El dragón es una criatura mitológica que sólo vivió en la mente del hombre hasta que un día, por arte de magia, el fútbol gestó uno en la orilla del río Duero, a los pies de la ciudad de Porto. Allí vivió, con dificultades, hasta que el formidable Jorge Nuno de Lima Pinto da Costa decidió dedicarle sus cuidados, en 1982. Pronto entendió, por lógica y experiencia, que el alado animal sólo admitía el tacto de la sangre caliente, y lo rodeó de jóvenes latinos que fueron sucediéndose como protectores hasta el presente de nuestros días. Moutinho, James Rodríguez y Jackson Martínez conforman hoy su guardia pretoriana, la más bella de las tres más fieras que sirvieron (Vitor Baia, Carvalho y Deco; Bruno Alves, Hulk y Falcao; y la actual). Hoy defenderán el gran nido contra el ataque de Andalucía. Isco, Joaquín y su Málaga de Pellegrini no tienen historia. Quieren hacerla. Y han leído en los libros cómo se mata a un dragón: mintiéndole.
El FC Porto es uno de esos equipos ofensivos que no necesitan el balón. Es decir, crea muchas ocasiones de gol por partido y tiene facilidad anotadora, pero no requiere tener más posesión que su oponente. Acelera y finaliza sus ataques a la mínima que puede, no desaprovecha una ventaja pequeña para esperar que surja una grande, siempre arriesga, por lo que se puede decir que estamos ante un sistema basado en el control de las transiciones. Busca que el balón cambie de dueño con frecuencia y quedar mejor posicionado que el otro en cada uno de esos cambios. En pos de potenciar un ritmo alto, que es lo que favorece a este estilo, su carácter defensivo es presionante, intenta robar el balón pronto y muy arriba, algo que al Málaga le sienta rematadamente mal. La salida de balón desde atrás es unos de los mayores defectos colectivos del equipo. Ahora bien, si supera ese escollo y se mete en la mitad del Porto, la ventaja será suya. ¿Podrá lograrlo?
Es cierto que Vitor Pereira maneja dos variantes, la agresiva y la semi-conservadora, pero a lo largo de este artículo nos centraremos de manera total en el análisis de la primera. Por jugar en casa y por las cualidades del Málaga, parece claro que esta noche optará por ésta. En virtud de la misma, el Porto invade el campo rival cuando su contrario trata de iniciar la jugada (imagen la izquierda). Lanza arriba a todos cuantos sean necesarios, y como busca robar, lo hace encimando hombre a hombre, aun rompiendo su claro 4-3-3. El movimiento es ordenado, van al unísono, nadie deja colgado a nadie y ahí está el éxito. Sin embargo, hay una pequeña vía de escape. Cuando James ocupa la banda derecha, el sector está defendido por el «10» y Lucho, que no es quien fue, y la energía difiere de la del otro costado, Valera y Moutinho, que funciona a motor. Por desgracia para el Málaga, su lado más dotado para salir es el otro, el de Demichelis, Gámez, Toulalan y, a veces, Portillo; pero bien es cierto que en momentos de agobio máximo Pellegrini podrá tirar a la izquierda a Isco + Joaquín y hacerle el boca a boca al equipo. No es lo ideal, lo óptimo es que los genios reciban más allá de la divisoria, pero peor es morir. En la Copa de Europa, a domicilio, sobrevivir es triunfar.
Iturra con pelota tiene algo más que CamachoComo decíamos, si el Málaga es capaz de superar la presión sin retrasar demasiado a Isco, el escenario cambia. El Porto sabe defender su propia mitad, pero su modelo defensivo no resultaría molesto para Pellegrini. Como vemos en la imagen de la derecha (es una toma muy exagerada, escogida para explicar la idea), se organiza en un 5-4-1 retrasando a Fernando, el mediocentro, a la zaga. No es que el jugador en sí lo precise, Fernando tiene agilidad e intuición para defender más arriba, pero a poco que el contrario gana metros, la apuesta del Porto es ésa. A Isco y Joaquín (y Portillo, si juega) les favorece el asunto. Primero, porque en varios momentos de la jugada surgen espacios entre la línea de 5 y la de 4 en los que ellos pueden recibir fácil y liarla. Segundo, porque tras la primera marca -a la que a menudo ellos eliminan con su primer control- no está el bicho portugués corrigiendo. Además, otra cosa. Alex Sandro y Danilo, laterales de Pereira, no tienen fundamentos cerca de su área, y basan su defensa en la persecución. Si Isco o Joaquín llaman su atención y tiran para el medio, ahí el Málaga tendrá un hueco para aparecer por sorpresa y ganar línea de fondo. Ni Danilo ni Alex Sandro saben cuándo hay que desistir. Joaquín e Isco lo tienen todo para engañar al dragón, siempre que Pellegrini no decida juntar a Baptista con Roque o Saviola y retrasar al gaditano (más gol, más rigidez). Para que el Málaga sea líquido y esa movilidad genial cree problemas, Joaquín debe jugar de punta. Por delante de Isco.
