Los octavos se le escaparon al Inter de Milan, un golpe muy duro para un proyecto necesitado de una recompensa que le explicara que todo lo andado tendría un porqué continuo y correspondido. Antonio Conte tendrá que cuidar y mimar el estado anímico de un equipo que se queda sin la mayor ilusión que puede vivir un grupo de jugadores. El partido inicial ante el Slavia y la remontada sufrida en Dortmund complicaron demasiado un camino que tendría que finalizar recibiendo al Barcelona. Y Valverde, que reservó a la totalidad de sus titulares a excepción de Clement Lenglet y Antoine Griezmann, lo hizo preparando a conciencia un encuentro que el Barça completó con una notable competitividad y sensaciones muy positivas con su unidad secundaria.
Valverde, con suplentes, no se acomodó: puso en liza un buen plan
Sin Stefano Sensi y Nicolò Barella, no le quedaba otra gran carta en la baraja a Antonio Conte que utilizar su presión adelantada y su defensa más alta sobre el campo para marcar el ritmo del encuentro y generar ocasiones, incidiendo en la primera línea culé y el primer envío de la sabida salida rasa que se le presupone siempre al conjunto catalán. Robar allí, o al menos cortar o precipitar sus primeras decisiones es lo que le concedió la iniciativa en el encuentro de ida, logrando un impacto emocional importante en el juego azulgrana. Pero allí donde fueron Lukaku y Lautaro, más los tres centrocampistas interistas, apareció el Barça con un plan claro: reproducir la línea de cinco de su rival, salir con tres en primera línea y desde ahí tener superioridad numérica en campo propio.
Esta medida, además, vino acompañada por una gran circulación y progresión cuando recibía un medio, sobre todo un buen Carles Aleñá, quien con su protección y giro, más la aparición de Rakitic como segundo eslabón, rompieron la dinámica que buscaba su rival. Si añadimos que Antoine Griezmann comenzó a dirigir la salida culé con movimientos extraordinarios a espaldas de los medios nerazzurri, el Barça quebró no sólo los esquemas tácticos de su rival, sino también los mentales. El Inter no lograba robar arriba, tenía que bajar el bloque con demasiada frecuencia, lo que le dejó sin su principal ventaja táctica. Si el Barça encontraba algún problema para dirigir el ataque en campo contrario, Griezmann, liberado de la banda y flotando como punta móvil, se encargó de solucionarlo, poniendo en ventaja al Barça.
El Inter se quedó demasiado huérfano sin robo adelantado
La reacción del Inter, no obstante, fue de valor. Y a falta de capacidad para extraer ventajas desde la no creatividad de sus medios o el no desborde de sus hombres exteriores, tiró de sus puntas para batallar continuamente de espaldas. El duelo que midió a sus delanteros con los centrales culés fue una despedida a la altura de su competición. Romelu Lukaku y sobre todo, Lautaro Martínez lo intentaron todo ante una zaga culé que a falta de experiencia aguantó bien el tipo por su positiva agresividad, personificada en un gran Todibo y en una dirección de campo por parte de Valverde que sin el efecto deseado en conjunto sí estaba repleta de acierto: De Jong, Suárez y Fati -qué maniobra en el gol- saltaron al campo de la mano de una idea que no fue posible ensamblar por el ímpetu de un Inter que se la jugó durante media hora con más juego exterior -Lazaro- y mucho juego frontal en el que Lautaro tiró casi hasta la camiseta. Sólo para mayor gloria de la Europa League, el Inter de Milan ha sumado intenciones y hechos pero también mala suerte y carencias de un proyecto prematuro.
_RaTiO_ 11 diciembre, 2019
Me pareció muy pobre el plan del Inter. Con el Barça lleno de caras nuevas, con Umtiti a ritmo de ex-jugador yo esperaba que el Inter mordiera mucho más de lo que lo hizo. Comparado con el partidazo que hicieron en el Camp Nou, ayer se me quedó muy corto. Lautaro eso si tiró del carro, Lukaku no estuvo mal, pero el resto de sus compañeros me decepcionaron mucho.
El Barcelona como ya he dicho tuvo buenas y malas noticias. Lo de Umtiti no sé si tiene solución, si es físico o mental, pero hizo unos fallos de benjamín increíbles ayer. Carles Pérez es un jugador que nunca será titular pero su atrevimiento y agresividad le vienen muy bien a la segunda línea culer. Aleñá comete errores pero es un gran jugador, me gustaría verlo más a menudo, sobretodo mucho más que a Vidal que ayer hizo otro partido bastante malo.
Todibo no entiendo porque lo quieren vender, es cierto que en defensa a veces comete errores pero yo le veo madera de central del Barça, a mi me gusta mucho como sale con el balón controlado y tiene mucho margen de mejora a su edad. No lo vendía ni loco. Wagué también me gustó bastante, Rakitic parece que ha recuperado la confianza y Ansu Fati tiene puntualidad de crack, hay ganas de verlo más a menudo.