De toda la primera vuelta de esta Liga 2019-2020, una de las cosas que se han quedado flotando en la superficie como prueba evidente es el problema que ha tenido el Sevilla para que su delantero centro marcara goles. Luuk de Jong representa una posición de la que no se vive únicamente de buenos toques o grandes movimientos, sobre todo si tu equipo insiste y profundiza desde los costados como momento previo a meter la pelota en la zona en la que el ‘9’ se justifica en este deporte. Una situación que ha creado una necesidad dentro del sistema de Lopetegui y que, a priori, no ha sido cubierta desde lo más obvio y directo, fichando un hombre-gol, sino imaginando cómo puede el recién llegado, el marroquí Youssef En-Nesyri, matizar el camino hasta el gol para que éste llegue con, pero sobre todo, gracias a él, una puntualización que con el holandés era más complicado que se diera.
Youssef En-Nesyri es movimiento perpetuo, exigencia física para el rival durante 90 minutos
Imaginando puntos en común entre equipo y delantero, la presión o esfuerzo continuado para incomodar al rival es uno de los parámetros del juego en los que uno y otro se han definido. El africano es uno de los delanteros que más acciones de presión realiza durante los 90 minutos, ya sea por acoso, intercepción, disputa o robo de balón. Más que caracterizarle, le define. Es su naturaleza. Acostumbrado a jugar las dos últimas temporadas en un equipo que le pedía justamente todo eso como hombre más adelantado, En-Nesyri es un jugador de permanente activación, que no participación. Su fútbol está muy relacionado con el componente físico, por su envergadura y centímetros, por su resistencia y por su zancada para consumir muchos metros de terreno. De algún modo, es un tipo que trata de influir desde su necesidad de retar desde el físico y para que él o sus compañeros detecten flaquezas en el rival.
En lo puramente futbolístico, hay dos situaciones de juego que merecen ser resaltadas en clave Sevilla. La primera es su potencia de salto en balón parado o centro al área, más por muelles que por ser implacable atacando zonas de remate o siendo excelso en esa suerte. Esto podría emparejar el tipo de ataque que realiza el Sevilla, muy lateral. El segundo de ellos, más importante, es que En-Nesyri suele disfrutar jugando de cara. Y siendo delantero centro lo más lógico es recibir y ver el juego de espaldas a la portería contraria. Para ello, el marroquí se ha servido siempre de abrirse a la banda izquierda y perfilarse para comenzar a jugar o realizar acciones de ataque. Sacando a su par, el central, de posición para atacarlo a campo abierto o en el regate, siempre proactivo para buscar al rival y rebasarle. Siempre encara.
La principal duda de En-Nesyri a nivel individual será cuánto tiempo podrá jugar de cara
Lo que seguramente trate de buscar el Sevilla es un camino nuevo que fomente la participación en la creación de ocasiones de sus centrocampistas y extremos, más que los laterales. En-Nesyri está continuamente realizando esfuerzos explosivos para vaciar el área cayendo a un costado, por lo que siempre le ha venido francamente bien compartir ataque con otro punta que le ocupe el área mientras él galopa y se pone de cara a la jugada. Si bien en el juego directo y en el remate aéreo siempre estará presente, Lopetegui tendrá que presentarle a sus compañeros quien llega y para qué, porque como único delantero y si el Sevilla no le da espacios sino compañeros y balón, su técnica y su fútbol no son tampoco lo más diestros en lectura y precisión. Si ambos se dan lo que necesitan habrá crecimiento pero no es exactamente lo que están haciendo equipo y jugador la más complementaria de las coincidencias.
Balotelli8 18 enero, 2020
Movimiento muy interesante del mercado invernal, y que teniendo en cuenta que detrás de ello está Monchi, no hace pensar que sea fichaje hecho "al azar", o poco meditado. El Sevilla busca una cosa concretísima para apuntalar su ataque, parece. Y no simplemente gol.
¿El qué, entonces? Centímetros, para empezar. Con Navas siendo el jugador que más la pone al área, el plan de Lopetegui estaba claro desde que apostó por un Luuk de Jong cuyas cualidades se evidencian en su físico. Juntar a un nueve alto y corpulento + Lucas Ocampos arriba, y una segunda línea que busque ganar la segunda jugada siendo muy agresivos para volver a ponerla o chutar desde la frontal. Pero aquí ya empiezan las diferencias entre lo que venía siendo el Sevilla y lo que va a ser con su nuevo fichaje.
De Jong y En-Nesyri se parecen en que miden dos metros, y para de contar. Me parecen muy poco sustituibles, pieza por pieza, y por eso imagino un dibujo en que el marroquí parta desde banda, para atacar el segundo palo mientras el holandés fija a los centrales. En Nesyri es curiosísimo cuando ataca el segundo palo, sobretodo si el lateral de ese lado no es especialmente alto, porque "brinca" sacando tres cuerpos a su par. Recuerdo una visita del Eibar a Butarque el año pasado en que el Leganés buscó emparejar todo el tiempo a En- Nesyri (1,92 cm) con Rubén Peña (1'68 cm), y el lateral ex armero aún debe despertarse en mitad de la noche con sudores fríos, con el recuerdo de cómo los tacos de su marca le llegaban a la altura de los ojos cada vez que le cubría en un córner.
Pero más allá de esa potencia física, los dos nueves del Sevilla comparten pocas características. De hecho, ya he comentado alguna vez por aquí que a mí me ha gustado, de alguna forma, la temporada de De Jong. No está metiendo una, pero su juego de espaldas y su apoyo en corto para que el Sevilla progrese es una de las cosas que permiten al Sevilla meterse muy fácil en campo contrario y encontrar a los laterales en zonas muy profundas para desbordar y centrar. Y ese juego de espaldas En Nesyri no lo tiene. Es un jugador de espacios, de poder correr. En Sevilla va a jugar con mucho menos campo por delante para galopar, y creo que ahí se pueden ver más las costuras de su juego, porque nunca me ha parecido un delantero con esa inteligencia táctica para imponer su gran físico en movimientos cortos, como por ejemplo hace mucho Cristiano, al que recuerda mucho a veces en su uso del físico, salvando las distancias.
Es cierto que esa inteligencia dentro del área se gana con los años, y el marroquí es muy joven, pero me genera dudas que En Nesyri vaya a convertirse en un delantero de veinte goles por temporada. Eso sí, su físico tan extravagante es tan particular que puede servir para muchos registros distintos.
Pero dicho esto, En Nesyri pertenece a una tipología de jugador escasísima pero que particularmente me encanta, que es juntar en un mismo futbolista esa corpulencia privilegiada unida a una velocidad top, y en la que en su momento el mejor exponente fue Cristiano. La reciente irrupción de Haaland y las sacrificadas actuaciones de Yussuf Poulsen en el RB Leipzig son lo más parecido al fútbol de En Nesyri que me vienen ahora a la cabeza en cuanto a esa fusión entre zancada y fuerza física. También Ocampos entraría en ese selecto grupo de jugadores privilegiados por la genética que juegan arriba, ya que es una tipología física que suele aprovecharse para crear centrales, no delanteros.