Un joven sin desparpajo y cierto grado de inconsciencia en el mundo del fútbol tiene un impacto mucho más imperceptible del que tiene eso de serie. En el futbolista que está llegando a la élite, más si es un jugador de vocación ofensiva y recursos individuales, lo más productivo es fomentar la iniciativa, la insistencia y creencia en sus posibilidades para amortiguar la exposición a un escenario que en la mayoría de casos va a atenazarlo, más aún si tu desembarco entre los mejores llega en mitad de un oleaje como el que está sufriendo el Valencia CF en esta temporada. Por eso es tan interesante, en medio de una situación tan complicada, trazar el perfil de futbolista que es Ferran Torres, la última perla de la cantera valencianista que se ha hecho acreedor de la banda derecha.
Torres suele salir por su lado natural, el último gesto siempre es arrancar hacia fuera
Precisamente ese costado fue muy poco protagonista en el pasado reciente del conjunto che por cómo Gonzalo Guedes en izquierda y Rodrigo Moreno en la mediapunta capitalizaban los comportamientos ofensivos del equipo. Era Soler, después Wass, quien ocupaba un sector mucho más secundario, que está teniendo en Ferran un lugar mucho más activo, en el amplio sentido de la palabra, hasta el punto de originarse allí muchas de las ocasiones de gol que el equipo produce en transición. Ferran, en cierto modo, resume la naturaleza del equipo: se para poco y se calma aún menos pero produce e insiste con mucha agresividad.
Torres es un futbolista principalmente eléctrico, cuyo biotipo físico y adiestramiento técnico encuentra mucha más fluidez en salida natural, jugando a beneficio de su pie derecho en banda derecha. A diferencia de la dinámica que lleva a los jugadores a orientarse para buscar la pared o la salida hacia dentro, Ferran arranca y finaliza sus acciones por fuera. Puede salir y profundizar por dentro pero el último cambio de ritmo lo va a llevar a salir hacia su derecha. Es su eslalon y su cambio de dirección mientras cambia de ritmo la acción ofensiva que más le caracteriza y más diferencial le hace con su par, encadenando esfuerzos prolongados con su gran zancada y su escurridiza silueta para sortear rivales o decidir con su cadera.
En general su fútbol no espera demasiado. Tiene tanto desparpajo y confianza en sus piernas que su misión es la de abrir la primera puerta y verticalizar. Es tan ágil que apenas le cuesta agredir tras recibir y comenzar la ofensiva, sea con un primer toque en apoyo para un compañero si el rival le fija bien la marca y le cierra su espacio de incorporación predilecto o después para lanzarse autopases o situaciones de desborde por físico muy características.
Ferran Torres es una mezcla de extremo-delantero que verticaliza siempre y no espera a su lateral
Se puede concluir, de hecho, que Torres es uno de esos futbolistas que marca el estilo y las formas de todo un carril. Su fútbol es vertical y directo, lanzando desmarques a la espalda una vez está abierto a la cal o conduciendo y regateando, lo que lleva al equipo a que por su lado el lateral apenas tenga incidencia ofensiva ni momentos de 2×2. La banda derecha de Mestalla no es un punto de pausa o de construcción, sino un lugar en el que la jugada se va a precipitar con tal de generar una situación clara de gol.
Dani Parejo, el cerebro del equipo, ya lleva tiempo reconociendo qué implica mandar un pase a la banda derecha. Si decide mandarlo allí es más lógico que no le vuelva el balón y que cedérselo a Torres implique una ventaja anticipada que lleve al Valencia a generar ritmo ofensivo. El equipo se estira más y pierde control. El equipo gana en intimidación y en creación de ocasiones. Es lo que te va a dar, con tremenda garantía, el rebelde y desequilibrante canterano Ferran Torres.
Dolomitas 2 diciembre, 2019
No lo he visto mucho, pero es tipo el Jony del Alaves?