El 26 de noviembre Mauricio Pochettino era destituido como técnico del RCD Espanyol. Atrás dejaba una etapa en la que, pese a la falta de recursos, logró que el club rezumara ilusión. Estrenó Cornellá, lideró una gran generación de canteranos e, incluso, coqueteó con Europa. Su nombre era sinónimo de gran gestor, pero la situación se complicó y la estabilidad lograda comenzó a diluirse. Llegó Javier Aguirre, un técnico con un método muy diferente. Hasta el momento saca buena nota, pero el cum laude se otorga el domingo en el Camp Nou. Para hablar de un club de familias, como es la institución perica, pudimos charlar con Carlos Marañón, miembro de una de las más ilustres.
– En «Una cuestión de fe» Enric González decía que «la identidad del Espanyol se ha escrito desde la minoría, con derrotas muy dolorosas, una época de exilio y una necesidad constante de resistir». ¿Estás de acuerdo, Carlos?
Mira, estoy absolutamente de acuerdo en casi todo lo que diga Enric. Y en cómo lo diga seguramente también. Aunque no estuviera de acuerdo en lo que dice, en cómo lo dice seguro que siempre lo estaría. Pero sí, el Espanyol es un club milagroso. Que exista un club como el Espanyol no es comparable a nada. Fíjate que es el quinto con más temporadas en Primera División por delante del Atlético de Madrid -aunque en la clasificación histórica esté por debajo-, del Valencia u otros muchísimos equipos. Realmente, que persista, que exista, que siga tocando los huevos, con perdón, en un lugar donde el Barcelona ocupa absolutamente todos los espacios es algo milagroso.
Esa forma de resistencia que significa ser del Espanyol -que también es una forma de entender el fútbol de los que decimos que odiamos el fútbol moderno, todo entre comillas porque seguimos enganchados- es por donde puede y debe tirar el club. En realidad, es lo único que le queda.
– Claro, es que yo te iba a comentar que desde fuera, por ejemplo desde aquí en Madrid, da la impresión de que para ser un equipo tan histórico no conocemos bien al RCD Espanyol. Al menos en lo que es su idiosincrasia y su razón de ser, vaya.
Sí, porque vive en una sombra permanente. Esa sensación de Lilliput en un país de un gigante ya se ha convertido en una identidad. Lo cuenta Enric en su libro: en los años 40 o 50, por no hablar de su fundación, el Espanyol competía de igual a igual, pero hubo un momento en el que se quedó en fuera de juego. Y el Espanyol sigue viviendo en continuo fuera de juego, podemos decir que es un Inzaghi hecho club de fútbol. Pero sobrevive, sobrevive. Y es una supervivencia a veces dura, pero también a veces emocionante. Eso lo tiene, por supuesto. Lo que hay que entender es cómo cuidarlo, sobre todo los que está dentro… que no siempre son los que más lo cuidan.
Respecto a esa sensación que comentas, yo suelo hacer un poco de apostolado cuando estoy aquí en Madrid. Sobre todo recordar eso: la historia del Espanyol, esa permanencia en Primera División durante muchísimas temporadas… realmente sólo tiene cuatro títulos, que tampoco es cosa baladí, tampoco está mal. Además, también hay que decir que, por lo general, resulta bastante simpático. Más allá de alguna rivalidad con alguna afición en concreto, claro.
– Quizás esa sombra ha sido el detonante de que el Espanyol sea uno de los exponentes más claros del gravísimo momento que vive nuestro fútbol con continuas desapariciones, descensos dramáticos, concursales…
El Espanyol está a un soplido de desaparecer. Se dice así y, bueno, suena un poco a chiste porque tiene un campo nuevo, todo suena a nuevo… pero tiene una deuda descomunal.
– ¿Hubiera descendido de no tener una de las mejores canteras de España y haber contado con la excelsa labor de un hombre de club como Pochettino?
