El juego del fútbol es una suerte de organismo vivo que no para de mutar, trayendo recuerdos y sirviéndose de experiencias pasadas para evolucionar en los tiempos del presente. En las dos últimas décadas, el aficionado y todo actor cercano al día a día del fútbol de élite ha sentido como las reglas más recientes se han ido conformando cómo una sucesión de postulados y sus correspondientes respuestas, nacidas para contrarrestar la fortaleza de un fútbol de posesión en el que crear el espacio a través del pase había dominado tanto el fútbol de clubes como el de selecciones entre 2008 y 2012. Desde que se puso en marcha dicha filosofía, comenzaron a gestarse antídotos y nuevas vacunas posteriores; discursos y ajustes que diez años después siguen creando tendencias.
La defensa de tres está generando competitividad en múltiples escalones competitivos de la Liga
A ese fútbol de toque desde el portero o la defensa, como gestación de la ventaja que permitiría encerrar al rival o como solución para abrir los cerrojos ya armados incondicionalmente, le siguió una presión adelantada y un fútbol de transiciones para pasar a la acción y crear desorden en una salida de balón con un peso trascendente a la hora de controlar lo que pasaba sobre el terreno. Con el Barça de Guardiola como germen, y las figuras de Messi y Cristiano como históricas individualidades, la liga española tuvo la compartida suerte y desgracia de tener los motivos y las razones por las que preparar una respuesta táctica y emocional. Es así como poco a poco surgió la defensa posicional en 4-4-2, 4-5-1 o con cinco defensas y fases de presión adelantada para incomodar el origen de la ventaja de los equipos protagonistas. Creada la apertura por las blancas y la respuesta de las negras, surgió una nueva jugada: la defensa de tres centrales.
La defensa de tres centrales y dos carrileros, la parte fija de un dibujo que dispone de otras partes posteriores más flexibles o intercambiables -dos o tres centrocampistas, dos o tres delanteros-, está siendo muy utilizada, tanto en equipos que quieren elaborar e involucrar a todas sus piezas en la triangulación como en colectivos que buscan un juego más directo y una defensa del área más poblada para contener acometidas. Tanto para generar una ventaja numérica en el inicio del juego como para su correspondiente superioridad ante un centro lateral, muchos equipos tratan de vestir este dibujo de una ventaja constante que no queda expuesta en ninguna de las dos ideas, por diferentes que sean.
Al 4-4-2 le está costando ajustarse simétricamente ante el 3-5-2
Esta disposición, usada recientemente, en las últimas temporadas, por el Leganés, el Alavés, el Levante, el Celta de Vigo, el Betis, también el Barça de Luis Enrique, el Sevilla o el Girona, no está encontrando, de momento, una circunstancia o serie de circunstancias que la incomoden. Aunque de partida tiene un hombre menos en la medular ante sistemas de cuatro centrocampistas, lo cierto es que robarle la pelota a equipos que salen con tres zagueros y abren el campo con dos carrileros, está costando mucho. El emparejamiento por fuera obliga a los laterales de línea de cuatro a buscar al carrilero, creando un desajuste a su espalda, pues la medular no cubre el ancho de manera natural al tener sólo dos o tres hombres.
Así, es común ver que los técnicos reproducen el sistema cuando chocan con defensas de tres para crear una simetría en defensa y poder emparejar de igual a igual, caso de Simeone con el Atlético de Madrid. La otra opción es taponar la medular, con marcas más fijas sobre los tres medios para que otras piezas arriesguen con balón o sólo puedan jugar por fuera. Esta interesante correlación de decisiones está generando muchos ajustes que hoy, con un Leganés ya asentado en el 3-5-2, tras dos victorias consecutivas, en las que incomodó mucho al Alavés con balón y al Valladolid sin él, enfrenta al clásico 4-4-2 de Pepe Bordalás. Observar cómo ambos sistemas se relacionan y se ajustan en tiempo real será de nuevo una de las claves que están marcando el día a día de la liga en las últimas temporadas.
Povedano 7 diciembre, 2018
Espectacular artículo.