Con guantes y a lo loco | Ecos del Balón

Con guantes y a lo loco


Nació el fútbol como fútbol y ya no se usaban las manos. El único vestigio de ese antepasado común con el Rugby era aquella figura de colores distintos que deambulaba melancólico en las postrimerías del campo, cuidador del arco como Cancerbero del infierno. En una disciplina que alcanza el clímax anotando goles, él debe evitarlos. Figura maldita, quizás, pero llena de empuje literario. Tejedor de historias profundas de soledad y resiliencia, hombretón temerario y cacique de facto cuasi-universal. Especial. Desde que naciera, el portero siempre representó una contradicción: en un deporte cuyo nombre se debe a que se juega con los pies, por regla el único futbolista imprescindible es el que tiene permitido usar las manos para agarrar el balón. Esa ventaja, que a simple vista pareciera una bendición, una especie de súper poder que eleva al guardameta por encima de los otros jugadores, fue una condena. Había que encontrarle limitaciones y así se inventaron un área de dieciséis metros y medio, primero, y luego otra de cinco con cincuenta que serían las únicas zonas del campo en las que el arquero podría hacer uso de su singular cualidad. Lo encerraron. O se encerró, igual da. Entre la responsabilidad de ser el último bastión antes del hundimiento o la gloria y la necesidad de reafirmar su singularidad, el portero creció haciendo del área un refugio del que no salir, casi como si fuese un habitante de The Village, película de N. Shyalaman, y el resto del terreno de juego fuese el bosque prohibido por el consejo de ancianos. Muchos decidieron no abandonar la línea de gol, remachados sobre ella, como si se trátase de un patíbulo, a la espera de una ejecución.

El portero es un tipo especial y su juego está condicionado por ello

El aislamiento por castigo compensatorio no evitó que los hombres de la portería cimentaran leyendas alrededor de su labor. El portero es un monstruo a medio camino entre mártir y héroe. Ese es su sino. Por poder usar las manos se convirtieron en instrumentos del resultado. La mitología grabó históricamente la escena del arquero volador salvando a su equipo. De hecho, se configuró como el momento definitorio: el portero se consagra el día que le llueven balones de gol como agua en Seattle y él aguanta con fuerza épica para que los suyos no pierdan. Y esto último es fundamental. El destierro al área no sólo significaba la construcción del rol de portero como herramienta del marcador final, sino que minimizaba su capacidad de influir en él. Un portero tal y como estaba fabricado no sólo no era un elemento natural del juego del equipo, sino que apenas podía llegar a ser la línea entre perder y no hacerlo, nunca entre ganar o no. El portero no marcaba goles, no ponía asistencias y no creaba juego. Encerrado en el área incluso se podría decir que perdía su condición de jugador de fútbol. ¿Es futbolista alguien que no es partícipe del juego? ¿Lo es alguien que sólo está presente en una acción definitiva, sí, pero separada del todo? ¿No debería pertenecer a otra categoría como lo hace el entrenador? Inocentes o no, el mundo fútbol llegó a asumirlo tácitamente. Aficionados, prensa especializada y hasta los mismos protagonistas al hablar del portero usaban por acción u omisión referencias a su diferencia. Si el fútbol es por definición un deporte colectivo, el futbolista por definición es un ente colectivo.

Curiosamente, una de las aseveraciones que mejor representa esa duda que rodea la condición de futbolista salió de los labios de Carlos Peucelle. El argentino, uno de los padres del icónico equipo de River Plate, La Máquina, llegó a decir que su River jugaba 1-10, es decir, con un portero y diez jugadores. Lo llamativo es que fue ese mismo equipo el que alineó por primera vez a un arquero líbero, al menos dentro de los archivos y el registro a los que quien escribe ha tenido acceso. José Soriano, que de joven jugaba de ‘centrojás’, cerraba el centro de una defensa de dos zagueros, atreviéndose a anticipar a los delanteros en alguna ocasión. Su aproximación al juego fue revolucionaria, pero desde antes había habido acercamientos del portero al fútbol a través del saque o la organización de la defensa. Antes y después de Soriano se insistió en la incorporación del portero al entramado colectivo desde esas mismas acciones hasta que el portero dejó de definirse como un mero guardián y pasó a ser evaluado, al menos por los profesionales, a partir de conceptos como su dominio del área, juego por arriba, calidad del saque, interacción con los defensores e incluso su juego de pies desde que en 1992 cambiase la regla de la cesión. Así, José Luis Chilavert, por ejemplo, se convirtió en un futbolista determinante en ataque a partir de sus sensacionales saques de puerta. Aunque no salga del área, el portero moderno es un futbolista más.

Cuando decidió que podría sumar más que parando, el fútbol cambió

Walter Zeman, Ricardo Zamora, Lev Yashin, Ubaldo Fillol, Dino Zoff, Peter Shcmeichel… Aunque es una historia de nunca acabar, porque incluso hoy existen arqueros cuya implicación en el juego es aquella del portero original, ya desde la década del 40′ la dinámica cambió, y los recién nombrados son de los más dignos exponentes del puesto. Habían puesto punto final a la maldición. Eran uno más a nivel táctico y podían ganar partidos. Sin embargo, se podía ir más allá. Poco después de que Soriano abandonara Nuñez, Amadeo Carrizo aterrizó en el arco riverplatense y empezó a regatear rivales y a luchar por balones sueltos fuera del área grande como si fuese un defensor más. Lo propio haría Gyula Grosics en la Hungría de la época, cambiando las gambetas por afinados pases a sus compañeros. A partir de ahí, la lista es corta, pero notable: Radenkovic, Gatti, Kelsey, Bals, Stuy, Lawrence, Van Breukelen, Campos, Navarro Montoya, Cristante, Molina o Vilar fueron algunos de los porteros cuya zona de acción sobrepasó el área de penalti.

