Es cierto que España ha perdido partidos desde aquella tarde en el Soccer City de Johannesburgo, hace ya casi dos años. Ha perdido más de lo recomendable, y así ha dejado escapar buena cuota de ese aura de invencibilidad que le protegía cuando el balón no le contestaba, y el campo no se postraba ante su idea. Es como un poco menos grande, como si se hubiera esfumado la sensación de que el fútbol le iba a decir siempre que sí, pidiera lo que pidiese. Las bajas de Puyol y Villa, mitos de la Selección e íntimos de la victoria, refuerzan el presentimiento. Sin embargo, en Polonia desembarca otra vez como la principal favorita, con lógica y fundamento. Y es que, a pesar de las bajas y otros problemas, España juega mejor al fútbol hoy que en Julio de 2010.
En lo táctico el equipo ha cambiado poco desde entonces. Cabe destacar que durante todo el Mundial jugó con 2 delanteros, uno en el medio y otro en banda, y hoy sólo juega uno, para hacer hueco a Silva; pero laDel Bosque nunca dio a España la mejor versión de Xavi; de ahí que no acuse tanto como el Barça su gran bajón primera línea de 4 y el triángulo siguen de la misma forma. Justo éste (Busquets, Xabi y Xavi) persiste como gran debate público, aunque a decir verdad ya tiene menos sentido. O mejor dicho, Del Bosque tiene más argumentos para defender su apuesta.
La principal diferencia en el plantel es Xavi. Antes, el cacique del juego, uno de los 5 hombres más relevantes del fútbol. Hoy, una individualidad más enfocada al detalle y al gesto esporádico. En su apogeo culé alcanzó su cota máxima iniciando en la base de la jugada, desde donde agarraba la línea de mediocampo y la ponía en la frontal rival, como si fuese una alfombra, recolocando todas las piezas a su gusto y garantizando un dominio territorial devastador. En España, la presencia de dos hombres en zona de mediocentros le dejaba poco hueco y perdía su valor diferencial, con lo que el equipo salía perdiendo. Hoy todo es tan sencillo como que Xavi asuma el rol que Guardiola le dio desde que interpretó que estaba mal, más cerca de la zona de castigo.
En la frontal del área Xavi gana gol, algo que a España no le sobra. Y además sabe convivir en situaciones de espaldas a marco, como vemos en la jugada de las dos imágenes anteriores (izquierda y derecha). Precisamente esa acción, ése recibir entre líneas y conseguir que una fila contraria mire a los ojos de su portero, es nuestra marca. Algo mortal de necesidad que Xavi, Silva, Cazorla, Mata y, claro, Iniesta hacen como nunca se ha hecho. La evidente falta de amplitud y la obvia ausencia de profundidad encuentran aquí una compensación, a menudo, rentable. Una vez recibe uno de los duendes a espaldas de la primera línea, el lío está montado, los defensores sueltan marcas y los espacios aparecen sin cesar.
Los detractores de la dupla Xabi Alonso & Busquets sostienen que esa «puerta atrás» es menos efectiva con ellos juntos, lo cual es correcto. Al fin y al cabo, aunque lo intentan, su habilidad para jugar por delante del balón es muy inferior a la del resto, terminan quedándose -no es un problema para Del Bosque- y España suma un efectivo menos en la nuca del mediocentro y uno más delante del rostro, que es donde están los ojitos. O sea, es más fácil de defender. Si encima a Xavi le entra morriña y se queda abajo, se producen situaciones (imagen de la derecha) un tanto espesas. En éstas, el recurso más utilizado suelen ser los laterales, sobre todo el cohete Jordi Alba. España se junta a un lado, diseña la autopista en el otro y el lateral entra solo. Xabi Alonso, al que se le está viendo ágil y muy dulce, marca diferencias con su cambio de orientación (9 segundos después de la imagen anterior).
En cualquier caso, no queda duda de que para la Selección es más productivo que sus receptores sean Silva e Iniesta. Y, a poder ser, por dentro. El papel del 9 es muy importante aquí, pues debe ser quien pique hacia portería, gire centrales y genere espacio a los mediapuntas. De cara al juego, ésa y no otra es la petición colectiva principal al ariete nacional, de ahí que Torres se esté imponiendo. Si España no amenaza con rupturas, el rival subirá el sistema defensivo y acabará ganando terreno sin peaje. Dicho esto, el momento de Torres es el que es. Se intuye que ante la difícil Italia se le protegerá y se expondrá a Negredo.
Los mejores momentos de España durante la preparación han sido la primera mitad ante Corea (4-1-3-2, imagen de la izquierda) y la segunda contra China (4-1-4-1, imagen de la derecha), con Alonso de únicoLa lectura de Xabi y la técnica de Busquets, claves en la transición defensiva de Del Bosque mediocentro y Torres en la punta del ataque. Por todo lo comentado, es la versión más líquida, creativa y estimulante. La única que garantiza no tener que esperar demasiado tiempo entre ocasión y ocasión. Pero Del Bosque no va a prescindir, salvo situación límite, de los dos sujetados.
Vicente no es un entrenador inquieto. Siempre ha sido de pensar en pequeño para soñar en grande, y de esta forma ha conseguido dos Champions Leagues, una Copa del Mundo y el nobiliario Marquesado de Del Bosque. No va a cambiar a los 61 años. Para él, que Xabi Alonso y Busquets casi siempre estén por detrás de la pelota no es un activo ofensivo menos, sino un seguro de vida más. Su apuesta es un porcentaje de posesión elevadísimo y certero y esperar que la inspiración y la formidable técnica filtren el gol. Más que respetable; toda vez que, como se dijo, darle la base a Xavi pasó de ser obligatorio a casi desaconsejable.
Jesús Navas, que acabó el año fenomenal, es crucial en los dos planes alternativos de Del Bosque.
Xabi y Sergio son algo más negociables si está Jesús Navas -quizás su futbolista favorito-. El extremo es ancho, alto y fijo, y su posición hace que Arbeloa quede formando un expeditivo y protector cierre de tres con los centrales que, sin Navas, no es posible por demandas de amplitud. Por otro lado, la pareja Navas-Llorente de por sí es un caramelo subestimado. No ya por la producción directa de la misma, que puede ser decisiva, sino porque supone una profundidad fácil y constante que a Silva e Iniesta les da la vida en forma de espacios. Van a ser muy importantes.
España tiene problemas, sí. En especial, una carencia de gol bastante importante. Pero su calidad es una excepción en la historia, el juego termina fluyendo y se presencian lances que, ineludiblemente, nos retrotraen a tiempos de Toninho Cerezo, Falcao, Sócrates, Eder y Zico. Los problemas fundamentales son de contexto. El primero, que faltan dos hombres de verdad, y en una Fase Final un hombre vale más que cinco cadenas de pases perfectos. El segundo, que España ha conquistado el último Mundial y la última Eurocopa de Naciones. Si no hubo nunca tres tras dos, por algo habrá sido.
bortibort 7 junio, 2012
Estoy taaaaan de acuerdo contigo que me preocupa.