Los problemas de juego que ha tenido el Valencia Club de Fútbol a lo largo de todo el curso se han concentrado de forma definitiva en los últimos treinta metros de campo. Quedó claro en el partido liguero frente al Valladolid, donde los de Marcelino ejecutaron bien diferentes fases del juego, pero sin el premio de obtener remates lo suficientemente limpios como para que ese dominio se tradujera de forma positiva en el marcador.
El aterrizaje definitivo de Dani Parejo es sin duda uno de los principales motivos de la fluidez vista en el último partido liguero. Con el capitán ché en constante contacto con la pelota durante los primeros pases –además su responsabilidad crece cuando el acompañante es Wass, un futbolista que reclama poca intervención en ese momento-, el Valencia logra encontrar muchas veces a sus hombres entre líneas, lo cual es un primer paso para recuperar sensaciones.
Un Dani Parejo a buen nivel acerca mucho al Valencia a su mejor versión: la que se vio de forma regular durante la temporada pasada
Esa participación constante del ‘10’ permitió al Valencia vivir de forma constante cerca de la frontal del área rival, y a eso hubo que añadir una buena noticia, que fue el buen partido en lo individual de Garay y Gabriel, la pareja de centrales. Los dos zagueros están también recuperando un buen ritmo a la hora de anticipar los envíos sobre los puntas rivales, de modo que el equipo puede aproximarse a esa versión más dominante con pelota que le hizo brillar durante la temporada pasada.
Sin embargo, algo está fallando en el último tercio de campo, y el problema va más allá –aunque también existe-, de que Rodrigo Moreno no esté colando sus remates. De hecho, el internacional español está apareciendo casi siempre como única alternativa para acelerar la jugada o sembrar dudas en las marcas rivales, con algún toque entre líneas o con movimientos sobre cualquiera de los dos costados. Se puede decir que Rodrigo sigue jugando más o menos bien, pero su capacidad resolutiva se ha reducido considerablemente.
Rodrigo Moreno está ayudando a acelerar la jugada, pero esos esfuerzos no le están permitiendo llegar a zona de remate de forma limpia
La ausencia de Guedes y los acompañantes de Rodrigo Moreno en el ataque tampoco están siendo solución para Marcelino. Obviamente, que el portugués no haya arrancado en esta 18/19 es la peor noticia para el Valencia, que no tiene en Carlos Soler, Cheryshev, o cualquiera de los tres puntas –Mina, Batshuayi durante su paso por el club o Gameiro-, jugadores capaces de producir desde lo individual, si lo que se demanda es un regate en espacio reducido, o una asociación corta a gran ritmo a la que sólo Carlos Soler ha llegado de forma puntual en esta primera mitad de curso.
Parece por tanto el del Valencia un problema de composición de plantilla, más con los problemas físicos de Guedes, y la incógnita es cómo resolverlo de aquí a que acabe el curso. Los nombres de Ferrán Torres y Kang In-Lee responden perfectamente a las necesidades, aunque es cierto que parece que el reto les llega demasiado pronto, si bien es cierto que en muchas ocasiones los grandes canteranos surgen de una necesidad puntual, caso que encaja perfectamente con lo que está sucediendo en este Valencia.
Ferrán Torres y Kang-in Lee pueden ofrecerle al equipo soluciones puntuales para revertir la dinámica
En un equipo que en este momento muestra poca aceleración cuando hay que cambiar de ritmo en pocos metros después de haber hecho llegar la pelota con el equipo junto a las cercanías de la portería rival, acudir a Ferrán Torres puede ser una buena solución en momentos puntuales. El canterano ché funciona bien en situaciones de transición, pero tiene amago en el área y aceleración, lo que es oro para el equipo de Marcelino en este preciso momento.
El caso de Kang in-Lee es radicalmente distinto por perfil. Mientras que Torres encaja como un guante en banda en el 4-4-2 de Marcelino, la presencia del coreano en banda limita sus recursos por dentro, a no ser que el sistema busque potenciar ese juego interior y lo compense de otra forma para darle estabilidad a la estructura. En cualquier caso y esto es lo más importante, Kang Ing-Lee ofrece algo fundamental para este Valencia: pie para dar paredes y eximir de esa responsabilidad a Rodrigo, que quizás ahora mismo necesita llegar menos fatigado a zona de remate para recuperar sensaciones. Es obvio que ahora mismo el Valencia no puede salir de su situación cargando el peso de la espalda de dos chicos con tan poco recorrido en la élite, pero también que sus características pueden ayudar a cambiar la dinámica, un paso intermedio que quizás sea necesario para revitalizar al enfermo.
David de la Peña 15 enero, 2019
Está teniendo muchos problemas el Valencia en el último tercio de campo, y aunque es cierto que la responsabilidad la tienen que llevar otros, también creo que ambos tienen posibilidades de sumar, precisamente por las necesidades del equipo.
La Copa es una buena oportunidad para ver si pueden sumar y sobre todo, a nivel de mentalidad (porque es un momento complicado), ir midiéndoles.