Una zaga culé muy justita y un golpe de fútbol blanco bastaron al campeón de Liga para voltear la Supercopa en cosa de 30 minutos. Ha sido un torneo divertido, pero de menos nivel que el del año pasado, lo que en el fondo habla bien de la dualidad; la normalidad está regresando poco a poco y la atmósfera es más sana. Volver a exprimir la máquina en pleno agosto no procedía, era gastar músculo y matar neuronas. Conclusiones, pocas. Sobre todo porque no se vio nada nuevo. Son dos equipos muy igualados; uno con Messi y el otro con la vigente superioridad táctica. El primero regaló dos goles en la ida y el segundo solo facilitó uno a su rival en la vuelta. Por eso y un par de detalles extra a comentar ganó el Real Madrid con tanta justicia como habría ganado el FC Barcelona.
Fue un partido muy simple. El Madrid debía remontar y jugaba en casa, así que alzó su bloque de presión, sin mayores ajustes, buscandoEl 4-2-2-2 de Tito dificulta salir ante presión situaciones pares y forzar pérdidas. Lo que hizo Osasuna, pero en un campo grande. Lo que desangra al Barça desde hace ya tiempo y cuya solución no parece ser prioritaria para Vilanova. Al menos, eso se da a entender con el desarrollo del 4-2-2-2 en fase ofensiva. Con el 4-3-3 asimétrico (Alexis de «9»), el Barça obligaba al Real a defender por dentro tres alturas diferentes: Xavi e Iniesta, Messi y las rupturas de Alexis. El nuevo sistema, a efectos prácticos, limita el número de alturas activas a una sola, ocupada por Iniesta y Messi, siempre de espaldas a marco. Para el día a día, Tito gana un aplomo en su posesión con Xavi tan atrás que le gusta; pero contra el Madrid de Pepe no parece lo ideal. En 20´, pérdidas, nervios y dos goles.
Y hasta ahí las lecturas colectivas. El resto fue un cúmulo de detalles. La zaga culé, con Mascherano a la cabeza, e HiguaínPiqué y Puyi son imprescindibles ante el Madrid fueron los más notables del primer compás. La línea de 4 debutaba como tal, por ahí se le excusa un poco, pero lo cierto es que la materia prima es insuficiente. Adriano es menor, y Alba va a depender de que el Barça domine para que sólo se le vea lo bueno. Mascherano, el caso más complejo, ya fue analizado. Cuanto más atrás juega el Barça, más resta él como central. Lo de Higuaín fue por su falta de confianza; no la tiene en noches grandes. Ayer buscó asegurar hasta el exceso y dictó a Valdés a dónde iba a definirla en cada intento. No es un futbolista fiable, a menos que no tenga nada que perder. En su haber, que ningún otro se queda cinco veces solo ante el portero del FC Barcelona, sea como sea el choque. Tiene su mérito.
Marcelo y Özil fueron, junto a Pepe y Valdés, los hombres de la noche. Discutidos por su irregularidad, lo cierto es que siempre han sidoEl Barça hace muchas cosas raras por Messi jugadores complicados para el Barça. Su técnica anula la transición defensiva culé, le hace perder sentido. Jugarán de inicio siempre que estén bien, como Marcelo en 2011 y Mesut en 2012. Entre medias de su paseo, allá por el minuto 16 o 17, hubo una jugada muy llamativa: el Barça había batido la presión y encontrado a un Pedro que, en vuelo y ventaja, atacaba a Arbeloa. Al segundo tuvo a Alba doblándole por fuera, generando un 2×1 que metía al equipo, sí o sí, en el área de Iker; pero la pelota acabó en el centro, en Messi, rodeado por cuatro camisas blancas. Esto es anti-natural, sus compañeros lo notan y les afecta. A excepción de Pedro, que creció así, el resto se termina achicando… mientras el Real no les toma en cuenta.
Aun cansado el Madrid hubiera goleado al Barça de no ser por Messi.
Que por otro lado, bastante tiene con Leo, dirá el Madrid. El argentino jugó como en la ida, poco y regular, pero es que nada importa. La relevancia que ha tomado en los Clásicos es absoluta, él lo sabe y lo lleva al máximo. Mide cada mirada, cada saludo, cada protesta, cada carrera, cada contacto. El Real Madrid ha superado de todas todas su fobia al FC Barcelona, de hecho es posible que se sienta incluso por encima desde el 2-1 que le dio el campeonato, pero Messi es otro tema, aunque conozcan el método a utilizar contra él. El miedo local a que la recibiese con espacio para arrancar y el cansancio general que se apoderó del choque en la segunda parte hicieron que ambos firmaran el 2-1 hasta el minuto 80. Llegados al instante, otro poquito de diversión y a descansar. Se viene una temporada muy larga, que lo promete de todo. Pronto estarán a tope.
@sepioes 30 agosto, 2012
Yo vi algo nuevo ayer Abel, quiero saber qué opinas:
Me explico, en lugar de ser Özil el bajaba junto a Xabi y Khedira en faceta defensiva, era Di María el que se centraba mucho y dejaba a Mesut presionar más arriba. No sé el motivo, pero el Barcelona nunca aprovechó esto para entrar por la izquierda, donde solamente estaba Arbeloa contra Alba y Pedro en muchas fases.