Obviamente, la no mención de René Higuita y Manuel Neuer no fue un descuido. Seguramente se trate de los dos porteros que más espacio han cubierto y con mayor peso táctico en sus equipos al más alto nivel. A continuación, el artículo pasará a ilustrar el fútbol de ambos al uso de análisis similares de la web. No se trata de compararlos ni de buscar un ganador, sino de homenajear a dos joyas futbolistas, adelantadas a su tiempo y que sirven de base para vislumbrar posibles cambios en el fútbol a través de su proceder. Por motivos didácticos se ha decidido usar un paralelo con semejanzas y diferencias entre el colombiano y el alemán, y por tanto es importante clarificar que hay factores muy marcados que condicionan el estudio tales como son la época y la cultura táctica existente, la cultura táctica colectiva y las reglas del juego. Más adelante se profundizará en ello.

Higuita y Neuer, quizá los porteros más sui generis de la historia

Seguramente la única constante posicional en el Bayern de Pep Guardiola sea Manuel Neuer. Si se trátase de un portero normal, apuntar donde juega Neuer resultaría baladí, mas su unicidad hace que sea imperativo hacerlo a la hora de analizarlo. Manuel Neuer juega de portero-líbero detrás de la línea defensiva y cuando hablamos de la defensa de un equipo de Guardiola, que juega a cuarenta o cincuenta metros de la portería, Neuer se tiene que ubicar a veinte, treinta o más metros del área grande. Lo mismo ocurre en la selección alemana (foto de la izquierda). René Higuita no hacía tal cosa y solía aposentarse en la media luna (Foto). La diferencia no estaba en la altura de la defensa, que en Colombia y sobre todo en Nacional era tan alta como cualquier otra defensa súper adelantada (Foto), sino en la disposición ofensiva de cada uno. Sobre esto nos adentraremos en párrafos posteriores, pues, una vez ha quedado claro donde se ubicaba cada uno cuando su equipo atacaba (En una situación normal de ataque posicional), el artículo dedicará los párrafos subsiguientes al comportamiento en fase defensiva.

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Ningún otro portero ha cubierto más terreno en defensa y ataque

La idea del portero-líbero a nivel defensivo se desarrolla y se potencia cuando el defensa-líbero desaparece y da paso definitivo a las defensas en línea y con disposición zonal. A finales de los 80’s, el Milan de Sacchi daría la estocada final a una revolución que habría empezado, de una forma u otra, en los años 60’s y que se convertiría en tendencia global más o menos a mediados de los 90’s, como bien está explicado en este texto de Chema R. Bravo. Sin el ‘hombre escoba’ tradicional, los porteros-líbero comenzaron a ejercer esa función (foto de la derecha). El área era dominada por ellos, guardianes no sólo de su portería sino también de la espalda de la zaga. Tanto por arriba (foto de arriba a la izquierda) por abajo (foto de arriba a la derecha), Neuer e Higuita interpretan que los balones que transiten por el área de penalti son su obligación y por eso achican y salen a su encuentro. La defensa pasa a ser la segunda opción en estos casos. La zona de acción no termina ahí. Mientras en Europa el Milan aplastaba, en Sudamerica el Nacional y la Colombia de Francisco Maturana daban de que hablar. Jugando en un 4-4-2 o un 4-5-1, los equipos de Maturana e Higuita imprimían una presión zonal al adversario incluso en campo contrario y ubicaban la línea defensiva a una altura irreal. La tentación de enviar balones a la espalda de la defensa era muy grande y por tanto el arquero colombiano debía no sólo ser ‘escoba’ en su propia área sino que debía serlo prácticamente en todo su propio terreno (Secuencia Completa). Lo mismo ocurre en el caso de Neuer, consagrado como el portero del momento en el mítico partido ante Argelia en el que detuvo una y otra vez los ataques argelinos con anticipaciones a treinta metros de su portería (Foto). Ningún otro portero ha cubierto tanto terreno de forma sistemático como ellos dos.

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Con Higuita y Neuer, sus equipos defienden desde la mitad del campo

Sus estilos y recursos, empero, son diferentes. Si bien ambos son excelsos en el tackle defensivo, con Neuer siendo técnicamente mejor en la acción, (foto de arriba la izquierda) como medio de anticipación (Foto), también es cierto que no hay ninguna parte del cuerpo que no sepan utilizar para hacerlo (Foto). Esto es, anticipaciones con las manos cuando se puede (Foto), con la cabeza (foto de arriba la derecha), el pecho (Foto) o las piernas. Las diferencias las marcan las condiciones técnicas y físicas de los dos. Por ejemplo, si la anticipación debe hacerse saliendo a 45 grados de la portería (Foto), Neuer es impecable debido a su mayor tranco. Por las condiciones de cada equipo, las situaciones en las que Neuer debe hacerlo son varias mientras que, para fortuna de Higuita, pues no es especialmente virtuoso haciéndolo por ser más lento en carreras largas, su equipo no provoca esas jugadas (Curva Maturana). Por otro lado, si la anticipación se debe hacer sobre el carril central, con un ángulo mucho más recto respecto al arco, es Higuita quien tiene más calidad en esas intervenciones. Esto tiene varias explicaciones: la primera es técnica y es que Higuita tiene muchos más recursos en ese sentido para anticipar y salir victorioso. Hablamos de controles orientados con cualquier parte del cuerpo (Secuencia Completa), de sombreros para eludir al rival, de movimientos mucho más ágiles, de un centro de gravedad más bajo, etc. La segunda es táctica. Higuita piensa que sus anticipaciones y robos deben ser transformados en ataques mientras que Neuer prioriza la seguridad (Secuencia Completa) y, en todo caso, la posesión que el ataque. Si el robo se produce por el centro, las condiciones para lanzar un ataque son mejores. Es también debido a esto último que Higuita es mucho más agresivo como líbero, llegando a realizar salidas y anticipaciones aun cuando la línea defensiva es baja por el contexto de la jugada (foto de abajo a la izquierda) mientras que Neuer rara vez hace eso y sus anticipaciones son a campo abierto (foto de abajo a la derecha). El porcentaje de acierto, a pesar de que no podemos contar con estadísticas acertadas en el caso de Higuita, es, seguramente, muy alto. La ventaja táctica de poder jugar siempre de frente, sin nadie a sus espaldas, es inmensa y ambos se aprovechan de ello y de su sentido de la anticipación como no pueden hacerlo un central o un mediocentro. Fútbol del más puro.

