El Real Madrid consiguió ayer en Valladolid una de esas victorias muy importantes. Por lo numérico, claro está, porque con ella, aprovechando el tropiezo del FC Barcelona en Mestalla, el cuadro de Zinedine Zidane vuelve a ser líder en solitario, pero sobre todo por lo que representa en términos más cualitativos que cuantitativos. Sin desborde, sin profundidad y sin apenas remate, el Real Madrid confirmó ayer en Zorilla que su mejora es consecuencia de un proceso mental y futbolístico al mismo tiempo. El encuentro que este mismo equipo quizá hubiese acabado perdiendo hace solo unos meses, a principios de esta misma temporada mismamente, anoche acabó en victoria. Y esa inercia que ha situado en estos momentos al Real Madrid en la cabeza de la clasificación, manteniendo el pulso goleador con el Barcelona de Messi y Ter Stegen, es todavía más prometedora teniendo en cuenta que el equipo blanco ha llegado hasta este punto sin su mejor futbolista.
El Real Madrid echó en falta la agresividad de Fede Valverde
Ante el Real Valladolid de Sergio González, que mantuvo su 4-4-2 aunque esta vez con cuatro centrocampistas al mismo tiempo y no dos pivotes y dos extremos por detrás de los dos delanteros, Zinedine Zidane volvió al 4-3-3 con Isco y Rodrygo en las bandas de un equipo que ya desde el inicio echó en falta el recorrido de Fede Valverde (suplente). Sin el uruguayo, el Real Madrid no tuvo con qué -ni sobre todo con quién- completar los apoyos de Benzema dentro del carril central, así como atacar el área o dar amplitud en banda a través de sus desmarques (sin balón) dentro-fuera y abajo-arriba, además, por supuesto, de sus explosivas acciones defensivas; tanto en la presión como para la recuperación.
Míchel, desde el doble pivote, dio profundidad con sus rupturas
Sin capacidad de hacer profundos sus ataques entre tanto balón al pie y con Isco Alarcón y Rodrygo, sus dos extremos, jugando constantemente hacia dentro, el Real Madrid fue un equipo sin desborde ni profundidad en campo rival. Una mezcla letal para cualquier equipo que se preste a atacar durante largos tramos de manera posicional. Con Ramos, Varane, Casemiro y Mendy apagando todos los fuegos en defensa, impidiendo que el Real Valladolid progresara a partir del primer apoyo de alguno de sus dos delanteros, el cuadro de Zinedine Zidane consiguió llegar al descanso con la certeza de que en su área mandaba. Que es otra de esas evidencias que hasta hace relativamente poquito no existía.
Rodrygo se relacionó bien con el juego del equipo; no al revés
A nivel individual, más allá del testarazo de Nacho en la acción del cero a uno, el partido dejó claramente dos nombres propios. Uno por cada equipo. Uno es el de Mohammed Salisu, impasible en cada balón aéreo, y otro es el de Rodrygo Goes. El extremo brasileño del Real Madrid aún está pagando el peaje físico de Primera División, y sin una arrancada realmente explosiva que le haga llegar o salir con ventaja del balón dividido, y con un cuerpo que está absorbiendo demasiados contactos para tan poco volumen muscular, Rodrygo se está mostrando especialmente frágil en ese tipo de situaciones que, como puede ser de esperar, deben de estar lastrándole también a nivel mental (y de ahí que encare mucho menos de lo que el Real Madrid necesita). Pero su relación anoche con el juego fue bastante positiva. No tanto del juego (o del sistema) con Rodrygo. Pero sí a la inversa. Y eso, por sí solo, es algo muy reseñable ahora que se acerca el regreso de Eden Hazard.
Andrés Madrid 27 enero, 2020
Que el Madrid con la de seguro peor delantera desde que Florentino Pérez volvió al club en 2009 sea líder en Enero ante el Bar¢a de Messi y Ter Stegen, no tiene otro nombre que el excelso trabajo de Zinedine Zidane al frente de esta plantilla. Es que hasta le va ganando en diferencia de goles(+26 vs +25). Nos dicen esto hace 3 meses y nadie lo cree.
Ya después, que Nacho viniendo de donde viene (y que de hecho estaba teniendo un dantesco partido) te anote el gol de la victoria después de que Zidane le dice"ataca el primer palo" son de esas cosas que hacen que algunos creamos que la magia sí existe ^^.