Quien lo sabe, ¿no? Eso ya es hacer fútbol ficción, incluso porque ya podía haber descendido antes de Pochettino. Se ha flirteado muchos años con el descenso con aquel partido ante la Real Sociedad, luego con el gol al Murcia… Particularmente pasó en esos dos años, pero en casi todos hay que hacer una primera o segunda vuelta escandalosa para poder salvarse. O empieza de forma nefasta o se termina mal, al final siempre se está así. La suerte es la apuesta por la cantera, que es más una necesidad que otra cosa. No se puede vender de otra manera, es el sino. ¿Cuál es el problema? Pues que no siempre salen futbolistas que te permitan mantenerte aun teniendo una gran cantera. Hay que confirmarlo con ciertos fichajes y, en ese equilibrio, hasta ahora se ha movido bien. Por eso te digo que es muy importante una estabilidad interna que, ahora mismo, no tiene.
– Lo decías antes: no hace tanto todo eran buenas noticias. Se estrenaba un fascinante campo como es Cornella El Prat, el proyecto era dirigido por el mencionado Mauricio Pochettino y el equipo era tan joven como prometedor. Están Verdú, Javi Marquez, Callejón, Osvaldo, Didac Vila, Víctor Ruiz, Álvaro Vázquez… y el Espanyol en la 2010-2011 ronda durante mucho tiempo puestos de Champions y de Europa League. Ahora, salvo Verdú, parece que ya no queda nada… ni siquiera el coloso que parecía Cornellá en su nacimiento.
Es una pena, sí. En el tema de la cantera, ciertamente Álvaro Vázquez ha sido la última excepción, pero si te fijas esta cantera es una gran fábrica de determinadas posiciones. Desde Tamudo, hasta que salió Álvaro, no han salido demasiados delanteros. Está Coro que, bueno, está triunfando ahora en el Elche y antes en el Girona, pero realmente no ha habido un grandísimo delantero. Tampoco grandes centrocampista que hayan durado muchos años, mismamente Verdú es de la cantera del Barça y tuvo que irse al Dépor a hacerse futbolista. Yo no miro el ADN a los jugadores, a mí me da igual. Sergio García estuvo en la cantera del Barça y ahora es un espanyolista más.
– ¿La gestión del mercado es tan compleja como parece? Muchas cesiones, marchas de jóvenes promesas, poca inversión…
Hasta cierto punto el Espanyol ha tenido la suerte de que, a pesar de la gran deuda, sus accionistas han apostado por solicitar cesiones y se han hecho cargo de fichas que otros equipos no podían pagar. Te ahorrabas traspasos, que eso sí que no se ha podido pagar en casi ningún caso, y por eso recurre a la cesión. Recuerda que al principio Osvaldo vino cedido, luego ya se compró. Pero, obviamente, si llegan ofertan muy jugosas luego se tienen que vender. Es el problema de esta deriva del fútbol moderno. Sí que es cierto que estas apuestas si salen salvan el año, pero si no… pues como ahora. Tenemos ahí al italiano (Samuele Longo) esta temporada que, bueno, es un chaval con mucho futuro pero también es una moneda al aire. Si le pones todos los domingos quien sabe si va a marcar diez goles o doce, porque a lo mejor se queda en cuatro y es la diferencia entre mantenerte o no. Y el otro punta es Stuani, que es un futbolista acreditado en Segunda pero que en Primera nunca ha destacado.
La diferencia es esa: con el poco margen que tienes debes acertar. Hasta ahora había funcionado muy bien complementado, sobre todo, con posiciones muy determinadas y cubiertas por la cantera. El Espanyol ha sido una máquina de hacer centrales y laterales, incluso futbolistas complementarios que podían jugar en ambas posiciones. Eso nos ha dado mucha vida porque, además, los chicos de la cantera ganan menos… y por ahí te puedes permitir una alegría en la zona de arriba para compensar, que es donde necesitas la calidad para marcar goles. Así ha vivido el Espanyol.
– En todos estos años de pequeña bonanza, en medio de un problema más global, ¿qué ha significado y qué significará Mauricio Pochettino ahora que se acaba de marchar?