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Higuita robaba para atacar; Neuer, roba y asegura la posesión

Como pueden observar, el impacto defensivo es ciertamente parecido. Sus equipos pueden alzar la línea defensiva a altura, repito, irreales de no ser por su presencia. Cortan contragolpes, se anticipan a jugadas que pueden ser situaciones de gol, controlan un mar de campo y juegan siempre con ventaja. A nivel ofensivo, las diferencias son mayores. Aquí influye muchísimo lo que decíamos antes de la cultura táctica de la época, la cultura táctica colectiva y las reglas de juego. De la época de Higuita a la época de Neuer, existen dos diferencias tácticas primordiales: la presión y la altura de la defensa. La primera tiene que ver con el ritmo, que es más alto y elimina de plano situaciones de las que Higuita tomaba ventaja, y la segunda con la organización posicional de los rivales y la defensa en campo contrario. Los sistemas de hoy están mucho más preparados que los de la era Sacchi para defender en campo contrario, ocupando mejor el espacio y con mucha más intensidad. El fútbol al que se enfrentó Higuita era mucho más desorganizado en este sentido, era más solitario y los jugadores tenían más espacio y tiempo para ejecutar. Por otro lado, aunque tanto los equipos de Higuita como los de Neuer son equipos de posesión, la diferencia organizacional entre unos y otros está separada por galaxias si se quiere. Los equipos de Higuita iban por libre, con flexibilidad para desarrollar cadenas de pases más desordenadas. Neuer, sobre todo en el Bayern, se encuentra son sistemas matemáticos. El orden del juego de posición exige mucho más al jugador que el toque-toque colombiano prácticamente en todo. Por último, las reglas del juego han cambiado y el portero de hoy tiene menos ventajas que aquél de cuando Higuita estaba en al cresta de la ola. René usaba las manos a modo de emergencia en multitud de ocasiones y hoy si Neuer lo hiciera su equipo sería castigado con un tiro libre indirecto. Es por todo esto, entre otras cosas, que la comparación es imposible y que este estudio es más un homenaje a dos excelsos futbolistas de diferentes niveles y contextos.

Veníamos diciendo que en ataque las diferencias entre uno y otro son más palpables y numerosas. Por ello vamos a empezar a descubrir el accionar ofensivo con las semejanzas que guardan Higuita y Neuer. Al tratarse de equipos de posesión, la participación en salida de balón está presente en los dos. Ambos prefieren el juego en corto, pero se manejan bien con el balón largo, tanto así que su faceta como lanzadores de contraataques, aunque poco explotada, es otro rasgo de unión. Tanto Neuer como Higuita cuentan además con un saque de puerta imponente. Hasta aquí podríamos estar hablando de cualquier otro portero, sin embargo, hay algo que Higuita y Neuer comparten que es una rara avis: organizan. Son porteros que eligen dirección y ritmo de la circulación y que incluso se suman a la fase ofensiva en ocasiones, virtudes estas dos que ningún otro portero ha reunido. Ahora, hay que decir que Neuer, por factores ya dichos, se enfrenta a exigencias distintas y por lo mismo responde diferente en sus intervenciones en el fútbol de ataque. En salida de balón es muy activo. Jugando al fútbol de posición, Neuer está totalmente integrado al sistema de salida del Bayern de Pep. Crea líneas de pase por detrás de la línea de balón (foto de la izquierda), se ofrece constantemente como una opción y lee la presión del rival para darle esa vía de escape a sus compañeros. Con el balón en los pies, suele usar pases rasos muy tensionados que se dirigen hacia los laterales o los extremos, saltándose a los centrales casi siempre, o pases embombados para llegar más lejos. En raras ocasiones sale en conducción (foto de abajo a la derecha). Es usual que lo haga en algo parecido a la salida lavolpiana, pero cuyo efecto está lejos de ser el mismo que en otros equipos puesto que es un mecanismo que el Bayern utiliza con Neuer de protagonista cuando no es presionado. Habría que decir también que el saque con las manos del alemán es una bala capaz de recorrer distancias increíbles. A diferencia de Higuita, Neuer no suele transformar sus anticipaciones más defensivas en ataques, recordemos que la prioridad es salvar el peligro y mantener la posesión, por lo que sus robos son o balones a la grada o a compañeros cercanos (Siempre pases diagonales, que sumen en juego de posición); sin embargo, cuando se trata de robos en fase ofensiva, constantes además por la ubicación altísima del alemán, Neuer es muy inteligente y le gusta repartir balones con la visión de juego de un quarterback (Secuencia Completa), encontrando compañeros en posiciones aventajadas y logrando girar al rival. Todo esto a un ritmo al que Higuita no llega.

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El fútbol de Neuer es 100% Guardiola; Higuita era Colombia

Por su parte, aunque Higuita también es una línea de pase hacia atrás perenne, su actitud es muy pasiva. No crea líneas de pase ni tiene que hacerlo porque ni su equipo ni los rivales lo exigen (foto de arriba a la izquierda). Si ve que un central no sale jugando, se le acerca, la recoge con el pie, o la mano es casos de emergencia, y sale jugando él mismo. Lo hace devolviéndosela al central que se abre o bien conduciendo. El pase al lateral es muy poco utilizado precisamente por la poca presión que recibe su equipo por parte del rival. No hay necesidad. Por estilo, cuando Higuita pasa el balón desde el saque es muy conservador. Aunque tiene un buen golpeo, enviándola más allá del mediocampo con precisión (Secuencia Completa), tampoco es Petr Cech ni sus delanteros Didier Drogba, por tanto no es la opción ideal. Su calidad diferencial está en las conducciones, en el regate. Donde Neuer no se tiene confianza, Higuita se cree el rey de la selva. Sale a regatear en los momentos más inesperados (foto de la derecha), metiendo a su equipo en campo rival, desordenando mucho más al contrario histérico, provocando faltas e incluso llegando al área rival. Higuita se suma a fase ofensiva en muchas más oportunidades que Neuer y su comportamiento es de un mediocampista: regates, paredes, pausa, desmarques de apoyo y hasta rupturas. El efecto puede llegar a ser devastador, especialmente si es tras una anticipación. Higuita era un argumento ofensivo muy importante todo el tiempo.

