Con la virtud, ganada a pulso y siempre vigente, de poder activar planteamientos tácticos basados en las habilidades de sus menos habituales, Zinedine Zidane salió a Butarque con la idea de buscar el espacio y pararse poco en pocos jugadores. Las particularidades del sistema del Leganés, habitualmente castigadas por equipos de gran calidad ofensiva, partió con ganas y resurgió después por ellas, pero fue muy penalizado por la configuración merengue, formada arriba por James, Lucas, Morata y Asensio. Los dos últimos, transmisores de la idea principal que abrió, distanció y remató el partido en favor del líder del campeonato español.
Sólo el inicio dejó al Real Madrid dubitativo con balón
En diez minutos de partido surgió la primera y única duda en el visitante, que tuvo mucho más la pelota: quién sería el conector del juego para activar los espacios que el Leganés deja a la espalda de la zaga. En esos primeros compases, varias salidas en largo y algunas pérdidas dejaron sin responder dicha pregunta y la posesión blanca parecía no poder encontrar posiciones más avanzadas. Sin un pasador en mediocampo y con los pepineros trabajando las recepciones de los medios madridistas -el segundo pase-, la fase en la que asentar la idea fue algo borrosa, hasta que se aclaró, pues la amenaza de Morata comenzó a dar espacio a James por dentro. Si el madrileño tiraba el apoyo, los marcadores le seguían y cerraban aún más las zonas interiores. Pasando Álvaro a fijar y a estirar hacia la izquierda, la presión del Lega, con Timor y Rubén Pérez saliendo a por Casemiro y Kovacic, quedó coja.
El gol de Asensio, primoroso en su eslalon, tuvo un efecto llamada que puso aún más nervioso al local. Ramos encontró a Kovacic, éste en conducción podía abrir a una banda, y sin pararse en nadie ni buscando ritmos lentos de pase y ataque agregado, el Madrid finalizaba, respetando la naturaleza de su ‘9’ y la inspiración del propio Asensio, que interpretó bien que Marcelo no iba a ser el factor clave en campo contrario. Así, concedió el espacio a Kovacic y James en la mediapunta y gestionó la anchura y la profundidad con gran naturalidad. Con 0-3, el Lega, independientemente de la forma en la que llegaron los goles, también aprovechó las posibilidades que a su vez le otorgaba la alineación blanca.
Garitano no pudo controlar a Asensio en ningún momento
Si el Lega la robaba, podía generar ida y vuelta hacia los costados, el oxígeno ofensivo de un equipo que necesita romper por fuera para finalizar en el área. Su escasez de goles en jugada se entiende porque, al pie, por dentro y desde la individualidad, todo le cuesta más. Si encuentra recuperaciones desde la medular hacia delante, las bandas son sus vías de profundidad. Y así generó caudal atacante, saques de esquina y ánimo para creer, arma actualizada por su buena dinámica reciente. Con 2-3, paradójicamente, el partido no tuvo mayores argumentos en su escalada, pues Morata completó su triplete para explicar dónde estuvo siempre la victoria para garantizarla con los cambios de Modric e Isco.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
roumagg 6 abril, 2017
Era muy importante que Cristiano y Bale descansaran ayer. El portugués llevaba muchos partidos seguidos (jugó los dos con Portugal) y era necesario evitar riesgos musculares con la exigencia de lo que viene, y al galés se le notaba ya un poco tieso en los últimos minutos del partido del Alavés (jugó también con la selección y el fin de semana, y con la lesión acumularía seguramente mucha carga de trabajo en entrenamientos). Además, se liberó de carga a Carvajal y a Kroos. Gestión perfecta de Zidane ahí. Aunque es menos difícil acertar en la gestión cuando tienes semejante plantilla. Lo que va a ser Marco Asensio no se sabe, pero se han pagado más de 50 millones por jugadores que apuntaban menos que él. Creo que, por nivel, merecería que Lucas le quitara menos minutos de rotación. Ayer jugó su mejor partido en mucho tiempo.