Su forma de salir demuestra su amor por los colores y que él espera volver algún día. Él ha perdonado un año de contrato, que eso no lo hace mucha gente y menos en los días que corren. Ha dejado muy buena imagen. Aun así, que haya dejado esta buena impresión no significa que la gente no viera claro que el equipo necesitaba un cambio. Igual que él llegó al equipo en un año muy complicado, con cambios de entrenadores al estar primero Márquez y luego Mané, ahora el club necesitaba un cambio. La afición no era capaz de ilusionarse con lo que estaba viendo, a pesar de querer a Pochettino. Yo pienso que él mismo ha entendido tanto esto, como que el fútbol va y viene. Le estaremos eternamente agradecidos por todo.
Cuando vino a Barcelona fue vecino nuestro, así que lo conozco bien. Él ha hecho un gran trabajo por el club porque, además, ha sido en un momento donde terminaba una etapa y él ha sabido hacer una especie de travesía por el desierto. Lo malo es que el desierto se ha alargado mucho y le ha pillado en medio. Cuando esta crisis no se veía, hace cuatro o cinco años el Espanyol ya estaba en ella.
– Javier Alberdi, un compañero catalán de «Ecos del Balón», me comentaba que había cierto sentimiento de orfandaz. Se fue Tamudo, ahora Pochettino y Dani Sanchez Lliure ya no tiene una presencia activa. ¿El Espanyol ahora mismo parece falto de referentes o de símbolos?
Sí, es lógico. Pero también te digo que eso en dos días puede cambiar. Y no te digo nada si al equipo se le ocurre empatar o ganar en el Camp Nou, eso ya… bueno, referentes totales. Al final los ídolos aparecen en estos momentos. De la Peña vivía un poco a la sombra de otros hasta que su inolvidable triunfo en el Camp Nou por 1-2 le dejó para la historia. Había hecho muy buenos goles, pases o jugadas, pero ese día quedó a los ojos de todos. Tamudo es el goleador durante once o doce años, es otra cosa. Lo que si falta es un poco de tiempo… y que no se baje a Segunda, claro.
– Yo te comentaba esto porque recuerdo que hace no mucho, en «38 Ecos», charlamos sobre aquel cántico en Cornellá que dio tanto que hablar: «Queremos once Wakasos». Esto, más allá de lo puramente futbolístico y la posible chanza, dice mucho del estado de ánimo de la afición, ¿no?
Sí, es que el equipo lleva muy deprimido toda la temporada. Además, ya viste el partido en el Bernabéu que a Wakaso hubo que cambiarlo porque «se salía». Ahí Aguirre acertó, el chaval lo entendió y estuvo muy bien. Han sido jornadas muy complicadas, en casa no se ha logrado sacar los puntos que se esperaba… y más cuando habíamos convertido a Cornellá en un pequeño fortín. Ya desde el final de la temporada algo ocurrió porque los equipos llegan, juegan muy cómodos y al Espanyol le cuesta todo mucho. Sobre todo hacer gol, no nos engañemos. Desde la marcha de Osvaldo, al equipo le cuesta mucho. Fíjate que el año pasado el pichichi fue Verdú, un jugador que puede ser un goleador de complemento pero no el máximo cuantitativamente hablando. Además, es que es un futbolista que no siempre puede llevar el peso del equipo porque su físico es muy particular. En el Bernabéu, cuando lo cambió Aguirre, todos pensábamos en qué hacía, pero es que el chaval no podía más tras perseguir sombras. El Espanyol mantuvo cierta seriedad atrás, pero el Madrid le pudo meter seis. Hay que ser realistas.
– ¿Con todo lo que estamos viendo podemos dar por buena la contratación de Javier Aguirre?
