El Benito Villamarín asistió a un partido completísimo, fruto de los cambios tácticos y reacciones anímicas que Real Betis y Real Madrid fueron intercambiando desde el arranque del encuentro, que vio a los blancos y verdiblancos salirse de sus propios guiones con tal de sorprender al rival. Casi más propio del piedra, papel o tijera, Setién y Solari trataron de anticiparse a los acontecimientos con tal de extraer alguna ventaja en su plan que, como añadido, incomodara al oponente. Y el resultado dejó algunas lecturas siempre interesantes para el análisis y el debate, sobre todo por la novedad que supuso todo lo acontecido.
De partida, Setién, como ya hiciera en el partido de Copa ante la Real Sociedad, parece estar cuestionando una de las decisiones troncales de su paso por Sevilla, y no es otra que la defensa de tres centrales y dos carrileros. Ante el Real Madrid, el equipo andaluz salió con línea de cuatro atrás, con un solo punta y el resto centrocampistas, sumando un apoyo interior. La apuesta tiene lógica cuando al Betis no le presionan tan arriba y le cierran todos los espacios por dentro, como así lo hizo Solari. Constando un efectivo más por delante del balón, la creación de superioridades en campo rival puede, a la larga, considerarse como una ventaja.
Setién apostó por línea de cuatro; Solari, de cinco
Por su parte, el técnico argentino sorprendió con una defensa de cinco, tres medios y una doble punta formada por Vinicius y Benzema, una configuración realmente novedosa, porque además, Casemiro y Valverde eran dos de las piezas que ocupaban la medular. El Real Madrid salió con la intención de taponar todas las vías de acceso por dentro, negando el pase filtrado o el pase corto, e intentando llevar el juego del rival hacia las bandas, por donde cualquier centro encontraría a Varane, Ramos y Nacho para desbaratarlo. En esa primera dinámica, el Real Madrid fue ampliamente superior. Por dos cosas.
La primera, derivada de su defensa, consistió en visibilizar los problemas del Betis para fijar rivales y crear sinergias alrededor de Carvalho. La imprecisión de muchos de sus hombres y, sobre todo, el exceso de jugadores en el carril central, facilitó mucho la defensa madridista. En los costados, el Betis sólo tenía a un jugador, el mismo problema que suele encontrar con el sistema de los carrileros. La posible ventaja, se estaba esfumando. Guardado, Lo Celso, Canales y Joaquín no lograban sacarle jugo a la novedad.
Benzema y Vinicius construyeron grandes transiciones
Además, el Madrid transitó con mucha soltura en base a la calidad táctica del siempre indispensable Karim Benzema, a la capacidad para descolgarse de Modric y Valverde, a quienes a nadie seguían, y a un Vinicius que dejó un tramo de primera parte de mucho colmillo en los contragolpes. Fuera de la banda como punto de partida, jugando de espaldas, Vinicius y su ligereza se escurrieron en varias ocasiones de la anticipación de su marcador, dejando detalles de jugador con grandes posibilidades para darle sentido a otras zonas del terreno. El Betis estaba sangrando tras cada perdida, y el Madrid ya tenía lo que buscaba: atacar espacios amplios y hacerlo con ventaja en el marcador.
La segunda mitad estuvo llena de ajustes. La marcha de Benzema, de primeras, dejó al Real Madrid sin posibilidad de pasar de un estado a otro con peligro. Transitar ya no era posible, pues no hay jugador más capacitado para construir ataques en transición que el francés. Sin esa continuidad, el Betis, que necesitaba tomar riesgos, los tomó todos. Setién subió filas a golpe de personalidad, intercambiando las posiciones de Carvalho y Guardado. El portugués pasó al interior derecho, mientras Joaquin comenzó a jugar más abierto sobre la izquierda. Esas decisiones le dieron el poder al Betis, que se fue con todo sobre la frontal blanca.
El Betis se apoyó en las bandas para profundizar
El Betis comprendió sus dificultades en el inicio y cambió su manera de ocupar el campo para sumar tiempo con balón en las bandas. Sobrecargando las dos de manera indistinta, allí ya había siempre hasta cuatro jugadores, concediéndole superioridad, profundidad y mucha llegada. Una gran jugada de Canales y Lo Celso, magníficos en esas acciones, igualó una contienda que Ceballos hizo suya con un libre directo. Una noche de mucho contenido que abre interrogantes sobre el futuro táctico de ambos equipos.
OliJC 14 enero, 2019
Muy buen analisis como de costumbre por @ALEJANDRO ARROYO. La cuestion es saber si Solari queria adaptarse al juego del Betis o mas a la situacion de su equipo, tanto al nivel de las numerosas bajas (poniendo solo a dos delanteros casi era poner a todos los que tenia disponibles…) como al preocupante nivel defensivo enseñado hasta la hora. Vinicius tiene caracteristicas para jugar a la contra, probablemente Brahim las tenga tambien, asi que la solucion es viable a corto plazo. Pero sumar a tantos jugadores por detras de la pelota es un sistema que no dara siempre sus frutos. Ya vimos que batieron el record (por abajo) de possesion y esto no era lo que caracterisaba al Madrid hasta este partido. Contra un equipo que no accepte el reto como el Betis, o jugando en el Bernabeu, me temo que este sistema no sea ganador. Lo que mas me gustó fue ver que Vnicius no se pegaba tanto a la cal jugando solo con 2 delanteros y esto beneficia mucho al despiste de los defensas y da mas oportunidades a la segunda linea como vimos en el gol de Modric.