber adaptarse y tener recursos de gran entrenador para llevar a sus equipos hacia sus objetivos. La verdad es que a mí el "Toto" me encanta. Y eso que su carrera, como quien dice, acaba de arrancar.

    Respond
  • Nacho Silva 29 octubre, 2015

    Buah, menuda maravilla, Quintana. A mí esque lo que ha hecho con futbolistas como Orellana o Nolito me tiene fascinado. No todos podían intuir que estos dos tenían tanto 'futbolista' dentro.

    Respond
  • Abel Rojas 29 octubre, 2015

    Comparto frase favorita con David. Me ha parecido muy significativa.

    En cuanto a Berizzo, la percepción es que se trata de un tipo que aprende y que utiliza todo lo que se le da. ¿Sería así su Celta sin el trabajo previo de Luis Enrique?

    Creo que hubiera intentado lo mismo y el texto de Quintana apunta a ello. Pero habría debate.

    Respond
  • neoneo 29 octubre, 2015

    Me gustaría decir primero que soy aficionado del celta desde pequeño y he visto todos los partidos del equipo en los ultimos años. Personalmente no entiendo tantas alabanzas a berizzo. Es un entrenador que plantea muy bien los partidos, propone un futbol muy bueno con mucha presion y control pero tiene errores que muchas veces son imperdonables. No sabe leer los partidos cuando estos estan jugandose, no sabe gestionar bien una plantilla y hace que el equipo defienda fatal las transiciones. Se empeña con pablo hernandez y muchos partidos en los que el rival no es un equipo de arriba, lo pasa realmente mal. Tiene muchisimas cosas buenas pero le faltan muchas cosas aun para ser un gran entrenador

    Respond
  • Veneziano 29 octubre, 2015

    No he visto jugar el Celta , no conozco la trayectoria de Berizzo como entrenador , pero luego de leer este excelente articulo me he enamorado de los dos .

    Gracias Quintana .

    Respond
  • @migquintana 29 octubre, 2015

    Me alegro, @Veneziano. Échale un ojo al Celta. Te va a encantar.

    @neoneo

    Es cierto que su dirección de campo a veces es algo mejorable (el día de Las Palmas), pero también que muchas veces sí que funciona las cosas que prueba (día del Villarreal o del propio Real Madrid). Se habla mucho de su manejo de cambios, pero yo ahí no veo demasiado problema. Más allá de que sus rotaciones suelen ser cortas y de que no está dando demasiado bola a la cantera, cosa importante en el club como hemos comentado. En lo relativo a Pablo Hernández, te recomiendo que leas le texto de Abel sobre el juego del Celta. Ahí hay una explicación. 😉

    @Abel

    Yo creo que totalmente.

    La duda es si hubiera visto lo de Krohn y Augusto sin el paso intermedio con Luis Enrique. Sería complicado. Antes de formar el doble pivote, entre comillas, fueron interiores del 4-3-3 de Lucho y eso ayudó a todas las partes. Algo parecido al caso Orellana, que despierta y se enfoca en el segundo semestre del asturiano.

    Respond
  • Lucas 29 octubre, 2015

    @migquintana ·
    ¡¡ Espectacular !!… Te dejo una pregunta , como valoras el hecho de que centrales de poca calidad técnica como Pochettino, Berizzo o el propio Bielsa sean entrenadores tan ofensivos y por un gusto tan evidente por los jugadores dotados tecnicamente .

    Respond
  • umas21 29 octubre, 2015

    Maravilloso artículo!

    @Abel@DAvidLeon

    Totalmente deacuerdo, creo que el gran éxito del celta desde el segundo descenso a 2º división y cambio de directiva ha sido, asegurar la viabilidad del club por encima del todo, y como resultado de ello hoy en día el Celta es mucho más club (aunque a lo mejor menos equipo) que el año que disputo champions league a las ordenes de Lotina.

    Respond
  • @migquintana 29 octubre, 2015

    @Lucas

    Y luego fantasistas como Roberto Mancini han tirado por un estilo más conservador.

    Es complicado de decir. A Mauricio Pochetino y Eduardo Berizzo, con sus muchas diferencias, todo les llega por Marcelo Bielsa. La duda es como el "Loco" opta por ese estilo tan particular desde el inicio. Ahí hay un articulazo, de hecho: la génesis del bielsismo. Porque, como dices, de Marcelo se dice que era un defensor muy, muy fajador, pero poco más.