Yo soy bastante fan de Javier Aguirre. Los que somos periodistas -seguro que tú también-, le agradecemos mucho su tono. A los periodistas les da muchísimo juego, eso de entrada ya es muy agradecido. Él no oculta a lo que ha venido, que es otra cosa muy importante. Ahora mismo el Espanyol necesita asegurar atrás, punto número uno, y luego sacarle mucho partido a los pocos goles que meta. Yo creo que ahora va a haber algún refuerzo, me da la sensación de que tiene que haberlo, como sea. Alguien se tiene que rascar el bolsillo, porque el club no tiene un duro y deberá ser alguno de los principales accionistas. Y ahora hay que apretar. Tras el partido ante el Depor, también tiene la oportunidad de recibir en casa al Celta después de visitar al Barcelona que, bueno, ahí todo lo que salgas con poco rasguño ya es bueno. En definitiva, yo sí creo que Aguirre le puede dar cierta tranquilidad al equipo. Tiene recorrido, no es que venga y queden diez partidos.
– Lo que más me ha llamado la atención de esas ruedas de prensa es que se ve que, desde el primer momento, Aguirre está muy contento con la predisposición de los jugadores. No sólo son los buenos resultados (1 victoria y 3 empates), sino que parece que el colectivo cree en la idea… y, claro, el cambio es bastante radical respecto a lo que proponía Pochettino.
A pesar de haber sido tres empates, los primeros partidos fueron muy diferentes entre sí. En Granada fue una cosa pues casi pírrica, el Granada ese día tampoco es que jugara a nada. En casa con el Sevilla fue un poquito de mala suerte, pero tampoco se desplegó un gran juego ofensivo… aunque se sumó, que es lo importante al margen de que fuera un poco palo. Y lo del Bernabéu fue un regalo, un regalo tremendo. Hay que tener en cuenta que con esos tres puntos ya se recortó diferencias a muchos equipos. Fíjate cómo está zona de abajo de la Liga, a partir del Granada para abajo prácticamente. Evidentemente tienes que sumar de tres en tres en algún momento, como ante el Depor, pero esos resultados fueron una buena base para empezar a sumar.
Yo creo que él lo tiene claro. Y fíjate que, hablando del partido del Bernabéu, llega ese momento en que él metió a Capdevila, un futbolista que no contaba para Pochettino y que llegó en una malísima forma física, también está contando con Simao y sacó a Albín, que llevaba sin jugar muchísimo tiempo. Me dio la sensación de que con el 2-1 le importaba menos el resultado que recuperar al equipo anímicamente. Y cuando digo el equipo es a todos y cada uno de los futbolistas. Han jugado muchísimos, casi todos, en estos partidos. Eso da la sensación de que lo que quiere es cerrar un poco filas para reanimar a un equipo que estaba un poco tristón, muy apagado. Y la afición, que dentro de lo que cabe es bastante buena e irreductible, se estaba yendo de Cornellá. Eso era muy preocupante. Por eso te decía que el cambio de Pochettino, a pesar de que todos lo queremos, era bastante oportuno.
– ¿Tú crees que la plantilla es más adecuada para este tipo de fútbol con mucha presión, líneas juntitas y renunciar, en cierta manera, a tener el balón? Pochettino tenía a Weiss y Coutinho, pero ahora sólo queda Verdú. ¿No crees que Aguirre, desde un punto inicial, está más adaptado a lo que pueden dar estos jugadores?
Sí, yo creo que el cambio de chip es directamente convertirse en un equipo difícil de ganar más que en un equipo que pueda hacerte sufrir, sobre todo en su estadio. Es una visión diferente, pero que a la postre te tiene que traer puntos. A mí me parece que no tiene equipo para construir demasiado fútbol, para masticarlo. Yo creo que tiene equipo para defender muy junto, con gente muy dinámica y muy activa, con mucho futbolista que puede jugar de lateral o interior, de mediapunta o delantero, y con eso jugar a aprovecharse de los picos de cada uno. Simao estuvo muy mal al principio, probablemente no hizo una buena pretemporada en Turquía, pero ahora entre la ilusión y el cambio es un futbolista aprovechable. Obviamente no está para jugar todos los minutos, pero sí buenos minutos, sobre todo en casa.
