Karim Benzema se ha acostumbrado a hacer a diario lo que en realidad, dadas las circunstancias del contexto, no deja de ser extraordinario. El futbolista francés, muy participativo de nuevo en el juego del equipo, firmó una auténtica exhibición en Cornellà. Alejándose de la corona del área para recibir siempre libre de marca, haciendo muy ancha cada transición ofensiva de los suyos, Benzema completó una de sus mejores actuaciones -en cuanto a liderazgo y determinación- de cuantas se le recuerdan en los últimos años. Haciendo el ataque siempre muy ancho, procurando intervenir en los tres carriles y a distintas alturas, el galo tiró de repertorio ante el RCD Espanyol para unir, dinamizar, estirar y resolver el ataque de un Real Madrid que fue de más a menos con el paso de los minutos.
Karim Benzema volvió a ser el mejor futbolista del Real Madrid
En su 4-3-3, con Casemiro, Kroos y Modric en mediocampo, y Lucas Vázquez -derecha- y Vinicius -izquierda- en los costados, la primera intención del Real Madrid fue correr a presionar la salida en corto del Espanyol. Apretando de manera muy tenaz en campo contrario, permitiendo que Kroos y Modric saltasen muy arriba para encimar a los dos interiores periquitos, Darder y Álex López, los blancos lograron ensuciar los primeros pases de su rival mediante su posicionamiento en fase defensiva. Fue, a decir verdad, solo una de las muchas fases que el Real Madrid consiguió controlar durante el primer tiempo. Aunque esta, al igual que el ritmo en la circulación o las ocasiones claras de peligro, no fue una constante en los primeros 45 minutos. A pesar del 1-2 de Leo Baptistao, conviene resaltar que el equipo de Santiago Solari no le perdió la cara al partido en ningún momento. Tuvo el balón mucho más tiempo que su rival (31-69%), completó más pases y llegó más veces. Aunque, como la propuesta no fue del todo regular, lo cierto es que el responsable de esta coacción fue el rol de Karim en los tres carriles.
El futbolista francés anotó dos goles y completó el 91.4% de sus envíos (54 pases), repartió 6/7 balones largos y libró 5/9 duelos
El futbolista francés volvió a ser el mejor del Madrid. Apareciendo siempre donde demandaba cada acción, ya fuese escorado, de espaldas y a 40 metros de la portería rival, Benzema volvió a poner de manifiesto su liderazgo a nivel técnico. Una superioridad que, como ya es norma desde que empezase la temporada, el galo está maridando con una frescura física que, por momentos, parece hacerle frotar sobre el campo. Tomando distancia con los dos centrales, aprovechando la alta participación -más que en otras ocasiones- de Lucas Vázquez por dentro y del momento que también atraviesa Modric, Benzema fue el más hábil a la hora de detectar las inconexiones defensivas del Espanyol. Una serie de decisiones que, si bien es cierto que Rubi quiso corregirlas antes del descanso, le facilitaron bastantes cosas a la posesión blanca. En otras palabras: la fase defensiva del Espanyol, que pretendía ser muy agresiva en el carril central, ordenando para ello que uno de los dos interiores -Darder, sobre todo- saliese hasta muy arriba, le concedió muchas facilidades al Madrid. Y eso, con Modric, Kroos, Sergio Ramos o Benzema en el césped, por supuesto que se paga.
Modric, como interior derecho, emergió con el paso de los minutos
Ya en la segunda mitad, con Benzema en plan estelar y Modric cada vez más cerca de su versión más dictatorial de las grandes noches, el Madrid se apoyó en la abrumadora calidad técnica del ‘9’ y el ‘10’ para, como ya había ocurrido en la primera mitad, someter al Espanyol en su propio campo. Algo que, después del 1-4 y de que el Real Madrid perdiese la igualdad numérica, cambió en la última media hora. Armando al equipo más abajo, dibujando para ello un 4-4-1 de urgencia con Carvajal, Nacho, Reguilón y Marcelo en defensa, de derecha a izquierda, y dejando para la contra a Bale -izquierda- y Lucas Vázquez -derecha- en torno a Kroos y Casemiro, en Madrid de los últimos 20’ no tuvo nada que ver con el de los anteriores 70’. Fue entonces cuando Rubi, consciente de las circunstancias, dio entrada a Rosales+Piatti para llegar por fuera al tiempo que con Melendo, un experto en la materia, trató de colarse entre las líneas del repliegue de Solari. Pero ya para entonces, después de haber sido testigos de lo que hizo Karim Benzema -con y sin balón, fruto también de esos intangibles-, la realidad es que ya cualquier reacción, por el tiempo y la diferencia, se quedó muy corta.
Xisco_Rincon 28 enero, 2019
Una vez más la entrada de Marcelo empeoró al equipo. Está muy por detras en forma, ojo que Bale pareció acoplarse bien por otro lado, y eso es sinónimo de gol.
Benzema estuvo excepcional, pero además cada vez que cogía el balón em izquierda y hacía un eslalom hacía el interior del área… todo el español sufría… que calidad y finura tiene Benzema últimamente, de verdad que si Bale se suma a esto, cuidado, porque el Madrid doblará sus goles. A Bale se le caen los goles.