Cuando Higuita hacía todo esto en 1990 se dijo que la evolución de los porteros estaba en esa dirección. Veinticinco años después, que Neuer lo haga sigue siendo revolucionario. No sólo no es un rol extendido, sino que los equipos contrarios siguen reaccionando ante Neuer como lo hacían con Higuita, más con desesperación que con argumentos tácticos. El por qué de ello no es realmente una cuestión difícil. La evolución en el fútbol está marcada por la creación de nuevos problemas, de nuevos escenarios por parte de futbolistas y entrenadores, y la solución que estos dan a los mismos. René nunca jugó en el máximo nivel, nunca jugó más allá de unos octavos de final de un mundial, ni en ningún club gigante. Nunca hubo razón para diseñar planes extendidos para contrarrestar su juego. Neuer sí y seguramente, desde estos mismos cruces eliminatorios de Copa de Europa que inician hoy, empecemos a ver soluciones a su enigma. Es lo normal. El futuro inmediato del fútbol pasa por elaborar sistemas de salida de balón cada vez más sofisticados, aquella vieja obsesión del visionario Cruyff, y por sistemas defensivos más organizados y preparados para defender esas salidas. En ese escenario, un portero capaz de sumar con balón y capaz de permitirle a sus compañeros defender todos en campo contrario, es una ventaja táctica irrechazable. ¿Qué mecanismos se inventarán los entrenadores para defender y atacar a porteros como Higuita y Neuer? ¿Marca personal a los porteros? ¿Qué reglas podrían cambiar? ¿La del fuera de juego? Se vienen tiempos excitantes, sin duda. No por nada el título de este artículo es una referencia a «Con faldas y a lo loco», traducción española de la película Some like it hot de Billy Wilder. Cualquiera valdría. El fútbol se mueve por gente así.


28 comentarios

  • Kundera 17 febrero, 2015

    Dos semanas de arduo trabajo y casi 3500 palabras. Sin duda es uno de los artículos que más he disfrutado hacer, pero también uno con los que nunca voy a estar satisfecho. ¡Se puede decir tanto sobre el tema! Desde un principio supe que iba a ser muy difícil. Había que ser muy metódico y ecuánime. No voy a negar que este tipo de jugadores me fascina y lo hace por una de las cosas de las que va este artículo: la ventana al futuro.

    Estoy convencido de que cada vez van a haber más porteros así. El nivel técnico se está cuidando mucho y se entrena cada vez más para que así sea. El futuro más o menos inmediato pasa por salidas de balón súper poderosas y sistemas defensivos implacables. Ver al Bayern Munich, incluso más que al Barcelona, es la clave de esto. Pep es el diseñador de las mejores salidas de balón y para ganarle al Bayern en Alemania hay que hacer cosas muy extremas contra eso. Y, vamos, no sólo es Pep. El mejor equipo de Mourinho tenía una salida de balón que comenzó a cambiar cosas en el fútbol… ¡Vimos marcajes al hombre al mediocentro! Llegará el día en el que toque marcar al portero. La ventaja posicional de estos es brutal, siempre de cara, sin riesgos a su espalda, con tanto tiempo y tambo espacio…

    @ Higuita

    De verdad, imploro a todos los miembros de la comunidad que se vean todo lo que puedan de los 17 vídeos que ha hecho el youtuber Steveaki13 con imágenes de casi toda su carrera. Es ver ciencia ficción. Un portero que tira demarques de ruptura, que regatea, que hace paredes y que permitía a un equipo de centrales lentos defender en la mitad del campo. También recomiendo el partido contra Alemania, muy chulo las que le monta a los eventuales campeones.

    @ Neuer

    ¡Qué jugador! Su conocimiento del juego de posición es perfecto. Sus saques son impresionantes y sus decisiones ofensivas, cuando ataca, son buenas. Neuer es un tipo que arma juego. Es menos virtuoso en algunos sentidos que Higuita, pero es otra esfera. Ha sido capaz de sumar en ataque posicional. Un jugador histórico.

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  • Abel Rojas 17 febrero, 2015

    Emocionante artículo de Kundera sobre dos porteros que condicionan por completo el juego de sus equipos de una manera única. "De detrás hacia delante".

    Me gusta el debate que abre Kun en comentarios. ¿Más porteros así en el futuro? Mmmmm… ¿Es una mera cuestión técnica? Ter Stegen tiene tanta o más técnica que Neuer y no hace lo que Manolo, por ejemplo. Yo creo que se necesita algo más que técnica. Es técnica, es una lectura del juego fascinante, es un carácter de futbolista-estrella muy particular, es, creo, unos compañeros determinados y también un entrenador. Los nombres recalcados a la derecha lo dicen todo: Maturana y Guardiola.

    Neuer siempre tuvo este potencial, pero ni siquiera con Heynckes era ESTO parte de su fútbol. Y eso que donde más bestia fue fue en el Mundial, donde completó una de las actuaciones más legendarias -no sé si de las mejores, pero sí de las más legendarias- de la historia de los Mundiales.

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  • @adricapi 17 febrero, 2015

    Que no se me malentienda, me ha encantado el artículo, me parece muy bien trabajado y la comparativa muy bien tirada.

    Eso sí, le tengo que pegar un palito al Kun, que un artículo que habla de porteros «especiales» que han llevado la posición más allá de lo habitual, no se mencione a Valdés, ni que sea en pequeñito, me parece un fallo grave.