Como te digo, va a pasar a ser un equipo difícil de ganar, dinámico y que atrás debería ser un seguro de vida. El Espanyol tiene buenos centrales con el mexicano Héctor Moreno y Colotto, que este último también te puede dar buenos puntos a balón parado. Los laterales quizás son más hombres de cantera que te pueden entrar y salir del equipo dándote frescura. En el centro del campo mucho trabajo y Verdú. Arriba lo que salga, contando sobre todo con que Sergio esté. Sergio García en este equipo es importantísimo…
– Es que en el Bernabéu ya vimos que con muy pocos efectivos, con Verdú y Sergio García prácticamente en solitario, generaron bastante peligro.
Lo crearon, sí. Yo creo que si controlas un poquito a Wakaso también es un futbolista que te puede aportar cierta llegada, luego por la izquierda tienes a Simao que si coge la onda también, Cristian Alfonso es un jugador que arropado puede funcionar… poco a poco. Pero bueno, también te digo que espero que haya un par de incorporaciones en invierno que aporten.
– ¿En alguna posición en concreto, Carlos?
Quizás por banda. Yo creo que arriba con Sergio, Stuani y Longo vas bien, al final va a jugar uno y por eso no se si necesitas algo más. Aunque hay que tener en cuenta que Sergio puede jugar en banda, con lo que si traes un goleador contrastado todo puede ser. Pero yo sí creo que un futbolista más de banda y, quizás, un recambio para Verdú si tiene un poco de «cara y ojos», sino pues probablemente no.
– Enric González acababa ese maravilloso escrito con una frase que creo idónea para hacer lo propio con esta conversación: «La fe seguirá. Es indestructible».
Sí, lo que pasa que no es lo mismo en Primera División que en Segunda División. Es complicado en el tema de los niños. El Espanyol es un club muy familiar, que es algo que choca mucho, incluso a los dueños siempre se les ha llamado las familias, pero no es lo mismo llevar a tu hijo a una categoría u a otra. Yo, por ejemplo, tengo un hijo de un añito y aquí en Madrid va a costar mucho que siga siendo perico si no estamos, por lo menos, en Primera. Yo pienso que sí, que la fe seguirá y continuará, pero por lo menos que sea mejor en Primera. (risas) Y peleando. También es bonito que, en esta Liga que se nos plantea, la emoción la den los equipos no punteros. Es bonito, pese a no ganar títulos, estar ahí. Y oye, que si algún día tienes que descender pues hay que armarse valor y tratar de subir lo antes posible. Hay masa social suficiente, fíjate que es un equipo con más de 25.000 socios, que en muchas capitales de provincia no lo tienen. Futuro hay, futuro tiene. Lo que pasa es que hay que ilusionar a esos pequeños que ven cómo en el colegio hacerse del Espanyol es complicado cuando convives con el Barcelona. Hay que luchar y es bonito hacerlo pacificamente siendo del Espanyol.
– Carlos no sabes el placer que supone a «Ecos del Balón», y a mí de forma personal, el haber podido conversar contigo para comprender la situación de un club tan particular como es el Espanyol. Un gustazo, de verdad.
Para mí, Miguel. Es siempre un placer hablar del Espanyol. Es un club historico que, como te he dicho, creo que cae bien a pesar de lo que cuentas, que es cierto, pues sí que se desconoce mucho y se suele olvidar que estar ahí. Y que este equipo exista tiene mucho sentido.
–
Referencias:
twitter.com/futbolycine
El cautivo 4 enero, 2013
El Espanyol tiene la gracia del David luchando contra ub Goliat infinito, es cierto… Pero es que creo que es el club peor gestionado de primera. No puedes vender a Alvaro Vazquez, titular de la sub 21, con el tirón que tiene la selección, por dos míllones de euros al Getafe. No es normal. Como sacar ocho por Victor Ruiz para que seis meses después otros lo vendan al Valencia por catorce.
Vale que la deuda del club sera insosenible, pero sinceramente otros equipos de su mismo core estan haciendo las cosas mejor (El Granada con Siqueira es un buen ejemplo) vemos la lista de jugadores que tenia el equipo en 2010, y han recalado en Roma, Valencia, Milan, Madrid… A estos los coge Lendoiro y les saca 60 kilos.