Cada ataque del Porto viene determinado por la altura a la que consigue robar el balón. Si logra un robo alto, en campo contrario, es una auténtica máquina de matar. Sus laterales entran con fuerza por dentro, sus interiores salen con fuerza hacia fuera, Varela corre que se las pela y James y Jackson son simplemente cracks, tanto leyendo como ejecutando. Trazan movimientos rápidos, agresivos, profundos, muy difíciles de contrarrestar, incluso teniendo la calidad Toulalan e Iturra a favor. El primer zarpazo del dragón es pura élite. En situaciones más quietas, teniendo nivel, es más asequible, sobre todo cuando inicia en su propio campo. Moutinho, el cerebro de este Porto, no es de bajar demasiado a recibir. Se le puede ver, pero no es lo suyo. Dicho factor ha llevado a Pereira a desarrollar un circuito de salida cimentado en el juego directo sobre Jackson Martínez. El «9» colombiano asusta. No es una rápida pantera de 2 metros de largo y 120 kilos de músculo, pero a fe que lo parece. Y su juego de espaldas es una locura. El Porto se abre como una flor y le da todo el espacio para que se mida a centrales sin ayudas. En la imagen de la izquierda le vemos como único azul en campo rival, recibiendo un pase. En 9 segundos ha metido a cinco amigos en la mitad enemiga, todos en carrera, y una línea contraria está mirando a su meta. Como ésta, de todos los colores.
¿Diego Lugano como el anti-Jackson Martínez?Los dos grandes beneficiados son James Rodríguez y Moutinho. El primero es un genio. Viene algo mermado, no se espera que complete los 90 minutos, pero 1 solo puede bastarle para decidir. Si se quiere profundizar en la estrella, os invitamos a este otro texto. Toulalan tiene mucho que decir contra él. También contra Moutinho, que luce aún más peso en el juego. Si bien es cierto que, como anotamos, no es un centrocampista de los de bajar mucho a sacarla desde atrás, también lo es que todo el juego de posesión del FC Porto recae sobre él. Se junta con Jackson Martínez, el ariete le habilita y él comienza el baile. El don de mezclar la pausa y el orden con las poderosas caídas a banda y la llegada a gol hace de él un centrocampista completo. Ha madurado. Ha alcanzado la jerarquía que alguna vez pareció no poder alcanzar. Si este trío dominante es la base y el desborde de Valera la constante que acompaña, la sorpresa venenosa son Alex Sandro y Danilo, que atrás no son rocas pero con el balón atraviesan muros. Estamos ante la pareja de laterales más dotada en lo técnico de toda la Champions, sus conducciones hacia dentro dejando rivales por el camino hacen mucho daño. Valorando que los interiores malaguistas (Isco y Joaquín o Portillo) no cambian rápido el chip de ataque a defensa, y que no tienen retorno, los ex-laterales de Neymar pueden ser ese factor inesperado que decante la balanza.
La eliminatoria entre el Porto y el Málaga, sobre el papel, es una maravilla. Dos grandes equipos, dos estilos diferentes, dos técnicos atractivos, dos plantillas llenas de recursos. La presentación de Jackson Martínez. La primera batalla entre Isco y James Rodríguez, llamados a liderar en algún momento a un aspirante a la Copa de Europa, si tras Ronaldo y Messi se equilibra la escala de poder. Ahora bien, por encima de todo, la noche de hoy puede ser la gran revancha de un genio inaudito que debe sacarse una espina. Joaquín no puede ser recordado por el España-Corea del junio de 2002. Ha sonreído demasiado jugando al fútbol. Si se le rememora entre lágrimas, que sean de dragón. Que tengan sabor a río Duero, salada orilla de Porto.
garrinchacf 19 febrero, 2013
Abel, ¿no tenías otra foto que no fuera de Jackson Martínez para ilustrar la portada? Es muy temprano para aterrorizarme a 11 horas del partido…
Yo temo el sector izquierdo de la zaga malaguista. Ya sin el añorado Monreal y con Eliseu renqueante, las caídas a esa banda con James y Danilo pueden causar estragos. Doy por descontadas las ayudas de Toulalan y sobre todo Iturra, pero en función del momento espero que Isco o Joaquín tal y como comentas echen una mano primero para cerrar el costado más delicado y luego para sacar el balón.
Hay fe #vamosMálaga