La indefinición ha marcado el proyecto de Nasser Al-Khelaïfi en el PSG, quizás poniendo el asterisco en un buen tramo de tiempo con Laurent Blanc en su banquillo, momento del proceso en el que el equipo parisino estaba bastante lejos de contar con el arsenal ofensivo que tiene en la actualidad.
La particular gestión, en la que se ha puesto el foco en contratar a dos megacracks que han roto el orden establecido en el mercado del fútbol mundial, quizás ha derivado en que esté costando más de la cuenta rodearles para encontrar un esqueleto táctico estable, algo obviamente indispensable a la hora de trasladar al fútbol europeo el dominio mostrado en Francia.
A pesar de que el PSG ‘moderno’ lleve ya varios años asentado en la élite europea, aún no ha mostrado de forma concreta cómo pretende conseguir la ansiada Liga de Campeones
Esta situación lleva a que el PSG de Tuchel se haya topado con los octavos de final de la Liga de Campeones sin haber enseñado de forma clara sus cartas, con el problema añadido de que su rival, el Manchester United de Ole Gunner Solskjaer, vive en este momento una realidad radicalmente opuesta.
El recién aterrizado Leandro Paredes podría ayudar a asentar el día a día del cuadro parisino, que en este momento del curso –un año más- sigue mostrando dudas a la hora de configurar su medio campo. Con un Rabiot fuera de concurso, un Verratti sin el mejor ritmo posible tras haber arrastrado una lesión en el arranque de campeonato, y un Paredes sin trabajo a sus espaldas en la capital francesa, Tuchel tendrá que sumar mucho desde la pizarra para competir de forma inmediata.
La configuración del medio campo del PSG es una absoluta incógnita
Por si fuera poco, Solskajer ha conseguido que el rival cometa errores precisamente en ese carril central, con un trío formado por Herrera, Matic y Pogba –más las ayudas del punta, en ocasiones Lingard-, de modo que cabe esperar que Tuchel busque una salida lateral y lo más pausada posible para competir contra el altísimo ritmo que está consiguiendo dibujar en sus partidos el Manchester United, enseñando además una capacidad de contragolpe devastadora.
El nombre de Dani Alves está siendo el salvavidas al que Tuchel está acudiendo en este momento de indeterminación, y el hecho de que le esté utilizando tanto en apoyos en pasillos interiores como si pretende salir hacia fuera, y que el brasileño esté además respondiendo con acierto, le convierte en un activo importante para creer en salvar el escollo que va a suponer la eliminatoria contra el conjunto inglés.
Activar a Kylian Mbappé parece ser la posible carta ganadora para Thomas Tuchel
En cualquier caso, el mayor problema que debe manejar el técnico alemán no es el hecho de pelear contra esa indefinición, sino que su poder de intimidación se ha visto tremendamente reducido en un abrir y cerrar de ojos. La baja de un Neymar que en esta 2018/2019 no sólo está terminando jugadas, sino también juntando a sus compañeros ofreciendo una versión más madura y organizativa, y la duda de Edinson Cavani, que no sólo supone una amenaza por sí mismo sino también una ayuda para que Kylian Mbappé consiga remates más limpios, es una merma importantísima en una eliminatoria europea.
Partiendo de la base de que Tuchel seguramente diseñará una salida bastante horizontal y pausada para no dar opción al robo y contra que tan bien está manejando el Manchester United, está por tanto la duda de cómo va a buscar el alemán activar a Mbappé sin arriesgar demasiado su posesión y sin dejarle demasiado sólo, porque obviamente jugar bien su carta será lo que definirá en gran medida la posibilidad de éxito del cuadro parisino.
AArroyer 12 febrero, 2019
La verdad es que es una circunstancia que es tan obvia y tan lejana en el argumentario, se ha quedado ya tan manida, que la hemos olvidado, pero ayer, Laurent Blanc, vino a decir que el PSG tiene muy difícil salir a Europa a pelear de verdad con los mejores si en su liga nunca va a poder aspirar a sentirse cuestionado/derrotado/competido, que no tiene un día a día exigente ni productivo para su competitividad. Y es un tema que me volvió a hacer pensar.
Podría decirse que el Bayern tiene un contexto parecido, si aceptamos 'barco', pero aún así tiene más competitividad en general y mejor clase media, el fútbol alemán es más competitivo, pero podría ser un caso extrapolable.
En cualquier caso, y esto ya lo comentamos en su día con el texto sobre Tuchel, es que esta plantilla tiene un potencial táctico limitado, o al menos es lo que me parece a mí, no puedes ser demasiado intervencionista ni crear algo diferente y genuino, porque tienes una serie de jugadores que te permiten/limitan una serie de cosas, en las dos direcciones, en lo bueno y en lo no tan bueno. Por eso yo creo que es un equipo difícil de gestionar desde la pizarra. Blanc ya lo logró en su día, pero el tridente de hoy es muy diferente y ellos arman todo.