El Chelsea de Frank Lampard se rige en estos momentos bajo una única certeza: mejor corriendo por delante de la pelota que no por detrás de su rival. Entre ambos escenarios, como resulta evidente, hay muchas diferencias. En el primero de los casos, como ocurrió ayer ante el Liverpool de Jürgen Klopp, el conjunto londinense es un equipo ideado para competir sin la necesidad de tener mucho más tiempo el balón que su rival. Mientras que en el segundo, como se vio esta misma semana ante la visita del Valencia, el cuadro de Lampard está menos capacitado para esconder una serie de limitaciones que se le acaban haciendo bola antes de atacar el área.
Alexander-Arnold se mostró muy activo por derecha
En ese limbo, entre tener menos cuota de balón que su oponente y ocupar una parcela de campo mucho más ambiciosa, tal y como sucedió en la segunda mitad, este Chelsea de los Abraham, Mount, Tomori y compañía tuvo contra las cuerdas al actual campeón europeo durante largas fases del encuentro. Impidiendo que pudiera desplegarse con absoluta rotundidad al espacio, encimando los toques de Salah con las coberturas hacia fuera del propio Tomori, vigilando muy de cerca a Firmino con el canadiense y su pareja de zaga y desplegándose a través de los carriles exteriores, llegando por fuera con César Azpilicueta y Marcos Alonso para acabar rellenando el área con Batshuayi, el cuadro de Lampard estuvo cerca de hacerle pagar al Liverpool su baja correlación en el campo.
Tammy Abraham sigue siendo el ‘9’ titular del Chelsea
Porque el Liverpool venció en Stamford Bridge como ganan muchas veces los grandes fuera de Inglaterra: exhibiendo su pegada, en una versión más efectiva que efectista en los últimos 25 metros del campo. Con Firmino, Salah y Mané ciertamente desconectados del juego; lejos de dominar a su rival a través de su imponente dinamismo para moverse en los tres carriles sin llegar a estorbarse nunca, el cuadro de Klopp encontró en sus dos laterales, sobre todo en el derecho, Alexander-Arnold, un filón para castigar al Chelsea arriba y abajo. Atacando hasta línea de fondo, congeniando con el interior y el extremo de su mismo lado para aparecer en situaciones de aclarado con su mejor pie para cargar el área; a balón parado, como en la acción del 1-0; y mostrándose bastante seguro en lo defensivo, que es donde siempre ha cojeado más, el joven lateral inglés fue el mejor de su equipo ante el Chelsea. Un Chelsea que si continuó creyendo hasta el final no fue por el 1-2 de Kanté, que también, sino porque cuenta con un 9 con una autoestima muy alta. ‘Porque nadie cree tanto en Abraham como el mismísimo Abraham’.
Jos 23 septiembre, 2019
El día de la marmota? 😉