Otamendi, Banega y Pastore son los nuevos del once titular de Argentina con respecto al ciclo de Sabella. En concreto los dos últimos, Éver y Javier, constituyen no sólo un plus de calidad individual, sino también un cambio de estilo relevante. Anoche, ante Paraguay, actuaron como interiores de un 4-3-3, y se esperaba que fuesen claves en el juego de posición creado por Gerardo Martino.
Mascherano, el mejor de nuevoEl inicio favoreció a la albiceleste. Entró al campo ilusionada y pletórica mientras que los guaraníes se agazaparon sobre su propia área, y tal guion la abrillantó. Llegar hasta Di María -pobre-, el Kun -discreto- y Messi -notable- era muy sencillo, y los ataques emitían mucha sensación de superioridad. Dicho lo cual, la participación de Banega y Pastore era irrelevante. La tocaban con Mascherano para madurar las salidas, pero no lograban ni aplastar a Paraguay más de lo que Ramón Díaz deseaba ni tampoco aparecer entre líneas. El único medio argentino con peso real era el propio Jefecito, que apagaba por sí mismo las modestas contras de Valdez y Santacruz.
Derlis González personificó el cambio de actitud paraguayo.
Al comienzo del segundo periodo se precipitaron varias novedades. Argentina canjeó su pasión original por un intento de pragmatismo mal entendido quizás heredado de la era anterior, cuando sí se recurría al repliegue + contra con mayores garantías. Además, su frescura física menguó. Del otro lado, Paraguay convirtió su paciencia defensiva en agresividad atacante, amén de dar ingreso al campo a uno de esos futbolistas que hacen del Basilea una joya preciosa, Derlis González. El partido perdió su estabilidad y derivó en un intercambio de golpes para el que los guaraníes, por pura intensidad, se veían más capaces.
Así, el Tata tomó una de esas decisiones agresivas que casi siempre salen bien: con el encuentro partido, él lo partió más incluso, con Tévez e Higuaín por Pastore y Agüero, forzando un ida y vuelta aún más acentuado donde Messi, como suele, marcarse la diferencia. Si con Di María, el Apache y el Pipa ya se sobreentiende más capacidad para crear ocasiones y más acierto en la definición que con Benítez y Barrios, con Leo parecía garantizado. Sin embargo, Paraguay, agarrada a la competitividad de Víctor Cáceres y Ortigoza, administró con poso esos minutos y dominó la escena. Y Martino salió escaldado.
Ismael 14 junio, 2015
Horroroso segundo tiempo de Argentina!
Sin que Paraguay hiciera nada del otro mundo, consiguieron empatar…