El FC Barcelona se quedó demasiado corto ante el Slavia de Praga. Literalmente, además. El cuadro de Ernesto Valverde tuvo muchísimas dificultades para superar el entramado táctico que su homólogo, Jindrich Trpisovsky, le planteó a 40 o 45 metros de su portería. Con la línea defensiva muy adelantada, a una distancia bien considerable respecto a su propio área, pocos espacios dentro y la intención de robar a media altura, sin tampoco presionar con demasiada insistencia los primeros pases del Barcelona, el Slavia de Praga consiguió salir vivo del Camp Nou contra todo pronóstico, teniendo en cuenta que este tipo de planteamientos, por norma general, solían acabar bastante mal parados. Y más ante Leo Messi.
El FC Barcelona se posicionó en un 4-2-3-1 desde el inicio
Sin Luis Suárez ni Arthur, por diferentes razones, Ernesto Valverde dibujó un 4-2-3-1 de inicio, con Griezmann, Messi y Dembélé, de izquierda a derecha respectivamente, y un doble pivote conformado por Busquets y De Jong. Ya que el Slavia no salió a presionar directamente muy arriba sino que desde pronto prefirió posicionarse a media altura, concediendo escasos 15 o 20 metros entre su primer punta y su último central, el cuadro azulgrana encontró bastantes facilidades para, al menos, llegar hasta la divisoria de los dos campos con el balón controlado. Pero ahí justo comenzaron todos los problemas del FC Barcelona. Sin que los centrales -Piqué y Lenglet- se atrevieran a salir conduciendo desde atrás para atraer y dividir las vigilancias de su contrario, lo cual hubiese achatado irremediablemente su planteamiento y le habría permitido una recepción más cómoda a sus centrocampistas o a quien recibiese por delante del balón, estos prefirieron tocar en corto con el compañero que se ofreciese por delante, ya fuese Busquets, De Jong o Messi, aunque este recibiera de espaldas y muy perseguido.
Esos 10 o 15 metros que el Barcelona no consiguió arrebatarle al Slavia desde su defensa fueron los que los checos aprovecharon después de cada recuperación. Conectando con su hombre libre, siempre y cuando Olayinka no decidiese hacer la guerra por su cuenta, el Slavia consiguió transitar en numerosas ocasiones al espacio a través de pocos y muy precisos pases entre sus futbolistas más adelantados. Castigando la transición defensiva del Barcelona, haciéndole correr hacia su campo, el equipo checo consiguió meterle el miedo en el cuerpo varias veces durante la primeros 45’. Al tiempo que la respuesta del propio FC Barcelona se quedó a medias entre un quiero y no puedo. Y un ‘no sé bien cómo’.
El Slavia de Praga defendió siempre con seis futbolistas atrás
Sin una referencia fija que plantase a los centrales, ya que Messi -en punta- bajaba cada vez más atrás para recibir de sus centrales o del doble pivote, el Barcelona no encontró el modo de amenazar el posicionamiento defensivo de su rival aun teniendo futbolistas para haberlo hecho. Semedo y Dembélé, en derecha, o Jordi Alba, por izquierda, podrían -y deberían- haber rajado al Slavia al espacio. Pero el sistema, desde sus centrales, no consiguió darle ventaja alguna a ninguno de sus futbolistas. Y si bien es cierto que en la segunda mitad, con el Slavia algo más atrás, Messi consiguió recibir con un poco más de tiempo y espacio en el carril central, la sensación que deja este cero a cero es muchísimo más alarmante de lo que en un primer momento se había creído: el FC Barcelona no solo tiene problemas ante los equipos que le muerden muy arriba sino que en este momento, y más en la Champions League, el conjunto sigue acusando un déficit de profundidad que preocupa.
Hagen 6 noviembre, 2019
Preocupante este momento del Barca.Un equipo con falta de variantes y con rivales que le están perdiendo el respeto en su feudo. En la primera parte hay que destacar a Semedo y Dembele que con los pases profundos y los recorridos para atacar la zona izquierda del Slavia del portugues y la velocidad del frances estaban haciendo daño. Lastima que el Francés tome malas decisiones y el portugues no se atreva a rematar al arco y por eso se pierdan chances de ganar. de resto vi un equipo muy lento en salida de balon y predecible para el rival, que con la presion medio-alta que hacia el equipo Checo evitaba el juego fluido del equipo español.
En la segunda parte destacaría a Messi y a Fati. El chaval en las pocas oportunidades que tuvo hizo mas que Griezmann, que todavía lo veo muy desubicado en el esquema de Valverde. Con respecto al entrenador , lo veo muy confundido en la forma de ubicar los jugadores dentro del campo, haciendo que sus principales cualidades desaparezcan, caso Griezmann y Semedo. Griezmann en izquierda luce confundido y Semedo se nota incomodo jugando por Izquierda y perdiendo el regate y el centro con el pie derecho que es su fortaleza. Y que falta hizo Suarez, que a pesar de que su control de balón no sea optimo y que no se vea el juego fluido por ese detalle, sus movimientos de atracción a los rivales hacían que Messi pudiera hacer su juego letal. hoy el crack argentino tenia varios rivales encimandole todo el tiempo y haciendo su juego no lo mas cómodo posible.