El Atleti de Madrid adolece de una incoherencia que le empeora como equipo; se crece defendiendo abajo pero no destaca saliendo a la contra. Dicha limitación le pasaba factura frente a todos y aún más contra el Real, que primero con Mourinho y luego con Ancelotti ha tenido un sistema estable y a los centrales más rápidos de España. En pos de superar el obstáculo, el Cholo recurrió a lo que mejor se le da, fabricar ventajas sin balón. A partir de obrarlo, compitió.
Cholo no ata ni a Pepe ni al nº 4Simeone fija como objetivo que Pepe-Ramos y Ramos-Pepe sean las líneas de pase más frecuentadas del derbi. O sea, que los centrales de Carletto monopolicen el balón. Para propiciarlo, los deja solos y retrasa la primera presión un escalón, emparejando a Griezmann y Mandzukic con Kroos y Modric o James (el que más baje). Con esta disposición, Antoine y Mario defienden en ventaja, pues si un medio blanco recibe, será de espaldas a Oblak, mirando hacia Iker, dificultando su control y favoreciendo que los dos lobos del Cholo puedan anticiparse al mismo.
Ramos no tiene socios; o se arriesga mucho o pega un pelotazo.
Lo expuesto provoca varios robos en los minutos iniciales que pronto intimidan y mucho a la medular blanca, que como no puede participar a gusto, acaba desconectando y yéndose para arriba. Incluso en esas, Griezmann y Mandzukic mantienen su misión; tapan el pase hacia Kroos-Modric y dejan plena libertad al «3» y al «4» del Madrid. Y como no ven a quién echársela y ninguno sobresale por su don para salir en conducción y buscar soluciones individuales, el escape más habitual termina siendo el pelotazo. Miranda, Godín y Tiago vencen en torno al 70% de los saltos y, entre Juanfran, Gámez, Gabi y Koke, capturan la práctica totalidad de los rebotes. O sea, se habla de la recuperación más sencilla posible para el Atlético de Madrid. ¡Y eso es lo de menos!
El RM cae en La Zona FantasmaCuando los colchoneros se apoderan del esférico, el Real está roto. Pepe y Ramos se encuentran muy, muy lejos del resto de la estructura, carecen de impacto real en el juego, pasan a ser poco más que dos porteros con ciertas condiciones físicas que no pueden tocarla con las manos. Simeone consigue que Ramos y Pepe no formen parte del sistema defensivo del Madrid; y al mismo tiempo, que anulen el fuera de juego. Genera la Zona Fantasma, el vasto cuadrado cuyos vértices son Sergio, Pepe, Toni y el interior contrario al lado del balón. Lanzar a Griezmann y Mandzukic no tiene complicación. Pase largo a la Zona Fantasma y a correr. Y es por pura táctica. Igual que el hecho de que Koke, Gabi, Arda y compañía entren desde segunda línea con todo a placer. En estas situaciones, ellos esprintan a favor de gol. Carvajal, Marcelo, Modric y demás lo hacen hacia Casillas. Unos van excitados; los otros, con miedo. Al grano, para Ancelotti, resulta prácticamente imposible competir cuando Simeone aísla a Pepe y Ramos en salida. Las consecuencias son letales para el 10 veces campeón de Europa.
Ramos no tiene socios; o se arriesga mucho o pega un pelotazo.
Pero en La Décima jugó Modric, que hoy regresa al derbi. No podrá solucionar lo ocurrido en el 4-0; ningún futbolista posee tal calidad; sin embargo, limar parte de lo acaecido en la eliminatoria copera sí que estará a su alcance. Desde que Simeone diseñase la Zona Fantasma –victoria por 0-1 en el Bernabéu en el primer cruce de la era Ancelotti-, el Madrid sólo ha cruzado bien la divisoria dibujando una salida de tres. Es decir, abriendo a los centrales y bajando al mediocentro. Aunque Alonso lo bordaba y se lucía, el ajuste no dependía de su talento, pues incluso con Khedira ejerciendo de «5» obtuvieron ventajas de la idea en el primer tiempo de Lisboa. Sin Modric, por la razón que sea, Ancelotti desistió de intentarlo. Quizás se debió a que, sin él sobre el césped y con Kroos muy abajo, al técnico italiano le hubiera parecido escasa la experiencia de su medular. Si hoy insiste en no practicar el recurso, habrá que descartar dicha explicación. Y si lo usa, empezará un nuevo partido. Probablemente, uno con pocas ocasiones. En las dos áreas.
roumagg 14 abril, 2015
Muy buen análisis, como el que te publicaron la pasada tarde. Eso sí, para mí, Ramos y Pepe sí que tienen capacidad para salir bien en conducción. Cada uno en su estilo. Pepe con muchísima potencia y energía (y un poco a trompicones) y Ramos con más dominio del balón. Pero ambos me parecen buenos en eso.