Francia dio pie a que la España de Del Bosque jugase un partido perfecto para, en un futuro, analizarla en profundidad. Quizás no tácticamente, pues hubo alteraciones como la presencia de un único mediocentro y dos delanteros arriba, pero sí en esencia. Más allá del dibujo, la Selección saltó al campo casi como siempre. Dulce en lo técnico, paciente para ir metiendo rivales tras el balón y fría para reducir al contrario desde la abrumadora posesión de balón. El «casi» responde a que España posó algo desenfadada, como con ganas de disfrutar, cuando en las grandes ocasiones prioriza la responsabilidad muy por encima de lo lúdico, vena que no desata hasta después del 2-0, que casi nunca llega. Centrales irrumpiendo en campo contrario con balón, mucho intento de girar en mediocampo contra presión… lujos tácticos y técnicos que terminaron atropellando la esencia ultra conservadora que le hizo invencible. ¿Error de Del Bosque? No. Esa concentración sólo puede pedirse cada 2 años. Y durante un mes.
El pitido inicial descubrió el souvenir de un Deschamps de brillante dirección de campo pero deficiente puesta en escena: Francia salió a replegarse. Se entiende que jugar contra España acompleja y asusta, ningún combinado nacional ha dominado de forma tan cruel y duradera como éste, pero encerrarse es facilitarle las cosas en exceso. España juega a tres pasos: 1. Meter al contrario en campo propio, 2. Meter a 8 o 9 de sus piezas en campo rival para bloquear rápidamente, tras pérdida, los intentos de fuga, y 3. Mirar el reloj y esperar a que suene la flauta, que con tanto mago, surge cuatro o cinco veces por noche.
Del Bosque recuperó y acentuó el 4-1-4-1 previo al España-Francia de la Eurocopa.
Demérito francés reconocido, la primera mitad de España fue muy buena. Alonso, como en la Eurocopa, fue el hombre delXavi jugó otra vez por delante de la pelota sistema, sin Busquets en esta ocasión, lo que le dejó solo atrás (4-1-4-1). Es decir, aun sin Busi, Xavi es decididamente jugador de tres cuartos para Del Bosque. Viendo su primer tiempo, es más fácil pensar que Del Bosque y Guardiola, sobre Xavi, están más en lo cierto que Tito. El 8 español es sabio y nota que ha perdido peso, algo que le apena, pero sus equipos agradecen que quede más arriba. Descargado del juego, centrado en la jugada. Ahí es un lujo, y defensivamente es más que viable. Abrillantó como ninguno una línea de mediapuntas inigualable en lo técnico, que disfrutó, al principio, del regalo hecho por la posición de Pedro, fijo como extremo derecho. Dicho ajuste retrasaba a Arbeloa al escalón de Alonso, una ayuda que compensó la ausencia de Busquets hasta el punto de que España concedió un acercamiento en más de media hora de juego contra Ribery y Benzema.
En lo negativo, se creaban tan pocas ocasiones como siempre. Balances favorables, pero cortos. Buscando compensar, y calibrando Del Bosque que la diferencia de juego y sensaciones era enorme, liberó a Pedro de la banda derecha y le dejó influir por todo el frente ofensivo. El canario está a un nivel fantástico, y en España, donde se siente aun más decisivo, se desmelena del todo. Creó superioridades, desbordó, fabricó goles, aunque solo uno entrara. Es tan hiperactivo y agresivo que, por sí mismo, tiñe a España de equipo con punch. Ahora bien, sin la referencia en banda derecha, el equipo se desequilibró. Arbeloa tenía que subir hasta el final para dar amplitud por allí, Alba hacía lo propio en el otro lado, Alonso quedaba solo tras el balón -con un no central a su espalda- y los lujos técnicos comenzaron a pesar. Fue Ribéry el primero en gritar que estaban jugando mal, pero que no eran malos. Deschamps llegaba al descanso vivo y coleando.
Deschamps, Valbuena, Ribéry, Benzema, Arbeloa y Piqué desangraron a España.
La segunda parte arrancó con una Francia mucho más agresiva en la presión, con la línea mucho más alzada. Pronto se lesionó Arbeloa y, seguidamente, Deschamps dio entrada a Valbuena por Gonalons, convirtiendo el 4-3-2-1 en un 4-2-3-1 que juntaba más a los atacantes galos. Para más inri, Didier inclinó a Benzema y Valbuena de manera descarada hacia el lado de Ribéry. Hacia el de Juanfran y Busquets, por ende. Juanfran es muy bueno, pero no tiene el chip competitivo de Álvaro; y Busquets es cada día más grande, pero para central de élite no le da todavía. Las recepciones de Karim eran casi gratuitas en esa zona, Francia jugaba en lugar de acelerar desde ahí y España tuvo que retrasar filas. O sea, el paso 1 quedaba destruido. Ante esa situación, se echaron en falta tres cosas. La primera, un delantero de rupturas largas. Cesc no es eso, y Torres vuelve a estar por debajo del nivel requerido. La segunda, un Albiol (o Javi Martínez) por Xavi. España no podía quitarle la pelota al triángulo Ribéry-Valbuena-Benzema, y necesitaba un plus defensivo en esa zona, recuperar la posesión y volver a crecer. La tercera, el deje de Fase Final. Con éste, España no se toma licencias, Francia no se hubiese descubierto viva nunca y todo hubiera sido según el plan, más que probablemente. En definitiva, no hay de qué preocuparse hasta nuevo aviso. A ver si Deschamps invierte el subidón de moral y crédito en algo interesante, porque su Francia, sin contar lo de ayer, ofrece mucho menos de lo que ofreció la de Blanc antes de la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
Fabrizio 17 octubre, 2012
Me habían dicho que en este sitio se habla de fútbol de alto nivel, me recomendaron este sitio, y este es el primer artículo que leo, y estoy realmente muy decepcionado, pero mucho. Lo primero es que el autor de este artículo no entendió para nada la forma en que jugó Francia: dos línea de cuatro muy juntas, pero en medio, siempre estaba Gonalons, flotando entrelíneas. Deschamps estudió bien a España, puso a Gonalons flotando entrelíneas para cortar el circuito Xavi-Cesc. Y Gonalons realizó muy bien su labor de impedir que Fábregas recibiera cómodo entrelíneas. Esta fue una de las claves.
Lo de Pedro ya es de traca, es un jugador muy sobrevalorado, muy hiperactivo, de acuerdo, pero muy poco productivo, es un churrigoleador, que ya ni siquiera mete sus churrigoles. Es un tío demasiado vertiginoso, corre como un pollo sin cabeza (es como Di María, pero con mucho menos calidad), Pedrito mide mal el tiempo y el espacio, mide muy mal la velocidad de los cruces y siempre choca. Nunca hace un cambio de ritmo, no desborda a nadie (contra el Spartak no desbordó a una defensa a la que TEllo les hacía un traje, tiene tela), Pedrito piensa muy poco, parece un jugador fenomenal, parece, pero no lo es. Simplemente hay que analizar fríamente y se ven sus defectos tan grandes. En estático no regatea a nadie, un juvenil le quitaría el balón (o jugadores que defienden peor que un juvenil, como Kaká, o Marcelo). Yo pensé que aquí me encontraría comentarios de alto nivel intelectual, pero estoy decepcionado, mucho.