El Perú-Bolivia resultó sorprendente. No por su resultado, sino por el juego en sí. Los de Gareca se habían presentado como un equipo asociativo que, incluso ante rivales de entidad como Colombia o Brasil, había mostrado mejor cara con balón que sin él. Por otro lado, la Bolivia de Soria parecía el típico conjunto poco dotado que a partir del orden táctico y el sacrificio va compitiendo como puede. Así pues, el guion del encuentro parecía predefinido y claro. Parecía…
Sin Lobatón, el balón se dividióHubo dos novedades que alteraron esa lógica teórica. La primera, la sanción del centrocampista peruano Carlos Lobatón. Elegido «futbolista del año» en la Liga de su país, Lobatón es a sus 35 tacos un tipo con el carácter, la presencia y el saber para liderar y dirigir un ataque organizado, y sin él, Gareca pierde su faro en este sentido. En lo vinculado a Bolivia, el seleccionador Soria optó por alinear tres centrales (cinco defensas), lo que le dio superioridad numérica en la salida desde atrás y le llevó a tener el balón mucho más tiempo del esperado. A causa de estos dos asuntos, no vimos el desarrollo presupuesto. Ni Perú mandó en campo contrario ni Bolivia se encerró en su propia mitad.
Farfán no tuvo acierto, pero sí muchísima actividad peligrosa.
El hecho de que ninguno de los dos equipos asumiese un rol fijo dentro del partido hizo que éste perdiese estabilidad. Hubo más idas y vueltas de las vaticinables y, aunque fuese en contra de su ideal, eso sonrío a los intereses de Gareca, porque su once titular acaparaba más talento que el boliviano. Las bandas blanquirrojas, formadas por Advíncula y Farfán y por Vargas y Cueva, atacaron con espacios y crearon peligro con constancia, proveyendo de balones de gol al hambriento José Paolo Guerrero, autor de 11 disparos (de los 27 de Perú) y un brillante hat-trick. Marcelo Moreno intentó dar la réplica en la otra portería, pero con menos alimento y menos puntería. Puede decirse sin temor al fallo que Perú es semifinalista de la Copa América por la razón más simple del fútbol: tiene más calidad que Bolivia, y ya está. A ver frente a Chile.
@migquintana 26 junio, 2015
Yo creo que Ricardo Gareca aceptó de buen grado cómo salió el partido. Sobre todo por el tema de la diferencia de calidad, que es notoria. Mientras por un lado atacaba por las bandas con Vargas, Advíncula, Farfán y Cueva, en el lado boliviano no había nada de nada sin Pedriel, que no entendí porque no salió de inicio. Al final, el único peligro real de los de Soria era el balón parado de Martin Smedberg-Dalence.
Más allá de esto, me encantó la actuación individual de Christian Cueva. Venía gustando durante toda la Copa América, pero lo de ayer me pareció un paso más. Estuvo acertadísimo, tanto pegándose a la cal como apareciendo por dentro, lo que fue rajando el sistema de Bolivia una y otra vez. El no estar parados le facilitaba el tema, pero cada vez que cogía el balón en la medular lo llevaba a la frontal del área sin encontrar respuesta alguna. En cierta manera, por esto y su lenguaje corporal, Cueva me recordó a Orellana.