Es imposible saber ya si este Atleti supera al que ganó la Liga, pero podemos afirmar sin temor a equivocarnos que se trata de un equipo más completo. Anoche, en uno de los estadios más duros de Europa, mostró gran parte de su repertorio, cimentando sobre el mismo una victoria de enorme autoridad. El Sevilla nunca jugó mal; su escollo fue que, por minutos, los del Cholo fueron irresistibles.
La presión del Atleti fue letalLos primeros compases se destacaron por la presión del conjunto rojiblanco. El Sevilla intentó salir tocando e incluso abrió a sus centrales y bajó a Krychowiak para generar una superioridad de tres contra dos en esa fase del juego, pero haciendo gala de una lectura de élite, Koke midió cuándo abandonar a su hombre (Coke) y apretar sobre el polaco para que Griezmann y Torres no se viesen solos. En otras ocasiones fue Gabi quien subió a igualar la situación, pero en lo global, Koke hizo de pieza maestra. De este modo, los de Unai simplificaron su apuesta y abusaron de los envíos largos hacia Llorente e Iborra, lo que ofreció en bandeja de plata al Atleti la posesión del esférico. En especial a Óliver.
A su edad, Óliver muestra una presencia digna de elogio.
Koke y Antoine son un peligroÓliver se ha convertido en el base que el Atlético nunca tuvo. Por primera vez, Simeone dispone de un hombre que sabe pedir el balón en cada acción y darle un sentido a cada toque haciendo partícipes a sus compañeros. Tenerlo es tener la pelota, más o menos, un 10% más del tiempo. Y eso, considerando la presencia de Koke y Griezmann en el equipo, no es baladí. Mientras el pequeño interior derecho garantizaba comodidad llevando la iniciativa, Koke y Griezmann aparecían por sorpresa y enriquecían las cadenas de pases proveyéndolas del elemento más funcional: el peligro. Koke y Griezmann son ases de primerísimo nivel.
Vitolo y Reyes, juntos en la banda derecha, giraron el partido.
El segundo periodo cambió porque Emery anduvo astuto. Su hallazgo consistió en fijar a Reyes en la derecha y liberar a Vitolo para que se juntase con él en dicha banda. De este modo, el Sevilla fabricó un 3×2 en el sector de Gámez (suplió a Filipe) que empotró contra su portería al Atlético de Madrid. Tiago no se atrevía a compensar la inferioridad numérica en el costado porque Oblak lo necesitaba en el área, ya que Iborra y Llorente eran una amenaza letal de cara a rematar los centros laterales. Y ya que estamos aquí, debe resaltarse que Llorente emitió vibraciones más que positivas. Sus toques conservan la dulzura de antaño, sus dejadas llegan a sus compañeros en condiciones de ser continuadas. Incluso aunque delante de él se encuentren los centrales de mayor contacto de esta Liga. Entre ellos y Jan, resistieron el asalto.
Ferrera-Carrasco, a la contra, anuló la influencia de Rami.
Y en uno de los tramos más delicados para él, Simeone sorprendió, en apariencia, debilitando su estructura defensiva: Ferreira-Carrasco por Óliver, 4-3-3 por 4-4-2. Y fue un acierto. Aunque en teoría Antoine y Yannick (los extremos) sufren corriendo hacia atrás, se prestaron a ello y cumplieron con nota, a la vez que el contraataque rojiblanco dio un salto de calidad y superó por fin a un Adil Rami que, en ese instante del juego, se había mostrado dominante. Y cuando el exigido dejó de ser Rami y pasó a ser Beto, el Atlético de Madrid sentenció el partido con facilidad. Fue una derrota demasiado abultada para los de Unai, pero también un buen reflejo del hacer de los del Cholo. Qué equipazo.
@smiguelh 31 agosto, 2015
@Abel
Sólo comentar que se ha colado una referencia a Pirlo en el texo ^^