    Respond
  • Veneziano 29 octubre, 2015

    @Lucas

    El futbol se dirige con la cabeza no con los pies …

    No es raro que ex defensores (luego tecnicos) jueguen un futbol propositivo y ofensivo y los ex atacantes jueguen un futbol defensivo . Capello era un mediocampista elegante y tecnico ….por ejemplo .

    Respond
  • Veneziano 29 octubre, 2015

    Apenas pueda lo harè Quintana ….muchas gracias .

    Respond
  • A.S. 29 octubre, 2015

    @ Lucas @migquintana @Veneziano

    Es tan curioso como cierto lo que apuntáis. Yo mismo, a niveles regionales, he jugado siempre como defensa y ahora como entrenador intento ser muy ofensivo ^^ Tal vez sea consustancial a la naturaleza humana proyectar sobre los demás, en cierta manera, lo que uno no ha sido y quería ser.

    Por cierto, os falta en la lista de "defensas que se unen al lado ofensivo como entrenadores" el ejemplo más radical: Paco Jémez.

    Respond
  • vi23 29 octubre, 2015

    Sensacional todo lo escrito hoy. Quería sugeriros, de cara a futuros programas/textos, hablar de aquellos equipos de los que luego salieron muchos entrenadores. Al final, tener a muchos jugadores con visión colectiva hacía que mejorase el colectivo. No sé, se me ocurren algunos: El Barça de Cruyff (es brutal, casi todos acabaron entrenadores), El Newells de Bielsa, el Milan de Sacchi…

    Respond
  • @Shyestnadtzat 29 octubre, 2015

    Brutalísimo artículo. Me encantan estos reportajes (y las charlas) de Miguel Quintana. Son fantásticos.

    Respond
  • Lucas 29 octubre, 2015

    @Veneciano .
    Totalmente de acuerdo , el futbol está en la cabeza , pero fijate , hoy mismo en otra entrada hablamos de un jugador Orellana , que teniendo problemas técnicos a la hora de proyectar su futbol , ha encontrado las mañas para hacerlo, pero tanto , Bielsa como Berizzo , Pochetino o como apunta @ AS , Paco Jemez , siempre fueron centrales de rompe y rasga , nunca intentaron "tecnificar" su futbol , posiblemente en su caso también es una señal de inteligencia futbolistica , ser lo que eres …

    Respond
  • Julián 29 octubre, 2015

    Excelente artículo.

    Sólo quiero comentar que Augusto Fernández, se inició en River Plate jugando justamente en la posición de mediocentro.

    Saludos a todos

    Respond
  • @migquintana 29 octubre, 2015

    ¿En River no era volante, Julián?

    No mediocentro puro, quicir.

    Respond
  • Kundera 29 octubre, 2015

    @ Julián-Miguel

    Yo lo recuerdo jugando de 8, sí. En Vélez también jugaba allí. De hecho, abierto-abierto como volante de banda puro creo que en España nada más.

    Respond
  • Pablo 29 octubre, 2015

    Excelente el artículo. Y encima viene con yapa porque me entero que habían hecho uno sobre el burrito…. Hermoso todo.

    Respond
  • Pablo 29 octubre, 2015

    @migquintana

    Sí, era lo que decímos un 8. Volante por derecha. Creo que debutó con Passarella y jugó bastante con Simeone. No terminó de funcionar mucho y "explotó" en Vélez.

    Respond
  • @migquintana 29 octubre, 2015

    Un articulazo de David León sobre el Burrito, sí señor.

    Yo a Augusto le recuerdo siempre como volante por la derecha. De eso sí tenía constancia. De hecho, a mí en Vélez me gustaba bastante ahí, pese a que era uno de los jugadores menos especiales de ese equipo. Aquí en España juega de 5 puro. Juega de Javier Mascherano. Tal cual. Si fuera un chaval de 20 años dirían que es el nuevo "Jefecito".

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  • xavier Lopez S M 30 octubre, 2015

    Cuando existe la pesencia divina de un notable Entrenador o Profesor de futbol que ademas es un gran ser humano.
    Sucede todo lo demas.
    Grande Marcelo Bielsa.
    Grande Eduardo Berizzo.
    GRACIAS por todo!!!!!!
    .

