Gales estará en la Eurocopa de 2020. La de Ryan Giggs es una selección que entiende el espacio como una oportunidad para no sufrir en su transición defensiva, esperando en un bloque medio cuando no tiene la posesión, y machacar a sus rivales a partir de la velocidad de sus dos extremos y la creatividad de su mediapunta, en un 4-2-3-1 que se ha mantenido fijo desde la llegada del otrora centrocampista del Manchester United al banquillo. La Gales de los Bale, James, Ramsey, Allen y Davies es una selección que, con una media del 49% de posesión por encuentro, confía en exceso en la verticalidad y el acierto de sus principales referencias ofensivas para jugarse todas sus opciones a una sola carta: repliegue+contragolpe.
Con Daniel James en izquierda, Gareth Bale ataca por derecha
Con la irrupción del joven Daniel James en izquierda, un extremo vertical, de mucho ida y vuelta, diferencial por su cambio de ritmo y su habilidad para salir por los dos perfiles siendo diestro, Gareth Bale ha encontrado su lugar en el sistema en el sector opuesto, a pie cambiado. Desde este sector, desde donde Bale puede echar a correr con muchos metros por delante, dada su disposición a realizar una cobertura constante al lateral de dicho perfil, el futbolista del Real Madrid asume una jerarquía total en el juego de su selección. Si bien es cierto que el propio plan de Giggs, más reactivo que proactivo, con y sin balón, lleva a Gales a atacar mediante transiciones rápidas sin mayor fijación por el costado desde el que arranca, la calidad técnica de Gareth Bale es, por encima de la conducción de James, la visión de Ramsey en el último pase o la inteligencia de Allen, la principal certeza de una selección que ya sabe bien lo que es competir desde la inferioridad.
Ryan Giggs ha mantenido en Gales un 4-2-3-1 desde su llegada
Gales repetirá en la gran cita continental después de su buen papel en la Eurocopa de Francia. Ryan Giggs ha sabido recoger el trabajo de Chris Coleman, y retocando ciertas cosas en la propuesta, imprimiendo su sello sin renunciar por ello a la base que ya llevó a Gales a las semifinales en 2016, la selección llegará al próximo verano con un bloque de futbolistas más maduro, mucho más consolidado, y con la sensación de que la llegada de David James es un plus en cuanto a calidad+potencial para un torneo como este.
A la espera de conocer finalmente quién será el delantero en esta selección, entre Wilson y Moore, aunque en los últimos encuentros de la fase de clasificación ha venido jugando más este último, lo cierto es que Gales, que en ninguno de los dos partidos ante Hungría superó el 50% de posesión, y ante Croacia, es más, por poco superó el 30%, ha sabido hacer del repliegue su principal fortaleza colectiva. Con menos balón que todos sus rivales, a excepción de los encuentros ante Bielorrusia y Azerbaiyán, la Gales de Ryan Giggs promedia más disparos a favor que en contra cada 90 minutos. Un registro que, a la par de la posesión, define claramente el tipo de selección que representan los Bale, Ramsey, Allen, Davies, Moore y James. Porque, a sus 22 años de edad, el del Manchester United es tan importante como el que más en lo táctico.
AdrianBlanco_ 20 noviembre, 2019
¿Qué os está pareciendo Daniel James, el chico del Manchester United?
A mí me parece un futbolista ideal para el fútbol Premier, de mucho ida y vuelta, impredecible en el uno para uno, porque es capaz de salir por ambos perfiles… pero que flojea en espacios reducidos. Ahí le cuesta.