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  • Iker 17 febrero, 2015

    Hace poco unos amigos me preguntaban a ver quién me parecía mejor, si Curtois o Neuer. Yo contesté que depende para qué. Como portero me gusta más Curtois, pero como jugador Neuer.

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  • Kundera 17 febrero, 2015

    @adricapi

    Lo que pasa con Valdés o Van der Sar es que no terminaban de encajar ni con los Yashin y compañía, ni con los Gatti y demás, entonces por economía decidí no incluirlos. Obviamente se trata de uno de los porteros más influyentes tácticamente en la historia del fútbol. De hecho, en los mails que intercambié con Abel mientras hacía el artículo el nombre de Valdés sale como incluso más potente y de más impacto que Higuita a nivel ofensivo. René no estaba integrado en un sistema sofisticado; Valdés, Van der Sar, Neuer… sí. Eso es mucho más difícil que salir y regatearse a cinco y a la larga como el fútbol es colectivo pues termina siendo más demoledor para el rival.

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  • @Fede_Fdez 17 febrero, 2015

    @Abel, también debemos tener en cuenta que la explosión de Neuer está llegando con su madurez, y Ter Stegen tiene 22 años. Manolito tiene todas las condiciones necesarios, pero su entrenador ha sabido exprimirlo y sacarle ese potencial que nadie poda llegar a pensar que tenia. Con 28 años veremos si Ter Stegen, si ha pasado por las manos adecuadas, puede llegar al nivel de Neuer.

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  • @migquintana 17 febrero, 2015

    Me ha encantado, Kun.

    Genial llevado el hilo del artículo. Y la comparación con imágenes es sublime.

    @Abel Rojas

    Lo mejor de Manuel Neuer es recordar sus tiempos en el Schalke. Todos le teníamos como un parador porque, simplemente, era un parador. Con potencial para ser uno de los mejores, sino lo era ya como demostró aquel día contra el Manchester de Sir Alex. Sin embargo, flaqueaba, y mucho, tanto en el juego aéreo como en su lectura fuera de su área. Cometía muchos errores. Pero muchos, muchos. Incluso en su debut con el Bayern en Bundesliga falló. Y, bueno, mirad lo que es ahora. Una bestia fuera del área. Un futbolista coral que, además, para mucho con las manos. Aunque tengo que decir que, por mucho que se halague esto, lo que hace a Neuer un gran portero es sus condiciones de portero.

    @Iker

    En estos últimos años se ha dado un fenómeno curioso que creo que va mucho en ese sentido. Porteros como Cech, Casillas y Valdés rivalizaban por ser los mejores, junto a Buffon que va un poco por libre porque es el más perfecto de todos, pero más allá del nivel el debate se zanjaba fácil diciendo que cada uno estaba donde debía estar. No sé si fue primero el huevo o la gallina, pero es que Cech es casi -o más- importante que Didier Drogba en la Copa de Europa que gana el Chelsea. Y lo que hizo el checo, en realidad, sólo lo podía hacer él. Nadie más. Era su equipo.

    @Fede_Fdez

    Ter Stegen tiene una cosa que el resto de porteros no tienen: parece un jugador de campo. Y no es un decir. Yo cuando veo a Manuel Neuer jugar con el pie, anticipar o realizar determinados controles, sigo viendo a un portero. A uno tremendo con unas cualidades especiales, pero a un portero. Gestualmente es así. Y visualmente es así. En cambio, con Ter Stegen veo a un futbolista con guantes. Es mucho más armónico. Tenga o no relevancia luego, creo que es un detalle a citar. Sobre todo porque, como dices, Neuer a los 22 no era nada de lo que es ahora. Sin duda.

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  • Abel Rojas 17 febrero, 2015

    @ Adricapi

    No creo que el artículo vaya sobre porteros influyentes, sino sobre porteros que van "de detrás hacia delante" con y, sobre todo, sin balón. Así lo he entendido yo al menos. Y ahí no me cabe Valdés.

    Sobre Valdés tenemos esto: http://www.ecosdelbalon.com/2014/05/analisis-tray

    @ Fede

    No, si no hablo de nivel. Para mí el tema de Neuer e Higuita no es de nivel. De hecho, apuesto a que mejores que Higuita ha habido no menos de 20 porteros en los últimos años.

    Neuer e Higuita son "diferentes". Nadie habla de nivel.

    Respond
  • Luther Blissett 17 febrero, 2015

    Nunca pense que iba a leer un artículo sobre la función táctica de un portero en un equipo de fútbol (y eso a pesar que Higuita es un portero de finales de los 80 y principios de los 90) pero me parece impresionante como pueden tener tanta influencia en el juego de su equipo.
    Yo recuerdo que desde tiempos de Molina en el Atlético siempre se ha comentado que el futuro de la posición del fútbol vendría por porteros que jugasen muy bien con los pies y que actuasen como liberos pero si bien es verdad que el juego con los pies ha mejorado, como regla general, no sucede lo mismo con que jueguen lejos de sus porterias. Tal vez se deba a un cierto conservadurismo que aún ve estas acciones como excentricidades.

    Respond
  • @migquintana 17 febrero, 2015

    @Luther Blissett

    Creo que se debe a la valoración general, que cohibe a los porteros.

    Es decir, diez aciertos de Manuel Neuer puntúan menos que un error de Manuel Neuer. El tema es que el balance con el portero alemán es irrealmente bueno hasta el punto de que no falla ni de casualidad. Sin embargo, de ser así, ¿no le seguiría compensando a su equipo? El error fatal viste mucho y es muy fácil de criticar, pero a mí dame un portero como Neuer que es capaz de abortar un par de situaciones de pre-gol por partido que ya daré por bueno cuando le toque fallar. Sobre todo en contextos tan particulares como lo es el Bayern Munich o lo era Atlético Nacional. Ahí es que es clave.

    Al final, uno es humano y hay que tener mucha personalidad para realizar una acción que puede llevar a una valoración negativa que, además, en muchos casos sería tremendamente injusta. Personalidad y entrenadores como Pep, claro.

