No es lo mismo un gran partido, donde se tira de carácter, que 60 días normales, donde el fútbol se hace notar. Ya habrá tiempo para analizar el tremendo destrozo que la lesión de Messi ha causado a Luis Enrique, y que va mucho más allá si cabe de perder al futbolista más resolutivo de la historia moderna. Como preludio de ese futuro estudio, trataremos el primer encuentro que el Barça ha jugado sin él, en el que ha sido, por fases, barrido por el Bayer Leverkusen en el Camp Nou.
Hakan y Kampl se salieronRoger Schmidt plasmó un 4-4-2 con Çalhanoglu y Kampl en las bandas. La actuación de estos fue el punto de partida para su brutal superioridad táctica. La salida de balón culé no funcionaba porque no podía filtrar el cuero a través de los cuatro centrocampistas alemanes, lo cual tuvo un doble efecto. El primero, que Busquets, buscando seguridad, retrasó muchísimo su posición; tanto que partió al Barça en un 3+7. El segundo, que Rakitic e Iniesta, para recibir, tenían que bajar a su propia mitad y encima lo hacían mirando hacia ter Stegen, momento en el que Hakan, Kevin o uno de los pivotes -notables tanto Bender o Kramer- aprovechaban para apretar y forzar pérdidas. Una y otra vez.
Bellarabi superó ampliamente tanto a Piqué como a Mascherano.
Tras la recuperación, el Bayer combinaba la pausa de Kampl y de Çalhanoglu -tenían espacio para maniobrar tranquilos entre Rakitic e Iniesta y el lejano Busquets- con pases maravillosos al espacio hacia las carreras del dominante Bellarabi, que sacaba de puesto bien a Piqué bien a Mascherano y demostraba que el estado de forma de la pareja no pasa por su mejor instante. No había ni rastro de igualdad. La diferencia entre ambos equipos era bastante superior al 0-1 que reflejaba el marcador. Hasta que confluyeron una serie de sucesos que alteraron tanto el juego como el ánimo de ambos: Schmidt quitó a Bellarabi, Iniesta se fue lesionado y entraron Jordi Alba, Munir y Sergi Roberto.
Alba, Sergi Roberto y Munir aportaron mucho como revulsivos.
De inmediato, el Bayer Leverkusen perdió su contraataque, lo cual dio calma y ritmo al Barcelona. Por su parte, los culés centraron a Neymar para ganar punch y dieron la banda izquierda entera a Jordi Alba, que empujó mucho e hizo retroceder a los alemanes, y con estos encerrados en su área, Sergi Roberto disputó sus primeros minutos potentes como interior en el primer equipo del Barça. Su hiperactividad y la potencia con la que llevó a cabo cada acción personalizaron un cambio de velocidad basado en el carácter ganador que puso al alcance una remontada importante para el grupo de Champions y casi imprescindible para afrontar lo que queda sin Messi con una claridad de ideas que deje pensar bien. Luis Enrique tomará decisiones importantes de modo ineludible. Y casi todas apuntan al contraataque, porque, sin Messi, no parece que haya recursos para darle sentido a una posesión estable. Menos todavía tras la última caída, la de Iniesta.
Pepe 30 septiembre, 2015
Con Messi también había problemas tácticos porque el estaba en San Mames en Supercopa y en Balaidos en Liga,y con el se han ganado todos los partidos por la mínima salvo Levante.
Por cierto,Iniesta un mes también