Montilivi es, por norma general, un campo complicado. Allí ejerce de anfitrión un Girona con las ideas bastante claras, con un sistema difícil de penetrar y con individualidades capaces de atacar espacios y producir lo suficiente como para defender mucho tiempo en su propio campo sin que ello condicione en exceso su plan ofensivo. En su visita al conjunto gerundense, el Atlético de Madrid, jugando la primera de las eliminatorias que podría afrontar en los primeros meses de 2019, continuó dejando dudas en este tramo tan particular de su temporada, si bien parece haber sumado a la causa a la pieza más importante de todas.
Griemzann está jugando a su mejor nivel en esta temporada
Con su defensa de tres centrales y su capacidad para salir a la contra con hombres veloces en conducción, con amplitud en banda y conciencia para saber hacia dónde desplegarse, los hombres de Eusebio estuvieron la mayor parte de esta primera cita de octavos de Copa esperando. Cediendo el cuero y defendiendo por momentos muy cómodo. En su haber gozaba de superioridad en el área y en las bandas, el Atlético, con Montero en la izquierda, cargaba la zona diestra, con Arias, Kalinic en caída y principalmente, un Antoine Griezmann que está recuperando una versión casi total con respecto a ordenar su equipo y barnizarlo de dominador con cada uno de sus toques.
Precisamente fue el francés el que convirtió la posesión de su equipo en ventaja ofensiva y defensiva. Antoine, capaz de influir con continuidad en dos de las tres alturas del campo rival -zona de remate y mediapunta y/o zona de interior- y en los tres carriles (jugador «2-3″), fue el verdadero factor para superar líneas, y lo hizo con bastante continuidad. Esa figura que toca la pelota con tanta calidad en los dos ejes y en tantas zonas marca la diferencia entre una circulación plana y ramplona y otra de verdadero valor. El problema es que todo dependía de él. Si el Atlético perdía la pelota antes del último tercio, el Girona lograba salir con verdadero peligro.
Al Girona le faltó, cómo no, Christian Stuani
La otra lectura vino por cómo los catalanes ganaban línea de fondo o ponían centros antes de llegar allí. La defensa posicional del Atlético sigue llena de ranuras, con problemas en los costados, con Saúl-Lemar en izquierda y con la zona del mediocentro muy pendiente de meterse en el área, el Girona, con un cambio de orientación o una combinación rápida, progresaba y finalizaba, creando nuevas dudas de cara al futuro rojiblanco a la hora de proteger su campo con continuidad e identidad defensiva, y dejando claro que, aunque Stuani se notó en ausencia a la hora de materializar, el Girona es un equipo referente en su juego exterior y en el centro al área.
AArroyer 10 enero, 2019
Creo que Simeone no quiere intercambiar el rol de Lemar y Vitolo como titular y suplente porque de hacer de Lemar un revulsivo no sé si generaría un impacto real, pero un Koke en izquierda, un Vitolo en derecha y Correa arriba o saliendo desde el banquillo, me parece que, de volver Filipe o Lucas, es el paso del Atleti desde febrero. Ese Lemar en izquierda y Koke en derecha le da muy poco al Atleti. Bien es cierto que Arias es el lateral más profundo y proyectado del equipo, y se acercan a él para jugar allí, pero si no la toca Griezmann hay muchos problemas.
Por otro lado, el Girona se desplegó bastante bien, a pesar de rotar mucho. Tiene jugadores veloces, jugó bastante bien Doumbia.