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  • Luther Blissett 17 febrero, 2015

    @migquintana

    Creó que tienes razón en que un error de un portero puntúa en lo negativo más que diez aciertos en lo positivo pero es que no arriesgarse no es sinónimo de acierto. Los fallos se producen de igual manera y sin arriesgar muchas veces llegan ocasiones que no deberían nunca haber tenido lugar.
    Por otro lado, además de personalidad es muy importante el entrenador, es a lo que me refería con conservadurismo. Está claro que lo que necesitan es un entrenador que cuando fallé le diga que siga igual y que no cambie.

    Respond
  • @migquintana 17 febrero, 2015

    @Luther Blissett

    Sin lugar a dudas. El tema es que no solemos valorar bien lo que no implica no arriesgarse. Muchas veces sí mencionamos cuando un técnico, un jugador o un portero arriesga para frenar determinadas situaciones, pero no hacemos el proceso contrario con los que suelen ser más reactivos. Que, ojo, esto también depende de las cualidades. Casi ningún portero puede hacer lo de Manuel Neuer. El tema es que, parando igual, el mejor portero siempre va a ser ese que evite el peligro, directa o indirectamente, hacia su propia portería. Y si luego suma en ataque, imagínate.

    Respond
  • Kundera 17 febrero, 2015

    @Abel

    Claro, claro. Yo te hablo de la técnica porque es un aspecto en la que el portero promedio hoy no está igual de preparado que lo que van a estar los porteros promedios del futuro inmediato. Para tener influencia como la que tienen estos hay que tener técnica porque están expuestos a situaciones en la que tienen que hacer controles orientados bajo presión, tocarla de cabeza, y demás acciones técnicas que antes no se cultivaban en los de la posición. Hoy sí se están trabajando en divisiones inferiores y la tendencia es cada día a más.

    Ahora, no te digo que todos los porteros de élite van a ser así. Mismamente, el que va a ser el dios de la posición en la próxima década responde a otro perfil más ortodoxo. Pero de que van a haber más tengo pocas dudas. No sólo por la visibilidad que está teniendo Neuer sino porque el fútbol se dirige hacia allá. Los problemas que está creando van a obligar a que el portero sea un ente activo en más fases del juego. Es el mismo proceso que vivieron en los centrales: en 2000 estaba Lucio y de repente comenzamos a ver estos neocentrales expeditivos, reyes de la anticipación, con técnica superior a la que conocíamos y capaces de sacar el balón en conducción (A lo Baresi o Escobar cuando el resto la enviaban en largo) o pasar. Y de todos los niveles. El juego comenzó a exigirlo y Koscielny regala más situaciones negativas que las que regala Neuer o regaló Higuita. La ventaja de los porteros en este sentido es abrumadora: jugar siempre de cara, contar con más espacio, poder usar las manos, no tener que temer por su espalda, etc. El portero puede correr más riesgos a pesar de que su error es casi definitivo (No tiene que serlo per se, si hay mecanismos). E imagina la dificultad para el rival… ¿Cómo ahogas a un sistema de salida cuando el portero la juega como un mediocentro? En salida puedes implicar activamente hasta a once jugadores, pero presionando esa salida no tanto. Es ventaja sistemática.

    Luego los habrá de distintos niveles, claro. También los hay de distintos niveles saliendo a achicar en el área propia o por arriba, o jugando con los pies de forma mucho más casual. No importa, a los porteros ya se les exige esa participación. Es la evolución. Y se necesita una personalidad especial, claro. No creo que sea casualidad que Higuita y Neuer no sean los porteros más académicos de la historia.

    @ Quintana

    "Aunque tengo que decir que, por mucho que se halague esto, lo que hace a Neuer un gran portero es sus condiciones de portero"

    ¿Pero que es lo que entendemos por condiciones de portero? ¿Parar? Es como reducir a los delanteros a sus condiciones para definir. A medida que el fútbol va integrando al portero en sus modelos de juego de forma activa, las condiciones de portero van a incluir cosas la capacidad de anticipación, la capacidad de crear líneas de pase o la capacidad de dirección, etc. Hace X años no considerábamos que dentro de las condiciones de los porteros estaba el saque con el pie. Luego pues te llega un Yashin que era una máquina lanzando contragolpes y eso cambia.

    @ Fede

    Eso que te dice Quintana del lenguaje corporal es muy básico. Neuer no nació así, debía tener el talento, claro, pero perfeccionó ese fútbol porque empezó a entrenarlo. ter Stegen parece que lo tiene de raíz, tal y como lo tenía Higuita, Amadeo Carrizo o Jorge Campos. Higuita era capaz de resolver de forma continuada más situaciones que Neuer por ese "parecer futbolista", por sus controles orientados, por su mejor sincronía motriz.

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  • @migquintana 17 febrero, 2015

    @Kundera

    Tienes toda la razón en la corrección: condiciones para parar.

    Te lo digo porque creo que en el debate general se ha perdido un poco la perspectiva de lo bueno que es Manuel Neuer parando. Eso le hizo llegar al Bayern, eso le hizo ser titular en Alemania y eso, al menos en mi opinión, es lo que más valor le da como portero. Quizás habría que matizar en un Bayern Munich de Pep Guardiola, lo admito, pero es que este es un contexto tan extremo que creo que hay que ponderarlo un poco para la valoración general.

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  • Peter Sword 17 febrero, 2015

    Yo creo que, para que un guardameta quiera tenga esta influencia de "atrás hacia adelante" de la que hablaís, tiene que tratarse de un portero con cierto afán de protagonismo (Neuer es el mejor ejemplo).

    Un portero pragmático no querrá que el balón pase por él, porque no querrá que el esférico esté nunca en las inmediaciones de su área. Cuanto más lejos, mejor. Pero este tipo de porteros piden el balón, quieren ser parte del espectáculo (algunos con más suerte que otros) y "exigen" ser influyentes en el partido. Yo creo que, además de la obvia calidad técnica para esto, es necesario un estado anímico de superhéroe.

