El Valencia CF de Albert Celades escogió el día grande para aterrizar de una vez por todas en el año 2020. Sin Parejo -sancionado- ni Rodrigo -al menos desde el inicio-, el equipo che entendió el juego posicional de su rival como una oportunidad para amenazar desde fuera con cada transición al espacio. Saliendo constantemente a través de sus extremos, entre el movimiento interior de Soler y la ruptura vertical de Ferran Torres, el Valencia castigó duramente a un FC Barcelona que, más por el fondo que por la forma, volvió a tener bastantes dificultades para profundizar, girar (el posicionamiento defensivo rival) y amenazar desde el juego.
Albert Celades detectó la debilidad del Barcelona en los costados
En este sentido fue bastante coherente la decisión de Albert Celades de mantener a Soler y Ferran Torres, en izquierda y derecha, respectivamente, para dañar la transición defensiva del Barcelona. Con el primero jugando constantemente por dentro, desde la banda hacia el carril central, gestionando cada salida al espacio de su equipo situado siempre por delante del balón, el dibujo consiguió a través de esta diagonal esconderle la referencia defensiva a un Sergi Roberto que tras pérdida, como tercer central, no sabía si encimar al punta, saltar sobre el extremo o esperar la carrera al espacio de Gayá. Todo eso en un escenario en el que Maxi Gómez, Gameiro y Ferran Torres, los puntas y el extremo del sector opuesto, entraban y salían en los otros dos carriles para atacar con todo el ancho completamente ocupado. Carlos Soler volvió a ser el ‘origen’ desde la banda izquierda de este Valencia CF.
Gabriel Paulista se impuso dentro de su propia área: estuvo brutal
Si Soler corría con el mapa, Ferran tiraba de la cuerda y Maxi entraba al área con el pico a cuestas, Gabriel le puso el cinturón al Valencia con su defensa. Siendo diestro en el perfil izquierdo, y defendiendo por ello constantemente perfilado entre el balón, su par más cercano y el espacio que debía preservar entre su posición y la de Gayá -en el lateral zurdo-, el central del Valencia CF se aseguró así que anticiparía siempre fuera del área con su mejor pierna, despejaría por alto a una posición ‘segura’ y vigilaría el desmarque interior del delantero, adelantándose a todo ello con la postura de su propio cuerpo. Un Gabriel Paulista que comandó una resistencia en la que Wass, Garay, Gayá, Kondogbia y Coquelin cerraron filas, izaron banderas y levantaron sus armas. O lo que viene a ser lo mismo: se hicieron fuertes en un espacio en el que el FC Barcelona, por mérito del Valencia y demérito propio, no pudo levantar la vista.
El FC Barcelona probó hoy con De Jong como interior derecho
El Barça de Quique Setién se está quedando muy corto (en términos de profundidad) a través del juego. Con el extremo -derecho- y el lateral -izquierdo- nuevamente abiertos, el equipo no está encontrando ventajas en sus salidas a banda. Con Griezmann -extremo izquierdo- por dentro, liberando el pico del área para la subida de Jordi Alba, y Ansu Fati pegado al otro costado, fijando y esperando, pero no desbordando desde el regate, la posesión no le está garantizando al FC Barcelona ninguna certeza con la que superar y girar a su rival cerca del área. La idea está ahí, pues el sistema -entendiéndolo como un conjunto de roles, sinergias y automatismos- se mantiene intacto más allá de nombres propios, ya sea Griezmann extremo derecho o Ansu Fati el izquierdo, y pese a la novedad de haber situado hoy a De Jong a pie natural -con Arthur como interior izquierdo-, pero no ha encontrado aún el modo de abrirle algún camino a alguno de sus mejores hombres y esto, con el crono a 26 de enero, sí es un problema para dar tiempo a su idea.
Carlos 26 enero, 2020
He leído muchos comentarios los últimos días de gente a la que respeto mucho y de quien incluso me nutro, estar convencidos que Quique vino a implantar un proyecto a largo plazo. Y reconozco que no estoy nada de acuerdo, por lo menos no por ahora.
Quique viene en mi humilde opinión, a tratar de rescatar la temporada del FC Barcelona, que en mi opinión, de seguir Valverde estaba condenada muy probablemente a irse en blanco, sobre todo por como estaban los ánimos después de la Supercopa. Con Setién nada es seguro, pero digamos que por lo menos renovó la esperanza de poder ganar algo importante este año.
De ahí a decir que Quique vino desde ya a trabajar de cara al futuro, sin importar que no se gane nada este año, me parece que es por lo menos, no entender como funciona el fútbol hoy día.
http://www.ecosdelbalon.com/2020/01/fichaje-quiqu…
En el artículo de la llegada de Setién comenté que me parecía una buena decisión por parte de la directiva, pero valiente y quizá hasta errada por parte de Quique. Donde esto no arranque, se va. Lo tengo clarisimo