En el pasado Mundial de Sudáfrica Del Bosque se cobró tres víctimas dramáticas que costaron a España demasiado juego: Silva, Xabi Alonso y Xavi, cada una a su manera. Tres de los cinco súper centrocampistas (junto al suplente Cesc Fábregas y el sobreexplotado Iniesta) cuyas dificultades mermaron el gran aval español, la velocidad y heterogeneidad de su posesión de pelota. Hoy las principales diferencias con respecto a aquel momento son la titularidad de Silva y, sobre todo, la entrega de galones al mediocentro del Real Madrid.
Sin entrar a discutir sobre la formación o no de un doble pivote entre Busquets y Xabi Alonso -que en opinión del autor fue que sí, como en la segunda mitad contra Italia-, lo que es nítido es que el vasco ha pasado a ser el receptor original del mediocampo, ya sea jugando entre centrales o controlando en zona de pivotes. Lo primero que está ganando España así es carisma, pues la felicidad de un jugador tan impactante en lo visual transmite confianza y diferenciación. Lo segundo, calidad, por el muy superior rango de pase disponible y la sensación y certeza de más verticalidad. En una Selección como la de Del Bosque, tan trabajosa de cara al desborde o el cambio de ritmo, que en todo momento pueda pasar algo productivo no tiene precio. Xabi Alonso lo ofrece.
Xabi Alonso y Busquets, a base de compartir, han aprendido a serse útiles.
Busquets es importante porque es la pieza que está permitiendo aEl apoyo de Busquets sube el acierto en el pase Alonso pausar sin ralentizar. Acostumbrando a en caso de duda cruzar sobre Di María o desahogar sobre Ronaldo, en España encuentra en Sergio ese punto de apoyo y continuidad cuando no hay nada por delante. La seguridad en su gesto técnico crecerá a medida vaya pillando el latido de la Eurocopa, y entonces sus pases recuperarán la tensión que hoy no están luciendo y que definen su mejor versión. A David Silva, que siente que todo es un sí pero no para él, le pasa algo parecido, salvando las distancias.
A nivel ofensivo, el partido contra Irlanda dejó varias lecturas o variasIrlanda quedó girada hacia su derecha presentaciones para un debate posterior, según se quieran ver. Para empezar, en el carril derecho están pasando cosas que hay que comentar. Hasta la salida de Xabi Alonso en el minuto 64, tres de los cuatro jugadores más relacionados con el balón eran habitantes del perfil siniestro: el propio Xabi, Jordi Alba e Iniesta. El resultado, una basculación casi desequilibrante de Whelan y Andrews -doble pivote irlandés- que regalaba al sector derecho todo tipo de ventajas. Tanto en distancia corta -Xavi se lo pasó pipa- como en larga. Ahí es donde está el tomate.
Arbeloa es perfecto en lo táctico. Pero en lo táctico y nada más. Su recepción,Xavi y D. Silva deben ayudar a Arbeloa de por sí, es improductiva, y sólo tiene sentido como principio de una situación en ventaja para un segundo receptor. Xavi tras pase atrás o Silva tras acercamiento. Otra opción sería situar a Torres abierto, más autosuficiente a la hora de generar. De alguna forma hay que sacar provecho de un espacio infrautilizado. ¿Juanfran? No está tan claro como parece. El timming del atlético es bastante más impuntual que el de Arbeloa, y sin segundo y metro perfecto ahí no habría nada.
Torres está destrozando pizarras rivales.
En más de un compás del choque dio la sensación de que Trapattoni quería una Irlanda más ambiciosa en lo posicional, que achicase más arriba, consciente de que es la manera de herir la precisión de Xavi y Xabi. De cara a esto, Torres fue crucial. El debate sobre él no parece ya girar sobre su utilidad, sino sobre su uso. Está tirando media ruptura por minuto y se le está buscando cada cinco. Para algunos, es lo correcto: Ayuda a crear un contexto táctico más agradable para el discurso que define a España. Para otros, es desperdiciar situaciones de ataque: Torres podría crear aun más peligro. Debemos reconocer que el mes está siendo fantástico. Nosotros discutimos desde la tranquilidad y Europa hace cuentas para posponer su cruce contra la Selección. Esto terminará acabándose, ¿eh?
@ecosdelbalon 15 junio, 2012
@ De la Cuesta
Busquets a la derecha de Xabi está ofreciéndole una salida fácil cuando no hay nada por delante. Es algo que a mí me está pareciendo importante para asegurar un porcentaje de éxito en el pase superior que, al fin y al cabo, España necesita. Pese a que no está individualmente fino, su función me convence.
Además, ayer España dominó de manera perfecta la transición defensiva. Es cierto que Irlanda parece la prueba menos válida posible, pero como digo siempre, las victorias se regalan… y el buen juego, no. El buen juego puede facilitarse, pero no se regala. Si no lo tienes, no lo tienes.
@ Fernando Eco
Entiendo lo que comentas sobre Cesc. Yo también lo pienso en ocasiones, su ruptura y su gol es algo que repercutiría positivamente sobre el equipo. Pero es que, se quiera o no, España juega a lo que juega. Es una frikada, pero emocionalmente funciona y el equipo está segurísimo. Yo veo al equipo con una confianza insuperable e impropia de una fase final.
Cargarse a Silva para meter a Cesc o aumentar mucho el flujo de pases sobre Torres va a mermar no digo la calidad de la posesión -que quizá subiría incluso- pero sí la seguridad técnica. Y no creo que a Del Bosque le haga mucha gracia, y no sé cómo lo recibiría el grupo.
Llegados a este punto, fútbol no es sólo fútbol.
A mí me gusta como está haciendo las cosas España.