Villarreal y Atlético de Madrid disputaron un choque de inferior calidad a la esperada. La victoria fue para el Submarino amarillo, que tuvo en sus filas a una mayor cantidad de hombres inspirados, especialmente en las áreas, que es donde se deciden los partidos cerrados.
Como aquel que no sabe si viene o va, el Atleti no tuvo del todo claro qué hacer en el encuentro. Su zaga rechazaba meterse muy atrás pero sus líneas posteriores arrancaron presionando con poca intensidad. El Villarreal, con laterales hábiles para salir y hasta tres futbolistas dotados para el pase (Bruno, Trigueros y Dos Santos), filtraba pases entre líneas con facilidad. Ahí empezaron aparecer los atacantes locales. Castillejo y Soldado sorprendieron en este aspecto, pues no destacan especialmente por su calidad en ese tipo de movimientos. Soldado está jugando bien en El Madrigal.
Sin embargo, la figura de la primera mitad fue Baptistao. El brasileño mareó a Tiago y Saúl, el sector izquierdo de la medular colchonera. El otro Leo recibió como quiso, al pie o al espacio, pero siempre tirado ligeramente a la derecha. Marcó y casi asistió a Soldado, que gracias a su compañero de ataque pudo correr al hueco, donde es un maestro.
Soldado y Baptistao volvieron a moverse muy bien como pareja
Atleti, sin plan con la pelotaRecibido el gol y sin plan de ataque aparente, el Atleti miró a Griezmann para que le ordenase en sus ofensivas, ya que Antoine es de esos puntas cuyas participaciones tienen la virtud de organizar al colectivo. Le buscaron en corto y en largo, pero Eric Bailly, central del Villarreal, negó todas las acciones al galo. El Atleti naufragaba a la hora de manejar el balón, sufrimiento escenificado como nadie por Tiago, que entregó varias pelotas al rival, a veces incluso sin estar presionado. La única respuesta rojiblanca la aportó Oliver al dejar la banda derecha y meterse al medio. Su cambio de orientación hacia la subida de Jesús Gámez fue lo poquísimo visible del Atleti en ataque estático.
Simeone movió todo buscando una idea de ataque que no halló
Tras el descanso, Simeone tocó de todo. Actualizó la delantera con Torres y Vietto para ganar velocidad arriba, pero sus nuevos atacantes casi no dieron nada. Da la sensación de que el joven argentino aún no ha aterrizado del todo en el Manzanares. Entre la lesión de Baptistao y el 1-0 a favor, el Villarreal entregó la pelota al Atleti, a sabiendas que los de Simeone parecían confusos con ella. Esa confusión en los ataques hizo que el nervioso Bailly firmara otros 45 minutos excepcionales. A sus 21 años, da la sensación de que no habrá término medio con este chico: será una cabra loca o acabará en crack. El caso es que anoche nada le alteró. Ni siquiera la salida de ese genio incipiente llamado Correa, a la postre la mejor (y única) solución del Atlético para hilvanar jugadas en poco espacio. Con la inspiración de apenas tres hombres venció el Villarreal, nuevo líder de la liga. Al Atleti le queda curro para redescubrir su identidad.
@DavidLeonRon 27 septiembre, 2015
A 2 puntos del Madrid y a 3 del Barcelona, el Atlético tiene tiempo de sobra para todo. Y digo esto porque es justo eso, tiempo, lo que necesita para reencontrarse. El Atlético ahora mismo creo que no tiene muy claro a qué jugar. Igual suena a coña, pero tener tanto fondo de armario, tanta plantilla, le ha mareado en este inicio de Liga.