El Real Madrid ha perdido en solo unos días algo mucho más valioso que la distancia y el liderato que guardaba sobre el FC Barcelona. Sin hacer colectivamente un mal partido ni mucho menos, generando y teniendo ocasiones claras como para haber conseguido un resultado muy distinto al definitivo (porque tenerlas las tuvo, y eso siempre es algo destacable), el cuadro de Zinedine Zidane acabó perdiendo en el Ciutat de València, pero las sensaciones, si pudiesen ser divididas entre individuales y colectivas, fueron, en cierto modo, contraproducentes. Porque por suerte el fútbol es fútbol, y siempre seguirá siendo fútbol. Y de ahí que el acierto, aun generando el triple que el otro equipo, va y viene.
El Real Madrid está echando en falta la agresividad en el sistema
Sobre un 4-3-3 que en ciertas fases del juego, sobre todo sin balón, era más parecido a un 4-4-2, con Isco desde el sector derecho, arrancando desde una banda que le llevaba a actuar por dentro y/o recibir abierto siempre a pie natural, el Real Madrid consiguió juntarse y crecer en campo contrario a partir del pase y la conducción del malagueño (por delante del balón), uniendo todos los puntos de lado a lado, y el talento -técnico, táctico e imaginativo- de futbolistas como Marcelo y Benzema, que iban compensando las apariciones de Hazard y el propio Isco en los tres carriles. Sin embargo, ese ‘puntito’ que a Hazard aún le viene faltando para ser realmente diferencial desde el regate y el hecho de que el equipo no esté pudiendo contar con el Valverde de principios/finales de año son responsables, de alguna forma, de los problemas que viene ‘penando’ el equipo en las dos fases del juego.
El Real Madrid falló lo indecible anoche ante el Levante UD. Es obvio y es un hecho. Pero la preocupación acerca del juego debe ser más cualitativa que cuantitativa. El conjunto blanco, aunque ‘simplemente’ sea por una cuestión de calidad, va a generar. Y seguirá generando. Pero la cuestión primordial atañe a la forma en que el equipo crea esas situaciones. El Real Madrid presenta desde hace ya tiempo una serie de carencias estructurales que Zinedine Zidane ha conseguido reducir con éxito a través de la pizarra. Sin embargo, el sistema se ha visto resentido en las últimas semanas. Y aunque anoche el Real Madrid fue superior a su rival durante muchos minutos, dominando y viviendo en campo contrario, el sistema volvió a echar en falta la agresividad -técnica y motora- de sus futbolistas en fase ofensiva. Desde el desborde de su extremo izquierdo, como decíamos unas líneas más arriba, a la verticalidad y recorrido del interior del lado opuesto, con todo lo que ello conlleva.
El Levante aprovechó las concesiones del Madrid en su posesión
Este texto no pretende justificar la falta de acierto rematador del equipo en el Ciutat; vaya esto por delante, pues esta es una cuestión meramente endógena de cada jugador que puede tener diferentes explicaciones (todas ellas, difícilmente analizables). Lo más preocupante en el medio-largo plazo del equipo, y también en el futuro más inmediato, teniendo en cuenta que recibirá a Manchester City y FC Barcelona en solo unos días, es ese volumen de certezas que el sistema ha dejado de reproducir con la misma eficiencia y eficacia que hasta ahora. Porque sin ese plus de agresividad/verticalidad que la pizarra había garantizado a través de ciertos movimientos, y pese a que Zinedine Zidane sigue recuperando individualidades para el tramo más importante de la temporada, el juego del equipo se ha vuelto mucho más dependiente de una serie de factores o recursos difícilmente prolongables en el tiempo. Con y sin balón. Pues a la vista está que el acierto no es estable ni inmutable. Y si no que se lo digan al Levante UD de Paco López… O, mismamente, al propio JL Morales.
Boris_pina 23 febrero, 2020
El Madrid que se vuelve líder de la liga no lo hace por ser el conjunto más eficaz y goleador, lo hace porque el equipo contrario sufre lo indecible para llegar hasta donde Courtois y después para siquiera rematar y lo cierto es que desde hace unas semanas el Real venia sacando partidos por balón parado y esa fortaleza defensiva, claves Mendy y la capacidad correctora de Valverde, una vez Zizou intenta recuperar a Marcelo para la parte importante de la temporada y Fede comienza a fundirse casi imposible que no lo haga con la cantidad de kilómetros que se comía partido a partido esa solidez defensiva ha ido desapareciendo puesto que ni Luka esta para esos esfuerzos explosivos tan seguidos, ni siquiera en un mismo partido, y que James otro que si ha demostrado tener tanque para esa agresividad sostenida que demanda este nuevo sistema de Zidane esta out, las cosas se le han ido torciendo poco a poco al DT.