Las dinámicas son difíciles de revertir y muy fáciles de continuar. Una palabra que explica muy bien la sensación por la que dos equipos, cuando están sumidos en una positiva y otra negativa, parecen utilizar una lente competitiva radicalmente opuesta. El Real Madrid ve la victoria desde lejos como si pudiera acariciarla en cualquier momento, construyendo desde la seguridad defensiva el armazón con el que se ha metido en la pomada de la temporada y a la espera de recuperar al futbolista que le sitúa en un escalón, a todos los niveles, diferente. Por su parte, su mayor rival en la capital ve difícil acercarse a revertir la suya propia porque para hacerlo necesita lo más importante. El Atlético de Madrid no tiene gol y desde esa carencia llevan deteriorándose múltiples procesos de cara a poder ganar o competir en igualdad ante cualquiera.
Benzema, Isco y Modric se pisaron en los primeros 45′
La tarde arrancó como arrancó el derbi de la Supercopa. Zinedine Zidane activó su plan de los cinco centrocampistas y un único delantero, Karim Benzema, cuya participación en el juego siempre se ve orientada hacia los procesos creativos y no ejecutores, un plan que llevó al equipo blanco a no crear ni una sola ocasión clara de gol como producto del dominio del campo rival. Es este plan de juego uno que da valor al apoyo extra al balón, con hombres que deben doblar o triplicar posiciones con libertad para posicionar al equipo y prolongar la posesión, impidiendo a su rival que salte hacia el robo con continuo éxito. Pero mientras el extra de control viene por los movimientos de apoyo, corre peligro de redundar en lo mismo mientras no hay ningún movimiento predefinido por ocupar con varios jugadores el último tercio del campo.
Empieza y termina ahí una primera parte en la que la idea se convierte en dificultad en lugar de oportunidad, sabiendo que además de falta de profundidad a nivel de sistema, al líder de la Liga le faltaba una evidente falta de desborde individual. Sin embargo, y en paralelo a ello, el Atlético de Madrid volvió a encontrar algunas situaciones que parecen inherentes a los derbis del Bernabéu, sobre todo cuando deja iniciar el juego a los centrales, muerde en banda y en el siguiente pase que viene dentro desde fuera, y halla robos que le ayudan a atacar sin necesidad de llevar el peso del partido, produciendo pequeñas transiciones sobre las que detectar el ánimo madridista, tener la oportunidad de abrir el marcador y evocar tardes de inquietud en el rival y habilidad para competir.
El Atlético sufrió con la entrada de Vinicius Jr. en la izquierda
Fue tan evidente la inferioridad en la que estaba el Real Madrid con balón en su poder, metido en dinámica y ritmo más favorecedores para Simeone, que el técnico francés hizo un doble cambio inmediato al descanso. La idea era de por sí una consecuente solución con los males vistos: meter dos referencias en banda que ensancharan el bloque rojiblanco, abrieran espacios intermedios sobre la última línea y le hicieran progresar con continuidad desde la amenaza en el uno contra uno y, casi más importante, en el dos contra dos. Aunque solo se justificara por una jugada concreta, el gol que significo la victoria ejemplifica la atracción de un especialista que absorbe el eje del juego y la defensa del rival para fijar sobre él a su defensor, perdiendo este la referencia de un espacio atacado por su compañero de banda. Vinicius Jr. es uno de esos futbolistas que, mientras Hazard no esté disponible, le hace mucho mas daño al actual Atleti que una gran suma de pasadores.
Arenas de tiempo 2 febrero, 2020
Tras un mal planteamiento por parte de Zidane en la primera parte, tuvo la sapiencia, la humildad y la valentía de rectificar en el descanso y abrir el campo sacando a los extremos Lucas Vázquez y Vinicius Jr. Esto permitió hacer daño por fuera, hacer recular al Atlético y poder encontrar soluciones. El gol es una jugada fantástica, con un pase genial de Vinicius jr a Mendy, que en su incorporación da un pase con rosca sensacional a Benzema, que se desmarca muy bien para rematar a gol. Mendy ha arreglado 3 defectos del Real Madrid: la banda izquierda ahora es un cerrojo inexpugnable, Ramos no tiene que desplazarse a tapar huecos a su izquierda y Casemiro tampoco tiene que perder el tiempo ni el físico en tapar las hemorragias que creaba Marcelo, un jugador que ya no está para el primer nivel de la élite futbolística. Valverde es otro que ha revitalizado al equipo con su gran despliegue físico, su inteligencia táctica y su buen disparo a puerta desde larga distancia.
El Real Madrid es un líder sólido pero necesitará al mejor Hazard para batir al City.