Santiago Solari ha decidido cubrir la ausencia de Casemiro, tanto en los minutos finales frente al Celta como en todo el encuentro ante el Eibar, con la presencia de Dani Ceballos en la posición de pivote. Una decisión que ha llamado la atención por varios motivos, desde la adecuación individual del futbolista a ese rol, hasta por la forma en la que el entrenador argentino había afrontado su llegada al banquillo blanco.
Por un lado, parece claro que la inclusión de Dani Ceballos es la apuesta por un jugador que transmite buenas sensaciones desde lo individual. En un equipo en el que, en este momento, la confianza se ha derrumbado en los últimos meses, contar con un futbolista que tiene seguridad en las acciones que ejecuta es un valor por el que apostar.
Ceballos como pivote choca con las primeras medidas de Solari en el Real Madrid
Sin embargo, la aportación futbolística de Ceballos en ese rol choca bastante con las primeras premisas de Solari. Lo primero que decidió el argentino fue simplificar procesos; un equipo bastante rígido, extremos a pie natural, interiores con poco vuelo y priorizar la ocupación de una parcela defensiva concreta de forma individual para favorecer el retorno a campo propio. Una medida conservadora que encaja poco con lo que el jugador andaluz va a provocar con la pelota siendo el mediocentro del equipo.
Ceballos incita al desorden -sin que esto sea una connotación negativa en términos generales-, ya que su primera intención consiste en superar al rival en una conducción, o colar un pase para superar una línea contraria. Un modelo de mediocentro que a priori contrasta bastante con la intención de hacer crecer al Real Madrid a partir de una estructura poco dinámica. La explicación de esta apuesta puede estar en los problemas que en este momento tiene el Real Madrid desde un punto de vista colectivo, que sí pueden ser subsanados de forma puntual por el ex jugador del Betis.
Se vio frente al Eibar que el Real Madrid muestra en este momento un grave problema de estructura con balón en el momento en el que el equipo contrario resta tiempo a sus decisiones, justo lo que provoca la presión que ejerce el equipo de Mendilibar en Ipurua. La memoria táctica no existe, y este fue un sustento fundamental para que el triángulo formado por Ramos, Kroos y Marcelo respondiera con gran facilidad a este tipo de dificultad. Sin esta memoria, el talento de Ceballos para abrir caminos a través de su calidad técnica puede ser un buen motivo para darle un gran peso en los primeros pases.
La confianza de Dani Ceballos cuando recibe la pelota puede mover al rival y dar algo de espacio al resto de medios
Sin embargo, compartir medio campo con Kroos y Modric requiere decisiones mucho más cerebrales. Una de ellas es la de saber qué espacio ocupar cuando el rival presiona, para que en algún momento, el croata o el alemán puedan recibir acostado sobre el espacio que ha dejado el lateral y que a raíz de ahí, el Real Madrid progrese. Es una mecanismo que Dani Ceballos no conoce, y que es difícil que salga natural si tenemos en cuenta sus constantes ganas de intervenir.
Poniéndonos en la piel de Solari y teniendo en cuenta que parece que la figura de Ceballos como pivote genera más dudas que certezas, hay un último factor que encaja bien tanto en la realidad blanca como en el discurso del argentino, y que puede terminar de dar forma a la explicación por esta apuesta: el esfuerzo. En un equipo que no consigue asumir el control a través del balón que debería, el jugador que está en una posición más axial tiene que ayudar mucho, yendo sobre ambas bandas o regresando para ser un activo más en la defensa de un contragolpe. Eso el andaluz sí lo trae de serie, y puede ser el motivo de una decisión que, de ser algo constante, requerirá tiempo, lo que en este momento más le falta al Real Madrid.
David de la Peña 27 noviembre, 2018
¿Cómo veis a Ceballos en esa posición? ¿Sólo dudas? A mí particularmente me parece complicada su convivencia con Modric y Kroos, pero es cierto que parándote a pensar, la decisión de Solari tiene algunos argumentos.