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  • juan 17 febrero, 2015

    para porteros como estos es muy importante la personalidad, basta ver el lenguaje corporal para ver que neuer ahora, y antes higuita o en menor medida campos son diferentes, capaces de resolver situaciones "ajenas" a un portero, en cuanto al futuro me impresiona la técnica de ter stegen, tiene gran personalidad también ya que a cometido fallos clamorosos y no se ha venido abajo, solo el tiempo dira si marcara época.

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  • Rolan 17 febrero, 2015

    Podría alguien explicarme qué tipo de portero era Higuita? Es decir, no le he visto ningún partido completo, solo los vídeos en youtube en los que, evidentemente, me parece una máquina de correr riesgos innecesarios que nadie querría en su equipo de no ser por la repercusión mediática generaba. Cuánto había de esto en el día a día de Higuita? Cómo de loco estaba Higuita? Era competitivo? O las tontadas que le ve uno hacer en youtube eran solo la anécdota?

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  • Larios84 17 febrero, 2015

    Esta claro que lo que aportan porteros como Neuer, Higuita, Ter Stegen o cualquiera, cada uno a su nivel y en sus épocas claro esta, es un plus a las condiciones digamos más clásicas de un portero, pero creo que no hay que confundir, y ver este actualmente como un plus como he mencionado.

    Lo que quiero explicar, es que, no hay que confundirse y que un portero tenga las condiciones de Neuer en salidas fuera del área, pero que luego tenga problemas para atajar, o sea muy deficiente en balones por alto, o no tenga reflejos, o que sea bueno con el balon en los pies pero luego sea un cuevero por no tener personalidad "Neueriana".

    Todo depende del esquema que se utilice, y yo en eso quizás sea más chapado a la antigua, y prefiera un Courtois, un De Gea, a un Neuer o Ter Stegen, pero claro, todo depende del sistema que quieras utilizar y de la altura de tu defensa, y de que jugadores tengas para poder sacar el balón jugado desde atrás.

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  • Baquero 18 febrero, 2015

    @Rolan

    En su mejor momento era un muy buen atajador, de grandes reflejos y que aparecía sobre todo en momentos importantes. La tanda de penalties con la que Atlético Nacional gana la libertadores en 1989 fue su consagración: atajó 4 y anotó 1…

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  • Pablo 18 febrero, 2015

    @migquintana

    "Ter Stegen tiene una cosa que el resto de porteros no tienen: parece un jugador de campo. Y no es un decir. Yo cuando veo a Manuel Neuer jugar con el pie, anticipar o realizar determinados controles, sigo viendo a un portero. A uno tremendo con unas cualidades especiales, pero a un portero. Gestualmente es así. Y visualmente es así. En cambio, con Ter Stegen veo a un futbolista con guantes. Es mucho más armónico. Tenga o no relevancia luego, creo que es un detalle a citar. Sobre todo porque, como dices, Neuer a los 22 no era nada de lo que es ahora. Sin duda."

    Es que ponerse los guantes ya te cambia la gestualidad por muy bueno que seas con la pelota. A mi me pasaba de atajar ocacionalmente, usando guantes, y ya me sentía diez veces más torpe con la pelota. Es un efecto raro…

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  • Pablo 18 febrero, 2015

    Me olvidé de comentar: un arquero que fue "revolucionario", al menos en Sudamérica, fue Chilavert por la cantidad de goles que ha hecho. Le pegaba realmente muy bien a la pelota parada.

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  • El cautivo 18 febrero, 2015

    Yo entiendo que Higuita es Colombia y para alguien como Kundera debe ser difícil ser objetivo con un personaje así, donde el mito se ha comido al jugador. Mi posición sobre el mismo será muy conservadora, pero considero a Rene un irresponsable anticompetitivo.
    Yo creo que las acciones de Higuita no parten de una ventaja táctica (¿Que ventaja da si un central se tiene que quedar a cerrar su posición?) si no de la excentricidad y la cuota de protagonismo que exhibía el portero. Las acciones de Higuita si las hiciese un central al uso serian unánimemente criticadas (paredes y regates en zonas de peligro, abandonar su posición sin red de seguridad detrás) y creo que tiene impacto por la escasa cultura defensiva de los delanteros en la época. Un portero así hoy lo veo inviable
    Por otra parte, en todos los highlits vistos apenas se ve alguna parada suya. Es decir, con las manos era un portero mas bien normal, y como dice Quintana a la postre es como hay que terminar juzgando la posición (que va a parecer que sale a cuenta poner a Xabi Alonso con guantes)
    En definitiva que yo a Rene lo veo como una excentricidad pero que no tuvo recorrido. Para mi Neuer no es "hijo de Higuita" es mas bien "hijo de Molina"

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  • Abel Rojas 18 febrero, 2015

    @ Larios

    "Courtois, un De Gea, a un Neuer o Ter Stegen"

    Mmmm, ¿qué te ha llevado a hacer esas dos parejas? ¿Cómo titularías a cada una? A mí me parecen cuatro porteros bastante distintos.

    @ El Cautivo

    Nunca entenderé empezar un comentario auto-poniéndose en una posición de superioridad frente a aquel con el que se pretende debatir. El resumen de tu mensaje es "Kundera, no eres objetivo, te voy a explicar la verdad". No lo entiendo, El Cautivo. No es que no lo entienda, es que me parece increíble esta actitud a estas alturas de la película.

    Que por otro lado, el artículo no mide la calidad de Higuita, sino sus particularidades tácticas. Fuese o no excéntrico, para sus entrenadores, o al menos para Maturana, sus excentricidades tenían ventajas, y el artículo va de cómo las aprovechaban. Si Maturana, un hombre respetadísimo que dio mucho al fútbol -Sacchi lo venera-, hubiera considerado a Higuita lo que a simple vista parecía, parece altamente improbable que hubiera sido tan importante en sus proyectos. Hay carga táctica digna de análisis. Y en eso ha consistido la mitad de este texto.

