La forja de una estrella no tiene un único camino ni es producto de la premeditación. Sin embargo, si en un contexto de necesidad y dificultad, un recién llegado responde con la soltura, naturalidad y descaro con los que está respondiendo Vinicius Jr. en sus primeros meses en Europa y en el Santiago Bernabéu, poco tiempo más necesita la pelota para sentenciar que está ante una figura de extrema relevancia en el futuro de su deporte. El ex de Flamengo está anteponiendo y haciendo constar las dos virtudes más potentes que se le presuponen a día de hoy -velocidad en conducción y personalidad a prueba de bombas- como si sólo fueran esas las que importan para ganar un partido de fútbol.
Con la capacidad para influir en los planteamientos del rival, Vinicius y el Real Madrid recibieron a un Alavés sin matices. Abelardo aterrizó en Chamartín con sus dos líneas de cuatro, su salida en largo y por el exterior y un bloque defensivo que bien pronto asumió que el control de la noche sería de extrema dificultad desde un ritmo medio de juego. El conjunto de Santiago Solari viene construyendo un periodo competitivo en el que, precisamente, la figura de su extremo izquierdo, y el crecimiento experimentado por la plantilla desde la visita al Benito Villamarín o la victoria ante el Sevilla reconocen al vigente campeón de Europa como un colectivo de ímpetu y agresividad por encima de uno donde prima la reflexión o la jerarquía con la pelota.
Vinicius está siendo el director de juego del Real Madrid
Pudo comprobarse nuevamente que a falta de un organizador en el juego, donde quien más papeletas continúa teniendo para ejercer dicho rol es el alemán Toni Kroos, el gran director de juego, el que cambia el ritmo y pone a sus compañeros a tirar de la misma cuerda, es sin duda el propio Vinicius. El brasileño dicta y orienta el primer foco de desequilibrio, incluido en la primera oportunidad que ha tenido de juntarse con Karim Benzema y Gareth Bale. Por primera vez en la etapa de Solari al frente del banquillo blanco, los extremos jugaron a pie cambiado, aunque el galés estuvo realmente intermitente, por momentos ausente, de la creación de ventajas y de la circulación de balón.
El Alavés, como es habitual, defendió por pares en los costados, lo que llevó al Madrid a lanzar a su lateral derecho a posición de extremo -Odriozola- y a mezclar la posición de Ceballos con la de Reguilón como el apoyo para el que siempre fue el jugador más desequilibrante entre las dos bandas, el propio Vinicius. La posición alzada del lateral vasco permitió al Alavés escapar en transición, sobre todo desde dos hombres: Jonathan Calleri y Jony Rodríguez. No obstante, Solari se preparó para esa transición ofensiva, colocando a hombres muy rápidos en la última línea. El repliegue de Odriozola y Reguilón, la potencia de Ramos y la velocidad de Nacho y Casemiro lograron que el conjunto vitoriano no transformara sus contragolpes en ocasiones de gol.
Calleri y Jony fueron frenado por Nacho y Casemiro
Cabe destacar y señalar que ese tipo de transición visitante fue fruto de las ventajas que está produciendo este Madrid, inmerso en un ritmo tan alto que en ocasiones no concede superioridad consecuente con una circulación más pensada, sino mucho más agresiva, una sensación que seguramente el Real Madrid necesitara experimentar tras un periodo de escasez y rigidez en el grueso de sus partidos. A las órdenes de su director, Vinicius Jr., Solari parece haber encontrado una dinámica ofensiva a la que no puede renunciar teniendo en cuenta el contexto de la temporada y la incondicional y demoledora personalidad de un chaval de 18 años.
Xisco_Rincon 4 febrero, 2019
Vinicius volvío a ser decisivo y Benzema estivo de nuevo flotando. Ahora Bale no estuvo para mí. Acaba de entrar y se le puedan dar tres partidos de gracia, pero si con lo que está generando el Madrid ahora no se activa… me parece que no habrá muchas más oportunidades para él. Solari ha dejado muy claro una cosa, aquí nadie juega por nombre, hay que ganarselo… que se lo pregunten a Isco o a Marcelo. Mucho ojo Bale, o creo que se acaba la aventura.