Jorge Jesus volvió a dejar constancia de su categoría en la casa del campeón de Europa. El carismático entrenador luso, esta vez a los mandos del Sporting de Portugal de su corazón, ha creado un equipo sumamente competitivo que saltó al Bernabéu con las ideas claras y la confianza firme, lo que le valió para conseguir lo que en los últimos tres meses no ha conseguido casi nadie: superar de verdad al Real Madrid de Zinedine Zidane. Aunque, incluso así, perdiera.
Méritos visitantes aparte, como se puede presuponer, para que un conjunto de segundo nivel domine en la casa blanca es requerido que el propio RealKroos firmó su peor actuación no ofrezca su nivel, y tal cual sucedió. Tras una serie de partidos que aparentaron confirmar un mejor reparto de espacios entre Casemiro, Kroos y Modric en el centro del campo (un triángulo que adolece del problema natural de que los tres tienden a querer recibir la pelota en una altura demasiado retrasada dificultando así el juego entre líneas), anoche rememoraron aquellos días negros en los que se percibía como súper negativo que Casemiro recibiera el primer pase, y en los que eso generaba un caos posicional donde nunca se sabía dónde se paraba cada uno y en el que, por tanto, circular el balón era misión casi imposible. Sin atisbo de duda, la falta de tensión fue un motivo del descalabro, y de hecho, seguramente el principal, aunque también pesaron varios factores más futbolísticos.
Ronaldo y Benzema, muy fuera de forma, condicionaron el juego.
Una traba terrible para el Madrid estuvo representada por la pareja ofensiva formada por Cristiano y Benzema, que estaban disputando su segundo rato de juego de la temporada, aunque en lugar de ser en un amistoso en América fuera en una noche de Champions. La movilidad del dúo brilló por su ausencia y fueron un doble tapón en la posición de delantero centro que hizo cojear al sistema por la banda izquierda (Kroos carece de la calidad de Isco o James para compensar tácticamente esa rutina de Ronaldo) sembrando quizá la raíz del desbarajuste. Todo este contexto negativo, además de dar relieve al finísimo primer tiempo de Bale, sirvió en bandeja de plata a los leones la posibilidad de exhibir sus ilusionantes credenciales.
Jorge Jesus cimentó la actuación de su colectivo sobre tres pilares individuales: Adrien Silva, Bruno Cesar y Gelson Martins. Adrien acompañó a WilliamGelson Martins brilló y creó Carvalho en el doble pivote del 4-2-3-1, tocó un balón por minuto siempre con criterio y comandó y compensó las ráfagas de presión adelantada -recuérdese su papel crucial contra Modric en los Octavos de Final de la Eurocopa que luego ganó su país-. Bruno Cesar, el mediapunta, interpretó con la veteranía que transmite -que es más de la que atesora- el conflicto de la medular blanca, castigándola con pausa y buenas decisiones y desordenándola más si cabía. Y mucho de lo obtenido por este desembocaba en la banda derecha, donde un impresionante Gelson Martins gozó de multitudes de manos a manos contra Marcelo, Casemiro o Ramos en campo abierto que se habituó a superar de manera espectacular.
Lucas evidenció de nuevo que se trata de un driblador brutal.
Pero derrotar al Madrid de Zidane es muy complicado porque extrae capitales de todas las aristas del deporte. Entre ellas, de la historia, y la merengue es la que más cosas tiene por decir. Amparado en el plus de energía arriba que sumaron Lucas Vázquez y Morata y en el extraordinario talento de James Rodríguez para producir goles ante equipos encerrados, llamó a las armas al Bernabéu y completó una media hora final con nueve disparos a favor y ninguno en contra (6-7 había sido el balance hasta entonces). Por lo que pudo apuntarse que el terrorífico potencial de su banquillo (al que le faltaban Isco y Asensio) y el espíritu que su técnico ha imprimido al grupo humano fueron factores suficientes para remontarle a un Sporting de Portugal que aprovechó como debía cada una de las concesiones previas en las que había incurrido el campeón. Un campeón que, entre unas cosas y otras, no para de alimentar una memoria ganadora que le va haciendo poco a poco más y más difícil de batir.
Foto: GERARD JULIEN/AFP/Getty Images
Third 15 septiembre, 2016
Para mi, en parte es lo que se venia viendo en las últimas jornadas especialmente en el partido ante el Celta. Más alla del extraordionario debut de Liga en Anoeta (donde el gol tan tempranero ayudo mucho) no se estaba viendo a un Madrid muy fino en fase ofensiva, y ayer se noto mucho. Es verdad que el Sporting hizo un gran partido (enormes Adrien Silva y Gelson como decis) pero es que en el Madrid poquito a rescatar: la primera mitad de Bale que, dentro del pobrisimo nivel del equipo, fue muy buena y fue el unico que aporto algo distinto, el impetu de Carvajal en derecha, el dribling de Lucas (que jugador, como cambia los partidos), el corazon de Morata, y la calidad de James pero poco mas. Cristiano aparecio cuando tenia que aparecer pero colectivamente su nivel fue muy muy bajo, Benzema casi nada (aunque tambien es normal ya que son como quien dice sus primeros partidos), y quiza el gran problema (Marcelo aparte para mi que no acaba de arrancar y ser ese puñal por la izq.) el centro del campo, donde se noto mucha desconexión. Modric no aparecio para crear juego como otras veces, Kroos firmo una de sus peores actuaciones y Casemiro, correcto en el plano defensivo, tampoco ayudo en ese aspecto creandose una carencia en la zona de la mediapunta. Luego claro, los minutos finales en el Bernabeu son lo que son, pero creo que ZZ tiene bastante que trabajar en ese centro del campo.