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  • @nan0TC 30 octubre, 2015

    El "Toto" Berizzo acá en el O'Higgins de Rancagua (Chile) reencanto, enamoro nuevamente a su gente de su equipo, le devolvió la alegría de ir a verlos a jugar fin de semana tras fin de semana, jugando de visita o de local. Desecho a aquellos jugadores que no tenían compromiso en el plantel, le dio un aire nuevo. Muchos no creíamos o nos era difícil ver que alguien tan novato pudiera lograr lo que consiguió con nuestro amado club. Cosas tan pequeñas nos iban haciendo conocer a una persona tan de piel, tan cercana, tan cariñosa y buena gente por sobre todo. Desde pintar unos palos del color celeste donde entrenaban cada día, hasta ir a dar charlas a colegios, fue lo que hizo. Lo logrado por Berizzo en mi equipo O'Higgins de Rancagua es impagable y recordado para toda la vida, por primera vez levantamos una copa y jugando de la mejor manera. Un planteamiento técnico sensacional, donde cada jugador daba lo mejor de sí. Disfruten de la estadía de Berizzo en el Celta, que después cuando no lo tengan lo extrañaran tanto como lo extrañamos nosotros acá en Chile, en mi equipo. Aparte de Berizzo ser una gran persona, el cuerpo técnico también es de los más sensacional y mejores personas (Roberto Bonano, Ernesto Marcucci, Pablo Fernandez, Eduardo Berizzo y Kisluk Imaz Carlos) Un abrazo desde Rancagua, Chile.

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  • Veneziano 30 octubre, 2015

    @Lucas

    Cuando te haces esta pregunta tienes que tener en cuenta la epoca y el lugar de estos jugadores . Bielsa y Berizzo pertenecen a distintas epocas pero los dos son argentinos . En el futbol argentino no hay una gran tradicion de defensores "tecnicos " o elegantes . Los grandes mitos de la defensa fueron mas bien aguerridos , fajadores , duros incluso hasta muy duros . La icona mas importante es Passarela entre estos ultimos , tambien lo fuè Rogel antes que èl y Ruggieri despues que èl . Los defensores que no tenian estas caracteristica se los miraba con desconfianza, ….y casi no los hubo . Podriamos meter a Perfumo en esa categoria pero Perfumo era un falso "bueno" porque en realidad tambien pegaba de lo lindo y tampoco era tan ,tan tecnico.
    Hubo un solo defensor que podria entrar en esa categoria , se llamaba (se llama) Pablo de las Mercedes Cardenas , creo que era de Cordoba y llegò a jugar en la seleccion . Durò muy poco .
    Tambien hay que pensar que lo del defensor tecnico es algo que se ha extendido recientemente , con los cambios en las maneras de arbitrar y con el juego de posesion ,antes un buen defensor debìa ser duro aunque esencialmente no lo fuera (sobretodo en Argentina) , al menos tenìa que demostrar de serlo.

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  • Veneziano 30 octubre, 2015

    @Pablo @Julian

    @Pablo @Julian

    Augusto comenzò de volante (8) y en las inferiores (antes de ir a River) el muchacho de Pergamino jugaba incluso como delantero . Lo de jugar en el mediocentro es algo reciente.
    Su padre era un buen arquero (Walter Fernandez) , jugamos en contra varias veces . Recuerdo que una vez me atajò un penal y en otro partido metì los dos goles de mi equipo (yo que no era goleador y por eso me lo recuerdo tan bien ) . Perdon por el comentario personal .

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  • Guillermo Ortiz 30 octubre, 2015

    Fabuloso artículo, mi enhorabuena a Quintana!

    Sobre el artículo, sólo puntualizar lo que se ha escrito en algún comentario, y es que Berizzo, a pesar de ser defensa, era un jugador muy aseado técnicamente. Para nada era un defensa tosco, tenía una gran salida de balón.

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  • Nicolás Labra 1 noviembre, 2015

    Respecto a lo que dice el artículo de que Berizzo involucra a los jugadores, eso mismo fue uno de sus roles en el proceso de Bielsa en la selección chilena. Mientras que Bielsa era más distante y serio, aunque a veces tiraba alguna que otra broma en los entrenamientos, el puente con el plantel eran Berizzo y Bonini, especialmente Berizzo, quien estaba al tanto de todo lo que sucedía con los jugadores.
    Es por eso mismo que en Chile se ve que el día que Sampaoli decida irse, quien en cada entrevista da a entender que no sabe si estará hasta el 2018, su reemplazante debería ser Berizzo. Conoce a los jugadores, conoce el medio y sus particularidades, y puede darle más variantes a las que ya tiene la selección.

    Un saludo desde Chile.

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