El Málaga cuidó su cantera, tuvo fortuna y le tocó la lotería en forma de gran generación. Algunos de sus pilares proveyeron de tareas de captación, como el mallorquín Sergi Darder, pero la mayoría (Recio, Samu García, Castillejo, Juanmi…) era oriunda de la tierra. Entre ellos, un abanderado fue Portillo, que emergió en la era más ambiciosa del club, la liderada por el hijo pródigo de la provincia, Isco. Tras la venta de este al Madrid, las miradas apuntaron al paleño, parecía el heredero natural, pero de forma inesperada, se evaporó. Ni Schuster ni Javi Gracia contaron con él. En esas, Pepe Mel lo rescató.
Revitalizó al R. Betis en eneroFrancisco Portillo sabe bien de qué va el fútbol, interpreta muy bien este juego, sabe qué pase toca en cada momento. Además, posee técnica suficiente para darlo con precisión, al primer toque, al segundo o tras una conducción. Del mismo modo, su control orientado y su protección del balón brillan con luz propia, lo que unido a su movilidad le convierten en un arma muy interesante para desenvolverse entre líneas. Por todo esto, hecho estadística en 970 pases intentados saldados con un 84% de acierto, y casi todos en el último tercio de campo, revitalizó la medular bética dando sentido a lo que el apasionante Ceballos construía desde atrás.
Portillo debe mejorar fabricando goles para triunfar en Primera.
Seis meses después, Portillo ha vuelto a Primera. Y la primera en la frente, Pepe Mel ha fichado a Van der Vaart, que más o menos ocupa su puesto, aunque puedan coexistir en un mismo once. Curiosamente, lo que legitima el fichaje del cascado holandés es aquello que más se le puede recriminar al joven malagueño: la productividad. Rafael, a poco que pille ritmo, es una máquina de generar goles. Portillo, en 21 partidos como bético, ha cedido tres asistencias y no se ha estrenado como killer. Con otra particularidad, ha chutado entre los tres palos una sola vez. Una en 21 encuentros. Por bien que juegue, que lo hace, o mejora esa faceta o podrá ocurrirle lo que le ocurrió en La Rosaleda.
Brahm777 23 junio, 2015
Sería una pena volver a perder a Portillo. Aunque lo veo poco posible, ya que no me parece que Van der Vaart le arrebate el puesto de titular completamente (hoy en día).
Yo esperó que este año lo primero que muestre sea madurez psicológica. Que sepa luchar por un puesto y muestre más liderazgo sobre el campo. Que empiece a pedir todos los balones sin miedo, y desde ahí, como bien dice Abel determinación. Que sea importante en el marcador.