En la selva del fútbol no hay trabajo más instintivo que ser delantero centro. Allá arriba, el ariete está solo, desamparado, siempre en inferioridad con los centrales. Su triunfo supone la gloria, sí, pero también resulta el más improbable dentro de un partido. Ser “nueve” es adelantarse a todo y a todos. Es ésta una profesión tan vocacional que conviene aprenderla desde niño si se quiere dominar por completo. Salvo en el caso de Robin Van Persie, cuya fascinante historia es buen momento para recordar.
Reconvertirse en «9» y dominar, algo mucho más que extraño
La escuela holandesa, de fieles principios, suele configurar su ataque con dos extremos y un punta. Para el joven Van Persie esto suponía un problemita. Su instinto anotador (14 goles en 61 partidos) y su agresividad no le daban para ejercer de rematador, mientras que su cuerpo espigado (1,83) y patizambo le alejaban de la tipología de un driblador de banda. Aun así, la calidad de su zurda le permitió fichar por el Arsenal de Bergkamp y Thierry Henry. Esperaba la Premier.
Van Persie era más fútbol Premier que pura escuela holandesa
La liga inglesa da prestigio al delantero. Allí alcanzaron la fama nombres como Cristiano, Henry, Torres o Suárez. También Drogba, cómo no. Si nos fijamos, el primer grupo se compone de atacantes de extrema movilidad, bicharracos a la hora de correr a los espacios que el campeonato siempre ofrece. Todos se hincharon a marcar. Drogba, por su parte, también hizo goles, y muchos, pero era otra cosa. Didier impactó por su dominio del juego directo. Por su increíble capacidad de bajar pelotazos. Casi nadie recuerda hoy que solo superó los 12 tantos en dos de sus nueve temporadas. Al contrario; se le tiene como el “9” más representativo de la década en Inglaterra.
Entonces llegó Van Persie y fusionó los dos estilos en un solo cuerpo.
El cambio futbolístico de Van Persie fue más que impactante
Con Cesc, Nasri o Wilshere, sobraban mediapuntas. Sin Adebayor o Henry, faltaban delanteros. Necesidad o intuición, el caso es que Wenger se la jugó al colocar a Van Persie como referencia ofensiva. Y más que acertar, se puede decir que condicionó el torneo británico. Porque lo que salió de allí no fue un un delantero de 30 goles que metió casi en solitario al Arsenal en la Champions –que también–; con Robin nacía el nuevo dominador de la Premier League.
¿Por qué sucedió esto? Como decíamos antes, Van Persie mutó a una perfecta mezcla de los tipos de atacante que mandaban en Las Islas. Mantenía la movilidad y clase de siempre pero sumó, de manera incomprensible, un juego de espaldas propio de los mejores Falcao o Drogba. Sir Alex Ferguson lo tuvo muy claro: primero luchó a muerte por su fichaje y después levantó sobre él su último gran United.
La eliminatoria ante el Real Madrid pudo cambiar su recuerdo
Si Van Persie no ha quedado en nuestra memoria de manera mucho más intensa quizás tiene que ver con aquellos dos partidos de 2013 frente al Real Madrid. Eran los octavos de final de la Champions. El United, de nivel individualEl Real Madrid, clave para su recuerdo claramente inferior a su rival, completa una gran actuación en el Bernabéu. La clave para ello es un Van Persie heroico, sublime. El tulipán aplasta a Sergio Ramos y Varane en todas las disputas aéreas, ofreciendo un repertorio espectacular de controles y gestos técnicos. Pero cuando llegó el momento de rematar, Van Persie falló. No fueron ni una ni dos ocasiones. Para colmo, la historia se repitió semanas después en Old Trafford: otra actuación ejemplar… repleta de remates errados. Al Manchester se le escapó una factible final de Copa de Europa. A Van Persie se le marchaba su gran noche europea como crack ofensivo.
Aquellos disparos marrados echaron el cierre al ciclo Ferguson en Manchester. La zozobra que siguió a la salida de Sir Alex afectó a todos, incluido a un Van Persie que, pese a algún que otro canto del cisne, ya no pudo llevar a Europa su valor Premier. Lo mismo sucedía con la selección holandesa, donde más allá de su gol a España en Brasil, jamás transmitió ni la mitad de poderío que en Inglaterra. Su mutación, de la que cuesta encontrar precedentes similares, tuvo por objetivo la Premier League. Y vaya si la dominó.
@pouco_barulho 24 julio, 2015
Hay incluso delanteros de inferior calidad que han tenido una relacion mejor con la oranje que RVP.