La figura de Rodrigo Hernández obliga a un proceso de adaptación en el ritmo de los ataques del Atlético de Madrid que Diego Pablo Simeone aún no ha terminado de definir. El técnico argentino ha acostumbrado al equipo a recorrer el camino hasta la portería rival en poco tiempo -lo que he llevado a Diego Costa a ser pieza capital en el modelo de juego- , y eso es algo que no termina de encajar con el ex del Villarreal.
Rodri, a pesar de tener una gran técnica para encontrar compañeros que se encuentran lejos de su posición, siente la acción desde el control. Su cuerpo le pide conservar el cuero y por esos sus decisiones muchas veces ralentizan el ataque, ya que si no ve muy claro el pase vertical, gira sobre sí mismo, se la da a un jugador cercano y busca que las piezas se junten.
Rodri es un mediocentro que siente la jugada desde el control
Su calidad le está llevando a ser titular, y su influencia, a que los jugadores que le rodean estén teniendo que adaptar sus comportamientos. Un gran ejemplo es Koke, que ha jugado con regularidad a su lado en el doble pivote. El madrileño, mucho más adaptado al plan de ataque de Simeone y un gran socio para encontrar a Diego Costa con premura soltando rápidamente un pase al espacio, se ve muchas veces obligado a conservar el cuero y jugar más cerca de Rodri, debido al ritmo menor de la acción ofensiva.
Saúl tampoco ha terminado de encontrarse jugando como acompañante de Rodri en un doble pivote. Si Koke sí es un jugador que en ciertos momentos puede adaptarse a esas circulaciones más pausadas, en el caso de Saúl limitas su gran virtud, que es jugar en muchos metros y permitirle pisar área rival siempre que quiera. Por eso la mejor versión del ilicitano en el 4-4-2 de Simeone está llegando desde una banda, a pesar de que ni su complexión ni su agilidad sean las de un extremo, pero desde donde se aleja del ‘imán’ que ejerce Rodri Hernández.
Koke y Saúl necesitan ganar altura para recibir la pelota, y de ahí que su juego más fluido haya llegado como extremos del 4-4-2
De todo esto puede explicarse que a pesar de que la complementariedad de Koke y Saúl con Rodri parecía a priori excelente, el modelo de juego del Atlético de Madrid está haciendo que ese camino no se esté recorriendo con tanta soltura. De hecho, puede afirmarse que el mejor rendimiento colectivo está llegando con Thomas Partey como acompañante del mediocentro madrileño.
El ghanés, seguramente el menos preciso en el pase de los cuatro medios rojiblancos, sí siente la recepción desde movimientos a baja altura, lo que le permite conectar con Rodri con más naturalidad. Además, el hecho de que Simeone le utilice como un falso 10 en situaciones de presión para encimar al pivote rival, también encaja con el tipo de defensa de Rodri, muy intuitivo para proteger a jugadores rivales que se cuelan entre líneas. Estamos viendo que a Siimeone le pide el cuerpo hacer crecer al equipo con Koke o Saúl en el carril central, pero eso demanda otros pasos que, por el momento, no se están dando.
David de la Peña 22 diciembre, 2018
¿Quién os parece que está funcionando mejor como acompañante de Rodri? Yo, la verdad, creo que Thomas, y no tengo claro hasta que punto es potenciar al 100% a un futbolista como él.
Además, el modelo del Atlético de Madrid no termina de dar espacio a una composición diferente en medio campo, con Koke y Saúl más cerca o algo parecido, ya que al final el Cholo cree firmemente en que la mejor forma de competir es repetir casi siempre esa ocupación del espacio sin balón en el 4-4-2 habitual.