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  • Larios84 18 febrero, 2015

    @Abel Rojas

    "
    "Courtois, un De Gea, a un Neuer o Ter Stegen"

    Mmmm, ¿qué te ha llevado a hacer esas dos parejas? ¿Cómo titularías a cada una? A mí me parecen cuatro porteros bastante distintos. "

    Es obvio que son distintos, y que seguramente el que menos sale de su área sea el belga(por cierto vaya partidazo se marcó anoche), y que De Gea si puede salir de su área en ocasiones, pero a mi la me dan mas seguridad aparente el belga y el español, que los dos alemanes.

    Si mete a Ter Stegen, es por lo comentado en texto y algunos comentarios, de que trabajando con él, y siendo 6 años más joven que Neuer, puede tener y aportar soluciones a medio plazo al sistema culé, como esta haciendo Pep con Manolito en el Bayern.

    Son gustos personales, y si los meti en pack, es porque me gustan más ambos porteros que los alemanes personalmente. y todo variando en funcion del esquema a utilizar claro esta.

    Eso no quita que luego pongas a Neuer en un sistema como el del Chelsea de Mou anoche, y ataje tantos o mas tiros que Thibaut, pero prefiero Courtois, Cech antes que Neuer, y no porque no pueda parar, atajar, sacar mejor el balón que ellos, sino porque puede llevar a equivocos, me explico; que puede haber entrenadores o mismos porteros, que sin tener la calidad con el pie, la clase tremenda en el tackle, o la valentía e inteligencia táctica para salir en el momento oportuno, pueden confundir la función primordial de un portero al uso, que es mantener tu raya a cero.

    A ti De Gea, ¿Se te asemeja mas a Valdés en su juego que Thibaut o Cech?

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  • El cautivo 18 febrero, 2015

    @ Abel
    Creo que es tener la piel muy fina llegar a la conclusión que llegas. Creo que contextualizar que Kundera como colombiano tiene (debe tener) una visión mas cercana de Higuita (como de Valderrama o de Quintero o de jugadores de los que ha hecho analisis) es competente en el articulo. Que no es una manera de minusvalorar su opinión ni mucho menos. Y tampoco veo atisbo alguno de superioridad moral en mi opinión, cuando empiezo diciendo desde el principio que esta sujeta a mi propia subjetividad, ya que tiendo a ser muy conservador en cuanto a los porteros.
    Llevo comentando en ecos desde 2010, y entiendo y comparto la idiosincracia de la pagina, y quiero creer que hasta hoy nunca me habia salido del tiesto. De todas maneras me imagino que este tema tampoco ha de ser tema de debate en esta pagina, así que por mi no tengo nada mas que añadir, y si no te emplazo a seguir vía Mail si tienes algo mas que añadir al asunto.
    Yendo a MI Opinión futbolística, que es lo que debería importar, pues entiendo lo que explica Kundera de las ventaja tácticas que puede ofrecer un libero detrás de la línea defensiva. Pero para mi Higuita no era eso. El no cierra o hace de escoba. El sale desde atrás regateando en zonas peligrosas (¡Hay vídeos suyos que llega hasta línea de fondo!) Apuesto que si alguna de las jugadas que vemos de Rene las protagonizan David Luiz o Koscienly los tildaríamos de irresponsables, locos y no saber decidir, multiplicandose por diez en el caso de Higuita (la jugada que les echan del Mundial ante Camerún es indefendible)
    Y repito, es MI opinión porque yo tiendo a ser conservador en la línea defensiva. Si me ponía nervioso hasta cuando salía Lucio en conducción (y pocos mas talentosos para ello) ¿Que voy a pensar de Higuita?

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  • AlexFuentes98 18 febrero, 2015

    Ay, creo que todos los que jugamos con guantes (de portero ^^) a esto, te agradecemos enormemente un artículo solo sobre dos de los más excéntricos en nuestra posición. Gracias Kun.

    Y, por mi corta de edad, no hablaré de René Higuita pero sí de Neuer y sus coetáneos. Porque Manuel es el portero más «loco´´ que he visto y lo que mi entrenador pretende hacer de mí. Un kamikaze que no se suicide (vaya antítesis jajaja) en las salidas para cortar balones al hueco y una pieza más a la hora de sacar el balón jugado. Lo segundo ya lo tengo pero lo primero… ¿ es que cuántos porteros ha habido en la historia que tengan esa capacidad? Es brutal lo del alemán.
    También habláis de la gestualidad del portero vs la del jugador… y creo que tenéis razón los que decís que solo ponerte los guantes te cambia los gestos. Porque sí, para ser mediocentro tienes que tener un 85-90% de acierto en pases si quieres ser élite y tienes que vigilar siempre la espalda y tener siempre todo el campo en la cabeza… pero es que el portero élite en el juego de posesión es el que no falla nunca en el pase corto, porque ese fallo es un gol y ya tocaría remontar.
    Dudo que haya una posición que resulte más difícil de entender si nunca has jugado bajo palos a cierto nivel.

    PD: Misma pregunta que en el artículo del PSG-Chelsea, ¿comentamos algo del Neuer vs Courtois?

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  • @Quisibo 20 febrero, 2015

    Higuita encierra esa poesía del fútbol que va más allá de lo táctico, me gusta pensar que el deporte mas practicado del mundo se hace especial en los pies de esos tipos que se empeñan en ser distintos, con todo lo difícil que es hacer algo nuevo en un deporte que practican 200 millones de personas.

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  • zias 13 mayo, 2015

    Para un equipo que pretenda luchar por todos los titulos que disputa, con intención de ganarlos, es imprescindible contar con un portero que además de parar, sea capaz de abortar contrataques del equipo contrario, estando pendiente del juego, situandose entre el punto de penalti y el borde del área grande, sin descuidar posibles tiros desde lejos; y además debe participar en la circulación del balón, apoyando a su defensa ante la presión de los delanteros contrarios.

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