En esta época de estrellas distorsionadas por culpa de Cristiano Ronaldo y Leo Messi, en ocasiones se nos escapa la tremenda categoría de algunos de sus coetáneos. Harry Kane y Eden Hazard son dos buenos ejemplos, como quedó demostrado en la ida de las semifinales de la Carabao Cup que Tottenham y Chelsea disputaron en Wembley.
El impacto de ambas estrellas en el partido fue total, toda vez que tanto uno como otro aparecieron cuando más lo necesitaban sus equipos. No hubo rotaciones masivas, conscientes ambos entrenadores de la dificultad que entraña ganar un título en Inglaterra; los Spurs saltaron con su 4-3-1-2 habitual, con la única noticia destacable de que Gazzaniga fue el meta titular, mientras que Sarri jugó con su 4-3-3 también frecuente, donde lo más llamativo fue que lo de Eden Hazard como nueve huele ya a discurso, teniendo en cuenta que Hudson-Odoi -que es cierto que venía de hacer un gran partido en la FA Cup ante el Nottingham Forest- fue de la partida para que el belga pudiera cumplir ese papel.
Eden Hazard volvió a ser el nueve del Chelsea
De inicio, el conjunto blue logró asentarse en campo rival e impedir que el plan de Pochettino, que era defender a media altura con Dele Alli muy encima de Jorginho y transitar a partir de la velocidad de Son Heung-Min en el ataque, surtiera efecto. El Chelsea tenía la pelota y el Tottenham no contragolpeaba, aunque es cierto que el equipo de Sarri muestra algunos problemas para encontrar remates limpios cuando asienta el balón durante mucho tiempo en campo contrario.
Uno de ellos tiene que ver con la naturaleza de su pareja de interiores. Barkley y Kanté no son dos futbolistas que destaquen especialmente por su agilidad para resolver situaciones en espacios reducidos, de ahí la necesidad de un Hazard muy participativo más atrás a la hora de generar ventajas con la pelota. Esto provoca que en muchas ocasiones la jugada del Chelsea tenga que progresar por fuera, y si, como fue el caso, Hudson-Odoi es uno de los extremos, la última acción es un centro lateral que sin un nueve puro no encuentra amenaza en el área, con la obligación de que N’Golo Kanté cumpla ese papel.
Que Kanté ha evolucionado con Sarri es una realidad, aunque la pregunta es si es una evolución positiva o algo que está limitando la naturaleza del futbolista. El mayor especialista defensivo del planeta destacó con Ranieri, Conte y Deschamps por vivir suelto, robar en cualquier zona del campo y permitir a su equipo correr hacia el ataque. En este Chelsea ese recorrido es vertical, lo que obviamente le permite pisar más zona de remate, pero aunque sus cifras goleadoras puedan verse incrementadas porque va a tener más situaciones de remate, él no es un finalizador.
El control del Chelsea no obtuvo remates de gran peligro, y ahí apareció Harry Kane
No le funcionó a Mauricio Pochettino la idea que sí surtió efecto con continuidad en el partido de liga, y tuvo que aparecer Harry Kane para cambiar la dinámica. El delantero inglés es un suplicio para cualquier sistema defensivo; si no le acompañas en el movimiento de apoyo, lo gana y otro corre al espacio para acabar la jugada, pero si decide no ir y atacar la espalda de la defensa, su sincronización para iniciar la carrera y su inteligencia en el desmarque es tan alta, que las posibilidades de uno contra uno son enormes. Una jugada de estas últimas cambió el choque y le dio ventaja en el marcador al Tottenham.
En cualquier caso, el Chelsea, a pesar de ir por debajo, siguió mandando. Los Spurs no lograban desplegarse, ni siquiera con el cambio de cromos de Pochettino -metió a Dele Alli en el interior izquierdo y a Eriksen un escalón por delante para tratar de sacar al danés de la influencia defensiva de Kanté-, y un Chelsea con problemas encontró a Eden Hazard como gran solución. Si el colectivo no encontraba grietas en la ordenada defensa posicional de Pochettino, el belga las produjo en cada sector del campo rival durante la segunda mitad: giros, conducciones, cambios de ritmo, paredes y todo tipo de recursos que no fueron suficientes para lograr la igualada, pero que evidencian que el belga puede llegar a ser un sistema ofensivo por sí mismo si su equipo lo necesita.
David de la Peña 9 enero, 2019
¿Qué os parece el recorrido del proyecto de Sarri en el Chelsea? Creo que tengo la sensación de que no termina de evolucionar como se presuponía en un principio, la verdad. No creo tampoco que vaya mal encaminado ojo, pero sí que quizás se esté quedando un poco en tierra de nadie.
¿Cómo veis por ejemplo el tema Kanté? A mí es uno de los roles que más dudas me está dejando.