Puede ser la línea de tres centrales. Puede ser la ventaja táctica que extrae de sus carrileros. Puede ser la sociedad que suele formar a través de su pareja de puntas. Puede ser la personalidad y la fortaleza del equipo en sí. Muchas cosas son las que hacen de los proyectos de Antonio Conte un producto de alto valor en el mercado, una apuesta segura de competitividad y rentabilidad, constatado en dos países diferentes y en contextos de selección absoluta. Su fórmula no cambia pero tampoco envejece ni se detiene. Sin embargo, quizás su mayor argumento y el punto de partida de la construcción de sus equipos no sean todas las razones ya enumeradas, sino la formación, el ritmo y las piezas seleccionadas para su centro del campo. La evolución de la medular en sus numerosos equipos hacen del círculo central el narrador omnisciente de la vida de Antonio Conte como técnico.
Primero fue hacerle hueco a Andrea Pirlo, con tres hombres por detrás, dos carrileros altísimos para el envío en largo y dos interiores de desmarques profundos y presión agresiva en campo contrario para darle tiempo y espacio. Así dominó la Serie A. Después se fue a Londres. Allí primero optó por un Kanté-Matic en la base, al año siguiente metió a un mediocampista más, quitando un punta, liberó a Bakayoko como update para que llegara al área, dando entrada a Cesc para apoyarse en él constantemente y utilizarlo como metrónomo, tanto para salir bien desde atrás si lo necesitaba, como para suministrar de balones profundos y al espacio a sus dos delanteros, Hazard y Morata. Pudiendo concluir, en resumen: Conte necesita todos los perfiles posibles en su mediocampo, una zona a medio camino entre estación de paso y epicentro del juego.
Conte: «Sensi comprende el fútbol; todo lo capta de inmediato»
Es por eso que toca estar muy atento a lo que se está gestando en el Inter de Milan 2019-2020, especialmente al nombre de Stefano Sensi, una apuesta nada pasajera. Junto a Marcelo Brozovic, el Inter ha descifrado con éxito sus dos primeros desafíos ante defensas replegadas y pasivas. Sumando un 60% de posesión, índice altos, la pareja formada por croata e italiano marca el estilo, el tipo de pase y el ritmo de juego de todo el colectivo. Si se ha descrito el cuaderno de Conte como fundamentalmente versátil, también debe decirse que las labores de creatividad no son el elemento común de todos sus jugadores. Esa misión recae principalmente en uno o dos jugadores y en este Inter no parece que vaya a ser muy diferente. Lo que sí está siendo muy significativo e interesante es el peso que ambos están teniendo en la circulación.
Brozovic -90 pases de promedio en los dos primeros encuentros- y Sensi -65- monopolizan todas las conexiones interiores del ataque posicional interista. Vecino, interior derecho -30 pases de media- ejerce en el lado débil de contrapeso, ajeno a una circulación que está otorgando al propio Sensi un papel multiplicador. El jovencísimo centrocampista se distancia de todos sus compañeros como el más capaz de mantener la pelota en su poder y reducir la sensación de posible pérdida. Su fútbol, que tiene la completa libertad en el eje vertical para darle una línea de pase sencilla a Brozovic, debe sumarse entre líneas, mientras Vecino compensa atrás, para comenzar a girar y engañar al rival, abriendo espacios a Kwadko Asamoah o Romelu Lukaku. Acaparador y protagonista, Italia tiene un nuevo talento para llevar la iniciativa.
Martín Seijas 5 septiembre, 2019
Pues no he visto todavía a este Inter, pero vistos los resultados y lo que he podido leer, la verdad es que apetece verlo. Muy interesante lo que se comenta en el artículo de que sea el perfil izquierdo el que ejerce como organizador mientras Vecino compensa. Ojo al papel de Lukaku en un equipo con índices de posesión altos. Al belga siempre se le ha visto más cómodo en contextos de ataque transicional, pero no cabe duda de que tiene el físico para ejercer como apoyo para jugar de cara con los centrocampistas y cargar el área aprovechando los centros de los carrileros, sobretodo de Candreva.